Poco escribiré sobre
el actual juicio en marcha contra el señor Luis Manuel Otero Alcántara por los
delitos de "ultraje a los símbolos patrios", que implican claramente
usar dudosos performances para irrespetar a la bandera cubana aludiendo a una
cuestionada libertad de expresión. También está claro que la intención de
numerosos artistas y proclamados
intelectuales, encabezados por Coco Fusco, de cuestionar la legalidad de su
enjuiciamiento y tratar de victimizarlo en las redes sociales no persigue otra
intención que atacar a Cuba y a su gobernabilidad. A ellos se han aliado
nuestros tradicionales enemigos, incluidos terroristas como Saúl Ramón Sánchez
Rizo y toda la calaña de mafiosos que lucran en la guerra mediática anticubana.
El respeto por los símbolos
patrios es un asunto ético y no puede vulnerarse bajo el falso concepto de
libertad de expresión, cuando se hiere la sensibilidad y el patriotismo de la
gran mayoría de los ciudadanos. Por ello considero justa una sanción
consecuente contra este personaje a tenor a como lo establece no solo el Derecho Penal
cubano, sino como es práctica en casi todas las naciones.
Está claro que el mayor delito de Otero Alcántara es querer justificar
el supuesto derecho de hacer un arte libre para promover la violación la
institucionalidad.
La bandera es un
símbolo preciado para todos, con independencia de las políticas y las
ideologías. La misma encarna la herencia de patriotismo y los valores éticos
que se transmiten de generación a generación. Aliarse al ofensor pone en duda
el amor a la Patria y, manipular o tratar de justificar la afrenta con base a
la detracción, hace a sus cómplices tan culpables como el transgresor.
Bonifacio Byrne
estaría abochornado por este show que tratan de fabricar hoy los acólitos
cuestionadores de nuestra defensa a nuestros símbolos patrios. Nuestro Martí y
tantos mártires saldrían de sus tumbas para reclamar disculpas por la afrenta.
Muchos hechos
pudieran servirle al señor Otero Alcántara de lección para respetar la sangre
derramada por otros por defender esa bandera y la que han defendido otros en la
historia edificante de sus naciones.
¿Debería aprender
este señor del heroísmo de los estudiantes panameños masacrados por tropas
norteamericanas el 9 de enero de 1964 cuando
en marcha de reclamo intentaron poner su bandera en la zona del Canal exigiendo
la soberanía de su nación sobre el mismo?
¿Debería aprender
también del peruano Alfonso Ugarte y
Vernal quien durante la Guerra del Pacífico en 1880 se lanzó en un precipicio
tratando de salvar su bandera del enemigo? ¿También le serviría de ejemplo la
niña boliviana Genoveva Ríos defendiendo a su bandera de la invasión chilena a
Antofagasta en febrero de 1789?
Cuba tiene el derecho
legítimo de juzgar a este provocador. Aclaro que nuestro país no es Estados
Unidos y aquí no es válida la Primera Enmienda que permite todo tipo de
disparatadas acciones contra los símbolos patrios. Es por eso que me pregunto,
al citar algunos ejemplos: ¿No saben sus defensores que en Argentina, de
acuerdo con el artículo 222 de los Delitos contra la Seguridad de la Nación se indica
que las penas por ultrajar públicamente la bandera, el escudo o el himno patrio
o los emblemas de una provincia argentina, serán desde uno a cuatro años de
prisión?
Mi postura es de
claro repudio a las acciones de este señor, el reclamo de una justa condena por
sus actos y la condena a aquellos que tratan de convertirlo en un fallido Robín
Hood, poniendo por encima del respeto a la Patria una dudosa y cuestionable
libertad de expresión.
Completamente de acuerdo con usted, este tipo de persona no alberga buenas intenciones, ni mucho menos actúa en defensa de la libertad de expresión, lo hace para lacerar la institucionalidad, para poner en jaque la Ley relacionada con lo Símbolos Patrios.Que todo el peso de la ley caiga sobre él y sobre los que lo siguen y defienden.
ResponderEliminarAplausos para su comentario.
ResponderEliminarUsted, tiene todo el derecho del mundo a criticar a Luis Manuel, muchos, tiene razón al acotarlo, se aprovechan de esta situación, pero créame amigo, que meterlo a prisión no resolverá nada, por el contrario le ha dado leña a una disidencia, y a un exilio aburrido, derrotado, para malentonarse y volver a contar con el apoyo internacional. Le anotaré solo dos cosas: 1.Luis Manuel Otero es sin duda un artista, y bueno por demás (soy curador de arte y puedo argumentar su curriculum), 2.Ha venido decayendo en su labor creativa por su persistente y predecible aferración política... este, ni de lejos, es el momento más ofensivo (para la autoridad) de su carrera, una torpesa también entonces armar este show... A mi me da mucho asco la diáspora que se reune en Miami, en Madrid a gritar consignas y venderles a todos que vienen de una dictadura, pero también aborrezco a los que nos hacen quedar como tal. Fidel Castro fue un intelectual de talla mayor, sin su imagen, indiscutiblemente, se ha perdido el rumbo... pobre de los radicales... pues no están condenados más que a arrepentirse...
ResponderEliminarUn escrito muy bonito, politico y moral, pero yo pregunto en ningun lugar explica q fue lo que hizo este señor, en que radica su ultraje a la bandera? Por que no lo explican de una vez y desenmascaran sus acciones, o es que a ustedes y los que lo acusan les gusta tanto llamar la atencion de la opinion publica y darle coro a los enemigos de la revolucion, cuando diablos aprenderan a informar oportunamente al pueblo. Quiza para ese entonces ya los enemigos hayan destruido la revolucion...
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con usted. Suscribo cada palabra.
ResponderEliminarGracias, Percy, por tu artículo, enseguida lo comparto con el resto de los cubanos que respetamos y amamos nuestra bandera.
ResponderEliminarEl será juzgado por otros delitos como la fabrication artesanal se armas de juego.
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