Una sniper soviética abatió a
309 soldados alemanes, entre ellos 36 francotiradores como ella, cuando
resultó herida por fuego de mortero. Sucedió en junio de 1942 y tuvo
que dejar el frente de guerra. Como el francotirador soviético Vasili Záitsev, Lyudmila Pavlichenko se
convertiría en uno de los mitos del Ejército Rojo. Su historia empequeñece y es más increíble que la del francotirador norteamericano Chris Kyle.
Lyudmila, a la izquierda |
Durante la
Segunda Guerra Mundial, el ejército soviético contó con la participación
de unas dos mil mujeres francotiradoras, de las cuales solamente
llegaron a sobrevivir quinientas. La gran mayoría fueron nombres
anónimos que perecieron en el campo de batalla junto a sus colegas
masculinos. De las pocas cuyo nombre trascendió al frente de guerra
fue Lyudmila Pavlichenko, una joven que estaba estudiando historia
cuando la guerra estalló. Sus prácticas en un campo de tiro le sirvieron
para entrar en el Ejército Rojo y convertirse en una de sus
francotiradoras más letales. Herida en el campo de batalla, Lyudmila
Pavlichenko pasó un tiempo viajando por Canadá y los Estados Unidos
relatando sus experiencias. De vuelta a su país, continuó en el ejército
donde formó a otros francotiradores. Y cuando llegó la paz se convirtió
en historiadora.
Lyudmila
Mykhailvna Pavlichenko nació el 12 de julio de 1916 en Belaya Tserkov,
Ucrania, en el seno de una familia humilde. Su padre trabajaba en una
fábrica y su madre era maestra. Lyudmila destacó desde pequeña por su
carácter independiente y por ser una buena estudiante. Cuando tenía
catorce años, se trasladó con su familia a vivir a la capital ucraniana,
Kiev. Lyudmila continuó estudiando hasta llegar a la universidad donde
inició sus estudios de historia. Para ayudar a su familia, la joven
compaginaba sus estudios con un trabajo en un arsenal mientras
disfrutaba del tiempo libre en un club de tiro donde inició sus pasos
como tiradora.
Lyudmila estaba
estudiando historia en la Universidad de Kiev cuando estalló la guerra.
No se lo pensó y se dirigió a la oficina de reclutamiento para
alistarse en el cuerpo de infantería. Los comandantes al mando
intentaron convencerla de que sería más útil en el cuerpo de enfermería
pero cuando les mostró sus dotes con el rifle tuvieron que rendirse a la
evidencia de sus capacidades como francotiradora.
Lyudmila
Pavlichenko se unió a la 25ª División de Infantería del Ejército Rojo
donde pronto se convirtió en una de sus mejores francotiradoras. El
primer frente en el que estuvo, cerca de Odesa, Lyudmila abatió a 187
soldados alemanes. Cuando su cuerpo fue trasladado a Sebastopol,
ascendía a teniente después de haber sumado 257 soldados enemigos
muertos a manos de su impecable pulso.
Había abatido a 309 soldados alemanes, entre ellos 36 francotiradores como ella, cuando resultó herida por fuego de mortero. Sucedió en junio de 1942 y tuvo que dejar el frente de guerra. Mientras la guerra continuaba, Lyudmila se puso a las órdenes de la gran maquinaria que suponía la propaganda política soviética iniciando un viaje a Canadá y los Estados Unidos.
Lyudmila se convirtió en el primer soviético en ser recibido por un presidente norteamericano. Cuando Franklin D. Roosevelt la invitó a la Casa Blanca, su esposa, Eleanor Roosevelt le propuso iniciar una gira por los Estados Unidos para explicar su experiencia como soldado y francotiradora.
Había abatido a 309 soldados alemanes, entre ellos 36 francotiradores como ella, cuando resultó herida por fuego de mortero. Sucedió en junio de 1942 y tuvo que dejar el frente de guerra. Mientras la guerra continuaba, Lyudmila se puso a las órdenes de la gran maquinaria que suponía la propaganda política soviética iniciando un viaje a Canadá y los Estados Unidos.
Lyudmila se convirtió en el primer soviético en ser recibido por un presidente norteamericano. Cuando Franklin D. Roosevelt la invitó a la Casa Blanca, su esposa, Eleanor Roosevelt le propuso iniciar una gira por los Estados Unidos para explicar su experiencia como soldado y francotiradora.
Apodada como la
"Sniper Girl" por el New York Times, Lyudmyla tuvo que soportar las
constantes preguntas absurdas sobre su vida como francotiradora y su
feminidad. Parecía que a muchos periodistas norteamericanos les
interesaba más si las mujeres se pintaban las uñas en el frente que por
sus hazañas bélicas.
De vuelta a la Unión Soviética, con la guerra aún devastando Europa, permaneció en la retaguardia entrenando a otros francotiradores del Ejército Rojo. En 1943 recibió la estrella de Oro de la Orden de Lenin, convirtiéndose en Heroína de la Unión Soviética.
Al finalizar la guerra, Lyudmila permaneció hasta 1953 vinculada al ejército soviético como ayudante del Cuartel General Principal de la Armada Soviética. Recuperó también el tiempo perdido y reinició sus estudios para terminar convirtiéndose en historiadora.
Lyudmila Pavlichenko no se olvidó nunca de su faceta como francotiradora. Además de ser un miembro activo del Comité Soviético de Veteranos de Guerra, continuó relatando su experiencia en muchas conferencias.
De vuelta a la Unión Soviética, con la guerra aún devastando Europa, permaneció en la retaguardia entrenando a otros francotiradores del Ejército Rojo. En 1943 recibió la estrella de Oro de la Orden de Lenin, convirtiéndose en Heroína de la Unión Soviética.
Al finalizar la guerra, Lyudmila permaneció hasta 1953 vinculada al ejército soviético como ayudante del Cuartel General Principal de la Armada Soviética. Recuperó también el tiempo perdido y reinició sus estudios para terminar convirtiéndose en historiadora.
Lyudmila Pavlichenko no se olvidó nunca de su faceta como francotiradora. Además de ser un miembro activo del Comité Soviético de Veteranos de Guerra, continuó relatando su experiencia en muchas conferencias.
El 10 de octubre de 1974 fallecía en Moscú.
Tomado de http://www.mujeresenlahistoria.com/2015/04/la-francotiradora-que-amaba-la-historia.html
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