Por segunda vez en la historia norteamericana, un Negro
ha tomado poseción de la Presidencia de los
Estados Unidos --hazaña que nadie pudo imaginar
solo pocos años atrás.
La
reelección de Barack Hussein Obama a la más alta posición de la nación es en verdad un
momento crucial y un tributo a un hombre que es un verdadero maestro en los
juegos políticos.
Pocos políticos podrían haber prevalecido soportanto las tormentas
desatadas contra él --la
mobilización una oposición muy motivada, el despliegue de dinero en una campaña multimillonaria que resultó porque la Corte Sprema decidió en
favor de Ciudadanos Unidos, y la candidatura de ‘Mitt’ Romney, un
oponente millonario y abiertamente sin escrúpulos.
A
pesar de algunos contratiempos, pocos políticos,
Negros o Blancos, han tenido carreras tan afortunadas.
Pero las condiciones de los Negros norteamericanos
dificilmente se podrían llamar
afortunadas. No importa como se quiera categorizar la vida, los Negros
ocupan el lugar más bajo, los
Negros están donde la vida es una
horrible pesadilla.
Salud, educación, trabajo,
índice de vida, mortalidad, tiempo en la cárcel --dígalo Usted!-- las cifras hablan de una vida al margen; vida en lo
más bajo de la
sociedad.
Además, es
irrealista esperar que las cosas mejoren en cuatro años --no importa quien sea presidente-- no importa de que color
sea él o ella.
Ésa es la verdad de los
hechos.
Es
un símbolo inmenso y remarcable que una persona
Negra sea electa --y reelecta-- a la presidencia de los Estados
Unidos.
Es
un espectáculo
deslumbrante.
Sin embargo, es simplemente solo éso: un espectáculo.
La
vida del Negro común y corriente es
tan triste hoy como lo fue hace 4 años. El pueblo
Negro norteamericano todavía tiene que encontrar
la forma de salir de esta verdadera prisión que
es los Estados Unidos de Norteamérica.
Un
carcelero nuevo, de piel oscura, no cambia nada.
La
educación sigue siendo un vertiginoso laberinto
para millones de niños, que abandonan sus
estudios amargados y sin educación.
Los policías son todo el
día una presencia represiva que hace la vida
inaguantable.
Y
detrás de todo éso está lo que la brillante profesora de leyes, Michelle Alexander,
llama, “El Nuevo Jim Crow” (también el título de su libro), un
sistema de contención opresiva en una escala que
la humanidad jamás ha
visto.
Un
día de celebración; y ¡cuatro años más de
infierno!
Mumía Abú-Jamal
20-1-2013
©
’13 maj
Traducción libre del inglés
enviado por
hecha en REFUGIO DEL RIO GRANDE,
Texas.
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