miércoles, 10 de junio de 2015

CADAL, Salvia y el injerencismo como desparpajo



El proceso de acercamiento diplomático entre EEUU y Cuba, así como el posterior proceso de normalización de relaciones diplomáticas entre ambas naciones, determinará –según lo considere la parte cubana para garantizar su soberanía-, aquellos cambios que ameriten hacerse y con el apoyo pleno de todo nuestro pueblo. Mientras existan las condiciones que generaron el establecimiento de la Ley 88, considero que la misma será mantenida para enfrentar aquellas acciones desestabilizadoras contra nuestra patria.

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Gabriel Salvia, el provocador y entrenador de miembros de la contrarrevolución interna en Cuba, montador de shows mediáticos, unos de los impulsores de la guerra ideológica anticubana y director general del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), en un acto de intromisión en nuestros asuntos internos, ha sugerido al presidente Raúl Castro que, como gesto ante el deshielo con Washington, derogue la Ley 88, como es conocida la Ley de Protección de la Independencia Nacional y la Economía de Cuba.

En un artículo publicado ayer en el El País, titulado Esperando un gestico de Raúl Castro, sugiere que este cambio "no le implicaría a Cuba el riesgo político de realizar una reforma que derive en el reconocimiento del ejercicio de libertades fundamentales". 

Ley 88, sancionada el 16 de febrero de 1999, protege a nuestro pueblo de las acciones enemigas que atentan contra nuestra institucionalidad, al "tipificar y sancionar aquellos hechos dirigidos a apoyar, facilitar o colaborar con los objetivos de la Ley Helms-Burton, el bloqueo y la guerra económica contra nuestro pueblo, encaminados a quebrantar el orden interno, desestabilizar el país y liquidar el Estado Socialista y la independencia de Cuba". 
Cuba tiene el soberano y legítimo derecho de establecer aquellas normas legales que garanticen la estabilidad política y el pleno desarrollo de nuestra sociedad en una ambiente de paz y tranquilidad social.

El proceso de acercamiento diplomático entre EEUU y Cuba, así como el posterior proceso de normalización de relaciones diplomáticas entre ambas naciones, determinará –según lo considere la parte cubana para garantizar su soberanía-, aquellos cambios que ameriten hacerse y con el apoyo pleno de todo nuestro pueblo. Mientras existan las condiciones que generaron el establecimiento de la Ley 88, considero que la misma será mantenida para enfrentar aquellas acciones desestabilizadoras contra nuestra patria.

A la par, considero que nuestro Código Penal debe ser adecuado a las nuevas formas que ha ido adoptando la subversión interna, apropiando las sanciones a las nuevas figuras delictivas que se han ido manifestando dentro del actuar de la contrarrevolución.

Salvia es el menos indicado para opinar sobre nuestra legislación y aquellas normas jurídicas que protegen a nuestra sociedad, precisamente cuando él es un factor con pretensiones desestabilizadoras.

Mucho he escrito y denunciado sobre Salvia y su CADAL, invitando a mis lectores a empaparse en las actividades de este personaje y su organización en los planes del imperialismo y sus acólitos por propiciar el derrumbe del socialismo en Cuba.

Les dejo pues algunos de mis artículos publicados con anterioridad para evaluar la calaña de este sucio personajillo.





http://percy-francisco.blogspot.com/2014/05/cadal-propone-llenar-los-bolsillos.html#sthash.QH45DUDs.dpuf

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