Fuentes de
inteligencia rusas manejan una línea de investigación sobre el posible derribo
intencional del vuelo 981 de Flydubai el pasado 19 de marzo, luego de
aparecieran indicios sobre dos trazas que involucran por sus características a dos
misiles Stinger. Según esta información, el caso podría haber pasado a manos de
la Comisión de Investigación de la Federación de Rusia (SLEDKOM) como un "
caso criminal especial”.
La nueva hipótesis
sostiene que cintas de vigilancia satelitales indican la existencia de dichas
trazas de calor rumbo al siniestrado avión momentos previos a su aterrizaje. De
acuerdo con las mismas fuentes se han involucrado en la investigación el
Ministerio de Situaciones de Emergencia (EMERCOM) y el Comité Interestatal de
Aviación (IAC).
La dispersión de los
restos del avión en un radio cercano a los 1,7 kms., así como las referidas
trazas infrarrojas antes mencionadas, incluyendo sus firmas químicas, sugieren
que el avión pudo haber sido derribado por dos misiles tierra-aire FIM-92
Stinger. El mismo informe apunta que –con independencia de que estos misiles
son fabricados por la firma norteamericana Raytheon– los usados en este
incidente son prototipos fabricados por una firma turca conocida como Roketsan,
actuando con licencia de la firma europea Airbus.
Uno de los misiles impactó en el ala izquierda
del avión –causante principal de la ignición y ulterior explosión– mientras el
otro lo hizo simultáneamente en la parte trasera del avión, donde se encuentran
los registradores de vuelo de la aeronave, dejándolos totalmente dañados,
aunque se espera comprobar sus datos en un tiempo de alrededor de un mes.
La culpa de esta
acción recae sobre los gobiernos de Turquía y Ucrania y sus servicios de
inteligencia, así como grupos terroristas vinculados a los mismos.
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