Los servicios de inteligencia australianos ha sido acusados de
encubrir a espías surcoreanos que intentaron obtener secretos
comerciales en el país oceánico, según un proceso judicial citado hoy
por el diario "Sydney Morning Herald".
El Tribunal Federal
reveló recientemente que el Servicio Nacional de Inteligencia de Corea
del Sur buscó en 2009 "obtener información confidencial" en el
transcurso de unas negociaciones comerciales entre Canberra y Seúl.
En
el proceso, la Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia
(ASIO) ha sido acusada de intentar encubrir las malas prácticas de sus
colegas surcoreanos para no dañar las relaciones bilaterales entre ambos
países.
El ASIO aseguró que un funcionario australiano Yeon
Kim, un experto en comercio agrícola de origen surcoreano, cometió
presunta "interferencia extranjera" al entrar en contacto con espías
surcoreanos.
La agencia señaló que en 2010 tuvo conocimiento de
que Kim se reunió clandestinamente y entregó información confidencial a
un diplomático surcoreano en Camberra que trabajaba para los servicios
secretos surcoreanos.
Al año siguiente, las autoridades
australianas señalaron en un informe de evaluación que Kim se reunió con
agentes de la inteligencia surcoreana y fue despedido.
Sin embargo, el funcionario acudió a la justicia para que se revisara esa apreciación y poder recuperar su puesto de trabajo.
Según
la prensa local, ningún espía surcoreano ha sido expulsado de Australia
y hasta el momento la agencia de espionaje australiana ha buscado que
la Justicia evite hacer público los detalles del supuesto espionaje y
oculte las identidades de los agentes asiáticos.
En el proceso
judicial también se supo que ASIO ha expresado sus preocupaciones a los
servicios de inteligencia surcoreanos y ha asegurado que los agentes de
Seúl han finalizado sus actividades "inapropiadas" en Australia.
Asimismo,
Corea del Sur pidió a las autoridades de inteligencia australianas que
hicieran "todo lo que esté a su alcance" para prevenir que se divulga al
público sus actividades y se identifique a sus oficiales.
El
Tribunal Federal de Australia, donde se juzga este proceso, ha revelado
información parcial sobre el caso, incluyendo la identidad de cuatro
espías surcoreanos que trabajaban como diplomáticos encubiertos en
Canberra.
Una portavoz del Ministerio de Exteriores de Australia
no quiso pronunciarse sobre el caso y precisó que los "sucesivos
gobiernos" tienen desde hace mucho tiempo la política de "no comentar en
asuntos de inteligencia, reales o supuestos".
EFE
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