sábado, 22 de diciembre de 2018

Y me hice maestro


 Apenas había triunfado la Revolución Cubana aquel 1ro de enero de 1959 y la generación de niños y adolescentes radicados en Cuba o solidarios con la Isla nos enfrentamos a un enorme reto que marcaría para siempre nuestras vidas. Aportar nuestro granito de arena a las ideas y promesas hechas por Fidel en su alegato “La Historia me Absolverá”. Como muchos, despojándonos de miedos y comodidades, dimos el paso. Abandonamos nuestros hogares y marchamos a llevar la luz de la enseñanza a parajes lejanos y olvidados.
Es cierto, cumplimos con esa enorme tarea y el maestro que nació en cada uno de nosotros, aún se mantiene vivo 57 años después. El amor a Fidel también perdura.

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