La fuerza de la Revolución: dos meses después de Sandy

Comunidad Armando Mestre

Cuando el 25 de octubre pasado el huracán Sandy le derrumbó totalmente la casa de tablas y techo de pencas de yarey, Madelaine Pérez Portelles no pensó que dos meses después disfrutaría con los hijos y el esposo de una vivienda más confortable y segura.

Vista parcial de la comunidad. En esta nave, que fue dormitorio, los apartamentos construidos constan de dos cuartos, sala-comedor, cocina y baño.

Hoy dispone de un cuarto más para los muchachos. Y el baño interior, con sus blancos muebles sanitarios, "no tiene nada que ver" con la letrina que usaban.
Madelaine está contenta de ser vecina de otras 48 familias residentes en la nueva comunidad Armando Mestre, otrora campamento de constructores convertido en complejo habitacional con el fin de beneficiar en Santa Lucía, capital del municipio holguinero de Rafael Freyre, a personas damnificadas por eventos meteorológicos.
RÁPIDOS Y ORGANIZADOS

Con el sosiego que le proporciona la nueva casa a la familia, Madelaine planea incorporarse al trabajo

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"Me comunicaron que antes de finalizar el año debíamos entregar la obra, pero les dije a los jefes que lo primero era la calidad", explica Alberto Chacón Campos, ejecutor mayor de la Unidad Empresarial de Base (UEB) que posee en el municipio la Empresa Constructora del Poder Popular (ECOPP).

Con ese concepto desde el día 28 de octubre, fecha del inicio de las labores, empleó los conocimientos en el control de la secuencia de cada acción constructiva. "Si no lo hacemos así durante una obra, casi siempre hay que rectificar cosas mal hechas y aumenta el consumo de materiales", acentúa.

Arcey Vera Claro, jefe de Producción de la UEB, refiere que aplicaron el sistema de pago por resultados. "Fuimos objetivos al evaluar el Coeficiente de Participación Laboral de cada trabajador. Le medimos varios elementos, entre ellos productividad, aprovechamiento de la jornada, cuidado de los medios de trabajo y cumplimiento del horario de llegada a la obra".
Personas de otros organismos mostraron igual laboriosidad y disciplina, entre ellos los linieros de la UEB del sector eléctrico, quienes colocaron unos 15 postes, tres transformadores y los cables necesarios, así como los metrocontadores de las viviendas, consecuencia de una inversión que sobrepasó los 34 mil CUC.

UN PROYECTO CON RACIONALIDAD

El proyecto de transformar el campamento en desuso tuvo en cuenta la preservación de la estructura general y el techo de las naves, con el propósito de reducir las demoliciones, expone el arquitecto Wilfrido Daniel Batista.
"Respetamos los espacios de las áreas verdes, las calles y los accesos peatonales y recuperamos un área deportiva, también plaza pública. Pu-simos mucho cuidado en mantener la estructura de la red hidrosanitaria, a la que conectamos los desagües de los baños y los fregaderos. Con esa forma de actuar ahorramos unos 120 mil pesos a la inversión".

Existen 26 viviendas para las cuales se abrió la posibilidad de ampliación de una habitación con salida al exterior a partir de los esfuerzos propios de los dueños, previa gestión y obtención de las autorizaciones correspondientes.
"Las experiencias de la obra servirán para que los integrantes del Programa del Arquitecto de la Comunidad en el municipio realicemos mejores proyectos cuando se decida transformar en viviendas otros locales estatales en desuso", puntualiza.

BONDADES Y REGULACIONES

No se entregan gratuitamente los apartamentos, aunque los precios son módicos. Por ejemplo, los de dos cuartos, que constituyen la mayor parte, cuestan 2 445 pesos, aclara Gremer González Leyva, director Municipal de la Vivienda.

Si el beneficiado posee la suma fijada, puede pagar directamente en efectivo a la agencia bancaria del territorio. Con esta es posible, igualmente, firmar un contrato de compra-venta que establecerá las cuotas y los plazos a pagar. Y una tercera posibilidad, reservada para las personas de menores ingresos, es el arrendamiento con opción de pago, para lo cual el Banco establece un contrato que ante la ley representa el título de propiedad y establece las mensualidades a pagar en correspondencia con las posibilidades del solicitante.

Para Iraldo Gómez Pérez, delegado de la Circunscripción 5, del Consejo Popular de Santa Lucía, la nueva comunidad nació derecha y no se torcerá por costumbres y prácticas que conspiren contra el orden urbanístico y territorial.
"Sobre el tema hubo una amplia discusión con los vecinos antes de ocupar los apartamentos. Desde ese momento saben que deben respetar las áreas verdes con sus límites, no pueden parcelarlas, ni construir corrales para la cría de cerdos u otros animales, esencialmente por razones higiénico-sanitarias".

"Combinaremos las acciones educativas con las verificaciones a las regulaciones", asegura Yanisley Reynaldo Pupo, directora de Planificación Física en el municipio. La pretensión es promover el cuidado del entorno y de las instalaciones para bien de la armonía entre vecinos que defiendan vivir en una comunidad limpia, ordenada y funcional.


 Por Germán Veloz Placencia

Tomado de Granma