La campaña mediática y la manipulación obcecada sobre la
situación de los cubanos varados en Costa Rica, iniciada desde finales del 2015,
se ha mantenido en los medios anticubanos, incluso luego de que salieran rumbo
a EEUU. los primeros 180 de ellos, aumentando los cuestionamientos sobre lo que
pasará con los restantes que quedaron en territorio tico. Uno de los
contrarrevolucionarios empecinados en esta falaz encomienda, Enrique Ricabal, ha
lanzado la iniciativa “Tierra de Esperanza”, declarando que el objetivo es
ayudar a dichas personas que carezcan del soporte monetario para continuar el
viaje.
Lo cierto es que la situación creada en Centroamérica ha polarizado a los mafiosos de Miami. Por un lado, el alcalde de Miami ha reiterado su preocupación porque no posee fondos para asumir el flujo de cubano que les ha de llegar en días venideros, a la par que la Junta Escolar del Condado Miami-Dade solicitó al Gobierno estadounidense recursos para solventar la posible llegada a la región de niños refugiados. Por su parte, la extrema derecha ha seguido indignada ante la salida buscada por los gobiernos de los países implicados. Marcos Rubio ha declarado que es indignante que se explote la generosidad del pueblo estadounidense. A él se suman Carlos Curbelo, Henry Cuéllar, así como varios congresistas, entre otros. Abogan, oportunistamente, por un cambio en la Ley de Ajuste Cubano que elimine las prebendas para el inmigrante de la Isla
En el caso específico del citado Enrique Ricabal, cubano
residente en Miami y promotor de la campaña “A 7700 KM del sueño Americano”,
lanzada en un primer momento, convertida luego en “Tierra de Esperanza”, ha
buscado una forma de continuar incentivando la salida de los cubanos de la
Isla, ya sea legal o ilegalmente, proponiendo de manera solapada el desarrollo
de un éxodo masivo, que sirva como pretexto para una intervención en Cuba,
formando parte de las etapas concebidas para el desarrollo de una Guerra No
Convencional.
Esta campaña, sumada a otras con el mismo fin, busca
viciar los diálogos migratorios entre las partes cubana y norteamericana,
promoviendo una caótica, irregular y manipulada migración entre ambas naciones,
cuestionando a las que califican como contradicciones de las políticas
migratorias estadounidenses.
“A río revuelto, ganancia de pescadores” reza un dicho, y
ello es lo que están haciendo algunos que ofertan paquetes de viajes más
baratos a los cubanos varados en el país, lo que podría hacer más compleja su
situación migratoria, pues no gozan de un respaldo legal adecuado.
Mientras tanto, muchos ven esta emigración no solo como
una acción de privilegios hacia los cubanos, sino también un peligro para sus
propios beneficios sociales, como es el caso de los veteranos estadounidenses
en Laredo, Texas, quienes cuestionan que los cubanos reciban más beneficios
sociales que los hombres y mujeres que prestan o prestaron servicios en las
Fuerzas Armadas. El propio congresista Henry Cuéllar manifestó esta postura al
canal KGNS, al declarar: "Cualquier
otro inmigrante no consigue eso. En un año se convierten en residentes legales,
algo que no consigue ningún otro grupo de inmigrantes.”
En esta misma dirección, pero llevados por otros fines
más cuestionables, se han pronunciado los congresistas mafiosos Marco Rubio y
Carlos Curbelo.
Por su parte, Salvador Sanabria, director de la
organización centroamericana El Rescate, cuestionó duramente lo que calificó
como un cínico doble estándar, el cual es una herencia de los años de la guerra
fría en la que EEUU pone en una balanza a los migrantes de los regímenes a los
que consideraba enemigos y en otra balanza a los inmigrantes de los regímenes aliados.
Para él, los cubanos proceden "de una situación más estable y sin
violencia" en comparación con los centroamericanos que huyen de la
violencia y el crimen. También Fernando Romo, abogado especializado en temas de
migración, declaró que se trata de "discriminación" en contra de los
centroamericanos.
The New York Times apreció en un editorial en diciembre que
el Congreso debe derogar la Ley de Ajuste Cubano, una norma de 1966 que creó un
mecanismo acelerado para admitir a cubanos en un momento en el que EUA buscaba
minar a un “aliado soviético".
La solución a la fabricada crisis de los migrantes en
Centroamérica, sin solución final por el momento, ha sacado a la luz posturas
encontradas y percepciones que ponen sobre el tapete la inconsistencia y uso
abusivo de una legislación añeja como la Ley de Ajuste Cubano, a la par que ha
servido de plato fuerte para incrementar la guerra ideológica anticubana.
Muy buen análisis de la situación y lo mejor fue lo bien empleada de la frase - a río revuelto, ganancia para el pescador-. ya deben haber sus milloncitos embolsillados por todo el circo y la propaganda que justifique lo que siempre han querido hacer con Cuba, pero que recuerden Playa Girón, es mi único consejo.
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