lunes, 23 de diciembre de 2013

Nueva farsa de EE UU contra la paz en Colombia

Iván Márquez (I), Comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo (FARC-EP), junto a otros representantes de la guerrilla, en el Palacio de las Convenciones, para continuar las conversaciones de paz que sostienen con el gobierno colombiano, en La Habana, Cuba, el 14 de enero de 2013. Foto: Marcelino Vázquez/AIN

¿Por qué precisamente ahora, cuando se han comenzado a ver pasos serios en torno al futuro de Colombia, un  tribunal de Virgina, EE UU, dio a conocer inesperadamente la solicitud al gobierno colombiano  en relación con la extradición de dos miembros de las FARC, integrantes del equipo negociador en los Diálogos de Paz?  ¿A qué objetivos responde esta maniobra y quiénes se benefician con la misma?
 
Lo cierto es que la fiscalía colombiana recibió la solicitud sobre la captura de Omar Retrepo y Adán Jimenez, bajo la sospechosa acusación de  tráfico de armas y narcotráfico. Esta decisión del tribunal coloca al gobierno colombiano en un trance difícil, por cuanto el mismo se ha comprometido a suspender cualquier orden de apresamiento que pudiera ser  emitida contra los participantes en los diálogos.

Esta decisión tiene el claro objetivo de viciar a las negociaciones y entorpecerlas, lo cual favorecería a la oligarquía colombiana, derechista y reaccionaria, opuesta a cualquier arreglo con la guerrilla. Por otro lado es un golpe mediático dirigido a deslegitimizar a las FARC-EP y sembrar dudas en su contra parte y en el pueblo de esa nación.

Otro objetivo es amenazar la seguridad e integridad de los miembros del equipo negociador, con vistas a que los mismos abandonen este proceso de conciliación nacional, lo que favorece también a EE UU, interesado en mantener el diferendo histórico que tantas vidas ha costado al pueblo colombiano.

¿Qué otra respuesta podríamos esperar del gobierno USA y de su CIA, denunciados públicamente como ejecutores de un plan de asesinato selectivo contra dirigentes de las FARC, que no fuera armar una contrarespuesta mediante falsas incriminaciones?

Percy Francisco Alvarado Godoy




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