El investigador de seguridad Brian Wallace estaba tras la pista de los
hackers que habían arrebatado archivos de vivienda de una universidad de
California, cuando tropezó en una pesadilla más grande: Varios ataque de
hackers habían abierto un camino en las redes que ejecutan la red eléctrica de
Estados Unidos.
Pistas digitales señalaron, supuestamente, a hackers iraníes, los que –según
Wallace– ya habían tomado las contraseñas, así como planos de ingeniería de
decenas de plantas de energía, por lo menos una con el título de "misión
crítica". Los dibujos eran tan detallados que los expertos dicen que los
atacantes expertos podrían haberos utilizado, junto con otras herramientas y
códigos maliciosos, para noquear a la electricidad que fluye a millones de
hogares norteamericanos.
Wallace se quedó asombrado, aunque AP ha señalado la existencia de otras
brechas potencialmente peligrosas.
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