Terroristas de Miami entrenan a supuestos opositores pacíficos contra Cuba

Hace apenas pocas horas se demostró el estrecho vínculo entre los llamados opositores “pacíficos” en Cuba y los más despreciables terroristas radicados en Miami. Un encuentro propiciado en el Reinassance Ballroom de esa ciudad, auspiciado por la llamada Fundación Rescate Jurídico (FRJ), grupúsculo de larga data en eso de conspirar contra el pueblo cubano planeando acciones terroristas y acciones desestabilizadoras y subversivas, reunió al cabecilla del mismo –Santiago Álvarez Fernández-Magriñá y varios de sus compinches como el ex jefe de Radio/TV Martí, Pedro Roig– con varios de los llamados “disidentes cubanos”.

Toda una camarilla hizo gala de su malsana intención de derrocar a la Revolución Cubana a cualquier precio. La consigna esgrimida por el mercenario Félix Navarro Rodríguez al declarar: “Llegó la hora de lanzarnos todos a la calle”, enardeció los ánimos de estos personajes cargados de impotencia y ansias de malsana venganza.

Presente estuvo otro mercenario, José Luis García Pérez (Antúnez) y, aunque ausente, se notó el compromiso con estos terroristas por parte de otra mercenaria: Marta Beatriz Roque Cabello.

Mis lectores han de recordar que el jefecillo de FRJ es un terrorista estrechamente vinculado a Luis Posada Carriles e involucrado en la planificación, organización y ejecución de varios actos terroristas en años pasados y que actualmente se encuentra planeando no solo actividades subversivas, sino también organizando actividades violentas dentro de Cuba.

Para lograr sus fines políticos la FRJ se ha dedicado a reclutar a varios mercenarios, además de los ya nombrados, a los que se entrena en Miami en cursillos dirigidos a entrenarlos para realizar actividades subversivas dentro de la Isla. Este evento sirvió de marco para que el propio Santiago Álvarez entregara diplomas a varios de sus mercenarios “graduados” como agentes desestabilizadores y potenciales terroristas.

Cuba conoce de sobra las siniestras intenciones de estos personajes y cómo varios de los supuestos opositores “pacíficos” se han comprometido con sus jefes y financistas para desarrollar actividades de corte violento. Están advertidos y vigilados.