Uno de los
tradicionales chupa
tetas de la National Endowment for Democracy (NED) –agencia USA encargada
de repartir dineros para mantener la guerra ideológica anticubana–, el llamado Observatorio
Cubano de Derechos Humanos (OCDH), no parece cansarse en mantener su descarada
ofensiva mediática contra Cuba, a pesar de que fue
denunciado por mí como mentiroso y falseador de supuestas listas de “detenciones
arbitrarias” en la Isla, cuando demostré que metió la pata en eso de inflar
cifras sobre detenciones de personas por parte de las autoridades cubanas cuando
en su sitio web publicó un informe sobre detenciones en el pasado mes de junio,
elevando artificialmente la cifra a la improbable cifra de 410 capturados en
forma de “detenciones arbitrarias”, fabricando una lista que incluía a personas
inexistentes, otras ya fallecidas y algunas de ellas que ni radican en la Isla.
No contento este ente
madrileño que funciona con dólares provenientes del gobierno norteamericano ha
dado dos recientes pasos en falso. El primero de ellos es celebrar los
resultados de un seudo concurso sobre Derechos Económicos en Cuba con la
finalidad de premiar a aquellos ciudadanos cubanos que criticaran a nuestra
gobernabilidad y su desempeño, a la par que beatificar salidas capitalistas
para nuestro sistema económico.
El segundo intento de
cumplir con su detestable papel de peón del enemigo ha sido solicitar al
ministro de Justicia español, Rafael Catalá, quien visitará a Cuba mañana,
el que incluya en las reuniones con su homóloga cubana, aspectos que
representarían una clara intromisión en nuestros asuntos internos, como una
supuesta vulneración del derecho de asociación de los cubanos –al extremo de
incitarlo a que presione a las autoridades isleñas a realizar una reforma
constitucional en este sentido– y que realice encuentros con
contrarrevolucionarios integrantes de dos grupúsculos –la Asociación Jurídica
Cubana y el Comité Ciudadanos por la Integración Racial– quienes gozan del
desprestigio de realizar actividades desestabilizadoras en nuestra Patria.
Su clara intención de
viciar el acercamiento político entre ambas naciones luego de la derogación de
la cuestionada Posición Común de la Unión Europea con respecto a Cuba
constituye una prueba más de su insensatez y entrega desesperada al servicio de
los funestos planes contra Cuba por parte de la ultraderecha norteamericana.
Los resultados finales de esta visita demostrarán que su rol de peones USA
estará condenado a un nuevo fracaso y bochorno.
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