La junta militar el 9 de septiembre de 1983. En la
foto enmarcada aparece Pinochet el 7 de septiembre de 1986
ante el carro que por milagro solo fue dado por la granada que no explotó en la emboscada. Cinco de sus 25 escoltas fueron dado de baja y 12 gravemente heridos cuando 30 guerrilleros del Frente Patriótico Manuel Rodriguez, FPMR, le hizo una emboscada al Dictador cuando éste regresaba a Santiago de su mansión de verano. No era intocable. |
REPORTAJE CHILE 1973-2013
Así se planeó y ejecutó la emboscada contra Pinochet el 7 de septiembre de 1986
· Desde Suecia a Chile para eliminar al Dictador
· “1986, el año decisivo contra la Dictadura que cambiaría el rumbo de la historia de Chile”
Por Dick Emanuelsson
(en sueco)
El
11 de septiembre serán los 40 años desde el Golpe de Estado en Chile. El
reportero en Latinoamérica, Dick Emanuelsson, entrevistó hace unos meses a
César Bunster Ariztia, segundo hombre de la logística en lo que el 7 de
septiembre de 1986 fue “la Operación Siglo XX”. Este es el relato de
cómo se planeó y ejecutó la emboscada contra el general Pinochet que casi le
costó la vida al tirano.
VIDEO / AUDIO:
Entrevista a Cesar Bunster (1,07 horas):
http://youtu.be/o_a67cxeuys
AUDIO: https://app.box.com/s/i16a4tza5h6rf0xqc8ed
Entrevista a Cesar Quiroz, oficial y miliciano del FPMR:
http://youtu.be/J-zCIRJxrQQ
AUDIO: https://app.box.com/s/zkxvb5dh0fdu2nt6v9wh
Un preludio a la lucha armada. . .
SANTIAGO
de Chile 2013 / Se
sentía en el aire el frío y la humedad del invierno chileno. Corrían los días
del mes de septiembre de 1986. En Chile se sentía que algo estaba pasando. La
pregunta fue: ¿Qué?
El
tono en las transmisiones de las emisoras como Radio Moscú o Radio Habana se
escuchaba cada noche con más optimismo. Esos canales radiales, manejados por
chilenos en exilio, eran invalorables para informar sobre lo que pasaba en el
país ya que los medios chilenos actuaban bajo control del régimen. No sólo
informaban, en realidad fueron organizadores colectivos para la lucha
antifascista contra la dictadura que había derrocado el gobierno de Unidad
Popular y al presidente Salvador Allende, en un Golpe de Estado sangriento el
11 septiembre de 1973.
En
1983 fue el año cuando el pueblo chileno perdió su miedo ante la dictadura. Ya
había llegado yo en el mes de julio del mismo año. Para cada Protesta Nacional
que se realizaba cada mes a partir del mes de marzo de 1983, se adhirieron más
sectores a la lucha frontal contra el régimen militar.
Durante diez años la dictadura había
controlado a Chile con una mano de hierro. Habían sucedido protestas públicas
pero esporádicas. Mas, a partir del 8 de marzo de 1983, el pueblo comenzó a
levantarse. El 18 de agosto de ese año, ante la amplitud y la beligerancia de
las protestas, Pinochet mandó al Ejército a tomar las calles para derrotar la
resistencia en las poblaciones, los asentamientos populosos y nidos de la lucha
clandestina y antifascista. Sólo en Santiago fueron asesinadas 28 personas en
la noche entre el 18 y 19 de agosto, cuando los pobres reconquistaron el poder
en sus barrios proletarios. Sólo las balas asesinas pudieron frenar el
levantamiento.
Un Sergio Buschmann en
Nicaragua Sandinista
ANTES
DE ARRIBAR A CHILE,
en julio de 1983, había hecho una gira y reportes periodísticos en la Nicaragua
liberada para el diario de Suecia donde trabajaba. La última noche antes de
partir hacia Chile, me topé con Sergio Buschmann. Él había ingresado a las
Juventudes Comunistas de Chile (JJCC) en el año 1962. El 11 de septiembre de
1973 fue detenido y llevado al Estadio de Santiago donde se encontraba también
el legendario cantautor Víctor Jara. Buschmann fue liberado unos días después,
pero en 1975 fue detenido nuevamente. La iglesia Católica lo salvó esta vez y
lo ayudó a salir de Chile, llegando a Suecia a principios de 1976.
Allá
vivía en un barrio que se llama Fittja, mayoritariamente poblado por turcos,
árabes, curdos e inmigrantes. Pero la vida tranquila del “Svensson” no era algo
para Buschmann. Después de la Revolución Sandinista, el 19 de julio de 1979,
Buschmann dirigió el compás hacía Centroamérica donde peleó como combatiente en
el Ejército Popular Sandinista. La tarea era impedir la contrarrevolución y la
invasión organizada por los gringos a través de los “Contras”. También organizó
un grupo de teatro junto con salvadoreños exiliados y algunos nicaragüenses.
Llevó el grupo a Suecia en donde presentó una obra sobre la suerte del
revolucionario salvadoreño Roque Dalton.
Pertenecía
al Partido Comunista de Chile que tenía un agitado trabajo político y
financiero en el exilio. No se quedó sin tarea en Nicaragua porque recibió la
tarea del Comité Central de su partido para participar en la construcción de la
Milicia Rodriguísta, FPMR, Frente Patriótico Manuel Rodríguez,
llamado así en tributo al abogado que se convirtió en guerrillero y lideró la
lucha armada contra el colonialismo español.
Durante
esa noche en Managua, era julio de 1983, entre cervezas y enchiladas, Buschmann
me contó de los preparativos finales sobre “la Vuelta a Chile”. “Fíjate a final
de este año, habrá noticias en Chile y en el mundo”.
Los pueblos latinoamericanos
respiraban un nuevo aire después del triunfo sandinista y la intensificación de
las luchas guerrilleras en El Salvador y Guatemala. Gran parte de los países
del continente estaban gobernados por regímenes militares y la esperanza era
grande en cuanto a que los años de horror fascista en países como Chile,
Argentina, Uruguay, Brasil o Bolivia irían a su final.
El derecho a la “Rebelión Popular”
El derecho a la “Rebelión Popular”
PERO
LAS DICTADURAS NO SE CAEN POR SI MISMAS. Buschmann y otros chilenos que habían combatido junto
con los sandinistas, planeaban el regreso a Chile para allí retomar la lucha
político-militar contra la dictadura militar.
Luis Corvalán
|
El
secretario del Partido Comunista, Luis Corvalán, había llegado a Estocolmo ya el 16 de noviembre de 1980. Habló en un acto
semiclandestino en el colegio de Erik Dahlbergskolan en la capital sueca a
donde fui invitado por la organización partidaria en Suecia. Corvalán lanzó
públicamente la consigna “Con la Razón y la Fuerza” y el derecho
a “la Rebelión Popular”.
“Se hacen humo las ilusiones respecto de una
presunta liberalización del régimen. Se cierran los caminos para la evolución
gradual con que algunos han soñado. En estas circunstancias, no tenemos dudas
de que el pueblo de Chile sabrá encontrar el modo de sacudirse el yugo de la
tiranía. Las masas irrumpirán de una u otra manera hasta echar abajo al
fascismo. Pinochet no podrá mantenerse en el poder por el tiempo que pretende.
El derecho a la rebelión pasa a ser cada vez más indiscutible”.
“El derecho a la rebelión es, por así decirlo,
un derecho sagrado. No es un invento de los comunistas. Hace ya dos siglos que fue
incorporado a la declaración de independencia de los Estados Unidos. Lo
reconoce la encíclica Populorum Progressio frente a las
dictaduras”.
Los centenares de chilenos del
exilio presentes en el acto estallaban en júbilo. La consigna que dio el pueblo
chileno fue el derecho a levantarse con “Todas las Formas de Lucha” contra la
tiranía. Eso fue como un catalizador de la lucha antifascista.
4 de Septiembre de 1983, el día del triunfo de la
presidencia de Salvador Allende 1970. En la foto la tumba
de Allende en Viña del Mar, donde fue enterrado después el golpe militar. Posteriormente fueron trasladados los restos de Allende a Santiago. |
Muchos
de los exiliados comenzaron a concretizar lo que habían soñado durante los años
en el exilio; el retorno para participar en la pelea frontal contra la
dictadura. Varios de los presentes en ese acto de 1980 en Estocolmo darían
posteriormente sus vidas por la causa revolucionaria.
Lo
que no había mencionado el líder comunista fue público el 14 diciembre de 1983;
FPMR, un movimiento creado por el Partido Comunista nació y su tarea combinada
era político-militar. Ya había una herramienta para tumbar al régimen militar.
El hecho confirmó las palabras de Buschmann del mes de julio 1983.
El
complemento de necesidad histórica
LA
NOTICIA CAYÓ COMO UNA BOMBA.
El Pentágono dio la orden a la embajada estadounidense en Santiago de iniciar
sus intrigas para dividir la Resistencia y aislar a la izquierda. El frente en
Chile contra la dictadura era bastante amplio y en ello había
democratacristianos hasta militantes del MIR. Pero el núcleo de la lucha era de
la izquierda, principalmente comunista-socialista y partes del MIR que habían
logrado sobrevivir a las desapariciones y asesinatos en los primeros años
después del Golpe de Estado. La CIA maniobraba habilidosamente con la meta de
aislar la izquierda revolucionaria, y principalmente el Partido Comunista.
La
Casa Blanca sabía que la dictadura caería más temprano que tarde. Por lo cual
se trataba de reemplazar al Dictador con un régimen que respondiera a los
intereses económicos y políticos de los Estados Unidos.
Pero el Dictador no quería escuchar
y no estaba dispuesto a participar en unos “experimentos democráticos”. Por lo
cual fue necesario tratar de tumbarlo con otros métodos.
A
las 18:26 horas el 7 de septiembre de 1986, un comando especial del FPMR emboscó al Dictador en la
cuesta “Las Achupallas”, camino al Cajón del Maipo, a 40
kilómetros de Santiago, cuando éste regresaba de su residencia
gigantesca de verano.
Las
primeras granadas de los lanzacohetes M72 LAW tocaron sus objetivos de los
cinco carros blindados que hacían parte de la comitiva dictatorial. Varios
carros fueron blancos con éxito mientras las granadas que fueron disparados
contra el carro del tirano, no explotaron. Cinco de los 25 escoltas de las
Fuerzas Especiales del Ejército chileno fueron dados de bajas mientras 12
fueron gravemente heridos en la emboscada.
Con
la certeza que el Dictador había sido eliminado, los 30 guerrilleros del FPMR
regresaron hacia el centro de Santiago en carros alquilados. La noticia de que
Pinochet había sido muerto en la emboscada comenzó a regarse en Chile. Los
pobres en las poblaciones salieron a las calles para celebrar la muerte. Pero
demasiado temprano.
“1986 el Año Decisivo contra la Dictadura”
–
En 1986 VIVIAMOS EN CHILE LO QUE SE denominaba
“El Año Decisivo de la Lucha contra la Dictadura”. Así lo había
planteado nuestro partido. Era una consigna que reflejaba el ánimo de la gran
mayoría de los chilenos de esa época y la decisión que existía era derrotar de
una vez y para siempre a la dictadura ese año. No era una consigna inventada o
que había salido del aire, sino que era el producto de una lucha ascendente que
se venía dando con mucha fuerza desde hacía muchos años.
Lo
dice CESAR BUNSTER. Vivía en Inglaterra en el momento del Golpe de
Estado de 1973 ya que su padre era embajador de Chile en Gran Bretaña. Trece
años después regresó a Chile en donde fue uno de los conspiradores como segundo
al mando de la logística en la planeación de una de las más espectaculares
acciones armadas durante la dictadura chilena.
Cuando
nos encontramos en Santiago en el mes de abril, vi a un hombre lleno de
inspiración de continuar la lucha aunque las formas de lucha de hoy son
totalmente diferentes a las de aquella época.
Recuerda
los oscuros días después del golpe en donde fueron desaparecidos o asesinados
dos direcciones del partido y de la Juventud Comunista, pero que fueron
reemplazados por nuevos cuadros del partido. Estos lograron reforzar la lucha
política y orgánica que a principios de la década de los 80’s ya comenzaba a
dar frutos. Pero se necesitaba un nuevo elemento más de las declaraciones y
manifestaciones pacíficas.
Jaqueline, una
mujer de solo 21 años que fue baleada por los carabiñeros en un día de
Protesta Nacional cuando éstos atacaron a los pobladores en La Victoria. |
–
Ya en esa lucha masiva y popular multifacética de 1986, se había implementado
el elemento armado. Por todas partes de la sociedad chilena había lucha contra
la dictadura. Pero el elemento militar jugó un papel creciente y era esperado
por todo el movimiento social. La gente en las poblaciones esperaba que el
Frente Patriótico, la organización que fue creada por el Partido Comunista para
encabezar la lucha armada contra la dictadura… Por ejemplo, en los paros
nacionales, esperaban la voladura de las torres de alta tensión para que la
oscuridad protegiera las expresiones de rebeldía de la gran masa popular.
Se
dice que las acciones armadas de la Milicia Rodriguista eran elementos que
andaban mano a mano con la lucha social.
–
Nunca fue una lucha armada que estuviera aislada de las masas sino muy a la par
del movimiento social, ni quedándose atrás, ni tampoco acelerándose con
acciones que no iban a ser comprendidas y que no representaban el momento
político que se estaba viviendo.
El
tirano representaba todo lo malo, lo cruel y genocida de la dictadura, era el
símbolo, subraya Bunster, por lo cual era legítimo de ajusticiarlo.
–
Era la cabeza de la cúspide de un aparato genocida de Estado pero que seguía
cumpliendo, incluso en esa época, un papel fundamental para mantener la unidad
de la Dictadura. Por lo tanto era absolutamente necesario intentar ajusticiar.
. . De dar ese golpe mortal a la cabeza.
¿La
consigna era, como dicen los comunistas colombianos; “la Combinación de Todas
las Formas de Lucha de Masas” para golpear al tirano?
–
Así es. Cuando nuestro partido lanzó la consigna de “Rebelión Popular”, después
fue afinando y profundizando obviamente el acontecer de la lucha, planteó muy
claramente que había llegado el momento para optar todas las formas de lucha.
No sólo como una necesidad política y ética, sino como una necesidad que surgía
del pueblo que estaba luchando. Cualquier pueblo del mundo, o cualquier persona
que sale de su casa en la mañana, y hay alguien que está esperando afuera para
pegarte con un palo en la cabeza todos los días, tu puedes aceptar eso 3 ó 4
veces pero va llegar el momento inevitablemente en que vas a salir con un palo
también para defenderte.
Los dos jóvenes quemados vivos
Como ejemplo de que el régimen no aceptaba una transición “a las buenas”, está el caso de Rodrigo Rojas y Carmen Gloria Quintana.
Eran
dos jóvenes que el 2 de julio de 1986 se preparaban para participar activamente
en el Paro Nacional ese día. Fueron sorprendidos y detenidos cuando los dos
jóvenes estaban armando una barricada en una de las vías de Santiago. La
patrulla del ejército era encabezada por el teniente Sergio Fernández Dittus.
Los
dos jóvenes fueron terriblemente golpeados por los militares que finalmente
rociaron gasolina a los cuerpos de los dos que fueron encendidos. Los dos
cuerpos, aparentemente muertos, fueron tirados a la paila de la camioneta de la
patrulla. En las afueras de Santiago fueron botados al suelo, creyendo que
estaban muertos.
Lo
que no sabía el teniente, es que Carmen Gloria todavía estaba viva mientras
Rodrigo sí estaba muerto. Fue llevada al hospital y salvada de morir.
Posteriormente fue sacada de Chile por la inmensa solidaridad nacional e
internacional y voló a Canadá donde le hicieron varias cirugías en el rostro y
brazos.
El
hermoso rostro de una joven mujer de tan sólo 18 años había sido deformado. Fue
ilustrativo el odio fascista por el cual fue víctima. Fue la acumulación de una
política de barbarie fascista contra la cual el pueblo chileno creó una
herramienta, como fue el FPMR, que dos meses después ejecutó la emboscada contra
el Dictador.
Elisabeth Escobar Moncada, una de las víctimas en la
"Operación Albania" en donde un comando de la
inteligencia militar asesinó a doce integrantes del FPMR el 16 de junio de 1987. |
De Suecia a Chile
¿Cómo se hizo la selección de los combatientes para la
emboscada?
–
El FPMR ya tenía una experiencia que quizás no era tan largo en términos de
años. Pero sí muy rica en términos de del accionar que había ido desarrollando
y el vínculo que tenía con el resto del movimiento social. A nosotros en el
Frente, yo creo que es verdad decir que nunca nos faltaban combatientes, nos
sobraban. Y no quiero exagerar. Pero debido a la extracción que tenían nuestros
combatientes, y me acuerdo que era difícil encontrar compañeros o compañeras
que tenían licencia para conducir por que eran “cabros” (muchachos en Chile)
muy jóvenes que venían de las poblaciones de extracción muy popular. Por eso te
digo que combatientes no nos faltaba.
– Para responderte concretamente la
pregunta; la selección de los fusileros eran compañeros con muchísima
experiencia del enfrentamiento directamente con la dictadura. Nadie fue
aprendiendo a combatir a la dictadura o a la lucha armada en esa acción. Sería
ilógico. Seleccionaron compañeras y compañeros con experiencia. Los que
encabezaron la emboscada en términos militares, fueron efectivamente oficiales
graduados en Bulgaria, como el caso del José Valenzuela Levi (Comandante
Ernesto), que en el 1987 fue asesinado en la “Operación Albania”. Era un
cuadro formado en Bulgaria como oficial formal pero que tuvo su gran
experiencia (político-militar) en Chile. Los combatientes eran otra “cantera”.
Jose Valenzuela
Levi, máximo jefe en la emboscada contra Pinochet e Ignacio Valenzuela
Pohorecky, ambos con pasado en Suecia y asesinados en en la "Operación
Albania".
|
José
Valenzuela Levi había crecido en Suecia donde su madre era profesora en la
Universidad de Estocolmo. Cuando llegó la noticia que José Valenzuela había
sido asesinado por un comando del CNI (policía política secreta) en Santiago el
15 de junio de 1987, entrevisté al padre que entonces vivía en la ciudad
universitaria de Uppsala.
También
el Rodriguista Ignacio Valenzuela Pohorecky (no pariente de José), que fue
asesinado en la misma operación, había vivido en Suecia y retornó a Chile para
incorporarse en la lucha miliciana contra la dictadura.
Lucha militar y entrenamiento en “lucha irregular”
¿Por
qué Cesar Bunster, una persona pública, graduado en la Universidad de Cambridge
en Inglaterra en sociología y que incluso se había afiliado en el exilio a la
Juventud Comunista chilena y que hervía por regresar a Chile y luchar contra la
dictadura?
–
La historia mía es un poco similar a mucha juventud chilena de esa época. Pero
es la época que nos tocaba vivir, eran las circunstancias. Como muchos jóvenes
vibrábamos por lo que pasaba acá y tratábamos de entender y aportar. Toda
Centroamérica estaba en llamas. Queríamos venir acá (a Chile) y hacer un aporte
concreto.
–
Me gradué de sociólogo el 1982 y la idea era regresar inmediatamente a Chile.
Pero como mi padre había sido embajador de la Unidad Popular en Inglaterra,
nunca quisieron darnos pasaporte.
Cecilia Magni
|
–
“Si no puedo volver a Chile, me voy a America Latina”, pensé. Me
fui a México en noviembre de 1982. Por
fin me dieron el pasaporte (en 1986). En México insistí a la dirección de la
Juventud Comunista preparación militar que anteriormente, durante los estudios,
me habían negado con el argumento que “necesitamos también universitarios,
profesionales”.
–
Pero por fin pude obtenerlo y fui además capacitado en Cuba en “lucha
irregular”, que no es lo mismo como “lucha militar”, sostiene Bunster.
Viajó
a Nicaragua Sandinista para ser “capacitado” con el destino final: Chile.
En
Chile entró en contacto con Cecilia Magni, “Comandante Tamara”, que
sería el mando superior de Bunster dentro de la organización del FPMR. Le daba
a Cesar Bunster tareas concretas como hacer inteligencia, registrar y
documentar movimiento de personas, militares u otros objetivos entre el
enemigo.
“Pocas posibilidades de sobrevivir. . .”
Los
encuentros con Cecilia Magni y los reportes que se intercambiaban lo hicieron
generalmente en el Paseo Ahumada, un paseo en el pleno centro de
Santiago. Uno de esos reportes a Magni fue la localización del terreno y la
carretera en donde se iba a ejecutar la “Operación Siglo XX” contra la Comitiva
de Pinochet, acción que en ese momento era desconocido por Bunster.
Se
acercaba el “Día D” y la Comandante Tamara reunía a los seleccionados
para la acción en donde informaba que era pocas posibilidades de sobrevivir. No
tenía mandato de informar sobre el contenido pero agregó que la acción
cambiaría la historia y el rumbo de Chile. Hizo la pregunta a cada uno de los
30 combatientes si quería retirarse. Ninguno
rechazó su participación.
–
La muerte para nosotros en esa época era como un amigo que estaba siempre
presente. No era algo nuevo. Que te hablaban de que al día siguiente te iban a
matar, era una realidad desde hacía mucho tiempo. Con lo cual uno convivía,
aprendí a vivir con esa posibilidad. Y no era que buscáramos la muerte o que
queríamos morir, no era así. La muerte a veces forma parte de la vida, un
acompañante que uno traía bajo el brazo.
El
primer intento de ajusticiar al Tirano el 30 de agosto de 1986 tuvo que ser cancelado
por que el general cambió la rutina por la muerte del ex presidente Jorge
Alessandri y bajó antes del domingo. La acción fue postergada una semana.
Era
peligroso quedarse en la casa que Bunster había alquilado con los 30
guerrilleros, además había un cuidador que vivía en la casa. La decisión fue
llevarlos más arriba de la cordillera e instalarlos como internados religiosos.
–
Además había compañeros que había estudiado para ser sacerdotes, dice Bunster y
se ríe, por lo cual sabía los cantos y las charlas que había que dar, o los
ritos a seguir.
El último discurso de Salvador Allende
7
SEPTEMBER 1986, 18:35 horas:
Los guerrilleros, bajo el mando de José
Valenzuela,
Comandante Ernesto, ya habían tomado sus posiciones en las trincheras y
esperaban la comitiva de Pinochet. Todos ya sabían cuál era la misión. Se había
hecho una formación militar primero en la casa donde se escuchaba el último
discurso de Salvador Allende. La adrenalina fluía en las venas de los 30.
–
Fue un momento de mucho solemnidad.
Todos
tenían sus tareas específicas. La intercepción en la carretera con la casa
rodante de la caravana se hizo como se había planificado. Lo único que no
resultó fue la neutralización de los dos motoristas que encabezaban la
comitiva. La idea, dice Bunster, era dejarlos pasar y ahí interferir con la
casa rodante y en el otro momento darlos de baja. Uno logró salir ileso y
siguió la carretera y su rumbo a una estación de policía que existía más
delante donde avisó sobre la emboscada. Lo demás funcionó; detener la caravana
y abrir fuego.
Para
eso se habían destinado diez lanzacohetes norteamericanos modelo M72 LAW, dos
para cada carro blindado y polarizado.
–
Lo que no resultó fue el armamento de lanzacohetes, no estalló la granada que
tocó el auto de Pinochet, golpeó el vidrio. Y por lo tanto se salvó.
Policías en formación militar para la comitiva guerrillera
Cinco
de los 25 escoltas del general habían muerto en la emboscada, doce más estaban
heridos gravemente. “Los demás se escaparon como ratas”, dice César Quiroz, que
en esa época también era del Frente y que había sido graduado como oficial
militar en Bulgaria.
El
comando del FPMR creía que el dictador había sido eliminado y manejaban en
carros que César Bunster había alquilado, parecidos a los de la comitiva de
Pinochet, en dirección hacia Santiago. Las pipas de los fusiles M-16 los tenían
afuera las ventanas de los carros. Éstos tenían luces de la policía en los
techos y con sirenas para dar una imagen que era la caravana del general que
venía.
César
Bunster:
–
La salida de esa zona era como la más riesgosa. Por algo se llama “Cajón del
Maipú”. Hay una sola salida donde se hizo la emboscada y había que bajar
directo e inevitablemente cruzarse por un cuartel policial donde, además, tenía
una barrera que bajaban normalmente. Sabíamos que habría mucha confusión
después de la emboscada.
–
Y efectivamente así funcionó. Los policías que estaban advertidos por ese
motociclista que logró escapar, habían bajado la barrera en el cuartel
policial. Pero cuando vieron acercarse esta columna, donde se veía que venía
con mucha gente armada con los fusiles asomados por las ventanas, y con balizas
luminosas en los techos más las sirenas, se confundieron y levantaron la
barrera, se cuadraron y lograron pasar todos los compañeros y compañeras.
–
Así que todo funcionó, menos lo más importante, resume Bunster y casi sonroja
ante el hecho que el Dictador se salvó con una mano herida.
Cuando
los 30 milicianos del Frente llegaron a la entrada de Santiago se disolvieron
en parejas y subieron a los “micros”, los autobuses del transporte público
hacia en dirección al centro de Santiago donde desaparecieron a diferentes
casas de seguridad que ya estaban asignados de antemano. Para el Frente era lo
más seguro, sostiene Bunster por que “ahí se diluye”.
En
caso de heridos había una clínica clandestina con personal adecuado por
cualquier emergencia. Pero todos estaban ilesos.
En la noche apareció el general
Pinochet en cadena nacional, sacudido y nervioso, acusando, como siempre, al
“terrorismo internacional, Moscú y a los comunistas”. Comenzó una impactante
cacería de bruja contra toda oposición política en un estado ya muy
militarizado.
La Nueva Vida durante 18 años
César Bunster
|
Para
César Bunster comenzó una vida clandestina bajo otro nombre que duró 18 años.
Terminó esa vida en el 2004, pese a que la dictadura había entregado
formalmente el poder al gobierno de la Concertación, un gobierno
centro-socialdemócrata. La CIA y la embajada estadounidense tuvo éxito en su
intención de excluir quizás la fuerza más consecuente en la lucha contra la
dictadura militar durante los 17 años de régimen militar, de romper el núcleo
del gobierno de Salvador Allende que era la alianza estratégica socialista-comunista.
Pero
muchos de los milicianos que participaron, tanto en la emboscada como en otras
acciones contra la dictadura, fueron detenidos y encarcelados uno tras otro.
Pero los organismos de la inteligencia y de seguridad demoraron meses, dice
Bunster, antes que lograron detener cinco de los fusileros en la emboscada.
–
Por desgracia la única cara pública era la mía. Pero eso ya lo sabíamos, que
vendría una búsqueda bien intensa.
Con
la “transición” de 1990, comenzó otra época que era complicada, dice Bunster.
La estructura y los grupos de apoyo al FPMR ya habían comenzado de desarmarse
un tiempo después de la emboscada, pero sobre todo cuando el FPMR se dividió en
1987 y se creó el FPMR “autónomo”. Pero Bunster u otros compañeros no
acompañaron la división y se mantuvieron fieles a la línea del Partido
Comunista y convirtieron el FPMR en el “Movimiento Patriótico Manuel
Rodríguez”.
–
La guerra contra la dictadura había terminado (1990). Sin embargo éramos muchos
que necesitábamos la estructura de apoyo para no sufrir las consecuencias por
haber participado en esas luchas por que la guerra había terminado pero las
consecuencias se mantenían.
–
Mi identificación falsa no era muy robusta. Opté por solicitar a un medio
hermano mío, de parte de madre, que vivió toda su vida y murió en Suecia, que
él viniera a Chile y me entregara su identidad para que yo pudiera usar su
(carné de) identidad. Y así viví tantos años con la identidad de mi medio
hermano.
–
Eso me obligó a cresparme el pelo (rizar el cabello). Cada tres meses tenía que
ir a una peluquería hacerme rolos y sentarme con ese aparato, dice y hace
gestos con las manos para ilustrar donde se metía la cabeza, y se dirige a
César Quiroz y los dos se ríen de acordar los momentos “delicados” entre las
señoras presentes al lado de Bunster. Era obligado tener barba por que tengo la
pera partida y tenia que usar también los dientes postizos. No los usaba todo
el tiempo pero. . . Así estuve durante 18 años.
Dice
que a pesar de todo vivía una vida normal.
–
Muchos psicólogos me han dicho que ¡”oye, tu eres un caso de estudio”! No, yo
me levantaba en la mañana, preocupado de pagar la vivienda, el préstamo al
banco, pero claro, obviamente no fue una vida normal. Mis hijos, por ejemplo,
supieron a los 14 años que su papá no se llamaba “Enrique” sino César. Que no
tenía el pelo crespo y claro, para ellos fue un choque y uno también choca con
la realidad.
Dice
que lo anormal durante estos 18 años era el hecho que no pudo participar en la
vida del Partido Comunista. Pero después de 18 años, un día sí pudo entrar a la
sede del Comité Central del PCCh y su plan era de “saludar al presidente del
partido”.
–
Entré y se me quedó mirando un poco como diciendo “¿qué es lo que me quiere
decir?” Yo no tenía nada que decirle sino que le dije: “¿Sabes compañero? Vengo
a saludarle no más”. Duró apenas dos minutos. . .
El Escape en el túnel en el techo. . .
31
de enero 1990: cuarenta
y nueve presos políticos del FPMR logran escapar de la Cárcel Pública de
Santiago. Los presos cavaron un túnel que se extendía bajo tierra, desde
la prisión hasta las cercanías del Río Mapocho, a sólo 100 metros de la cárcel.
Era literalmente una obra de ingeniería. La mayoría lograron alcanzar la
libertad, varios salieron al exilio.
Sergio
Buschmann, con
quien me había topado en Managua en el mes de julio de 1983, donde
contaba sobre los preparativos de la construcción del FPMR, regresó efectivamente
a Chile a final del 1983. Tuvo la tarea del partido de crear una empresa en el
sector de la pesca como fachada para introducir un gran arsenal de armas en el
norte, 650 kilómetros de Santiago. Se habla de 3000 fusiles M-16,
ametralladoras y lanzacohetes, capaces de tumbar tanques.
Pero
fue detenido el 26 de agosto de 1986, sólo doce días antes de la emboscada a
Pinochet. Fue llevado a la cárcel en Valparaíso donde se fugó con tres otros
milicianos del FPMR el 7 de agosto de 1987.
El escape fue tan espectacular como
el de sus camaradas del túnel en Santiago. Los cuatro Rodriguistas se escaparon
por los techos en una noche de neblina, lluvia y tormenta. Cinco mil policías y
organismos de seguridad iniciaron la búsqueda del siglo en la ciudad del puerto
más grande de Chile durante una semana pero todo fue en vano.
La cárcel en Valparaíso
donde Sergio Buschmann se fugó con tres otros milicianos del FPMR el 7 de
agosto de 1987
|
Me
acuerdo de la entrevista que le hice a Buschmann cuando arribó nuevamente a
Suecia después de la fuga y relató a los lectores sobre la tortura de que él fue
víctima como tantos otros miles de chilenos por la dictadura.
–
Como preparativo para el interrogatorio, me vistieron con un overol donde
metieron ratas en las mangas de los brazos y las piernas que fueron cerradas.
Las ratas se volvieron locas y desesperadas cuando no pudieron salir y me
mordieron. Así fue el tratamiento de los presos políticos de esa época, decía
Buschmann.
La fuga en helicóptero de la Cárcel de Alta Seguridad
El canasto y el
helicóptero
utilizado en el rescate |
Otro preso Rodriguista que
logró escaparse en forma espectacular fue Mauricio Hernández Norambuena o
“Comandante Ramiro”, uno de los mandos de los fusileros en la emboscada contra
Pinochet.
El escenario era de película:
Un helicóptero se acercó y voló encima de la Cárcel de Alta
Seguridad de Santiago. Era el 30 de diciembre de 1996, un día antes
del Año Nuevo. El helicóptero bajó una canasta blindada donde entraron los
presos políticos Hernández Norambuena, Ricardo Palma Salamanca, Pablo Muñoz
Hofmann y Patricio Ortiz Montenegro, que fueron rescatados bajo las balas
disparadas por los guardianes de la cárcel.
El Dictador no era intocable. . .
Mural en La
Victoria
|
A
PESAR DE TODO, el valor simbólico político de la acción fallada contra
el dictador era enorme. La imagen de Pinochet como intocable había sido rota
con la emboscada. Me acuerdo las impresiones y los relatos de la gente de
varias giras en Chile durante el régimen militar, desde Arica en el norte hasta
Chiloé en el sur, cuando los chilenos en común comentaban la acción armada
contra el general. Los ojos se transformaron en expresiones de sueños o de
nostalgia cuando comentaron la pregunta “¿Qué pensó usted cuando supo sobre
la emboscada contra el general Pinochet?”
En
una de las más combativas poblaciones en santiago, La Victoria, se desfilaron
muchachitos desde los 10 años hasta arriba, varios con fusiles de madera que
soñaban con ser milicianos Rodriguistas e incorporarse en la lucha frontal
contra el Dictador. Las paredes estaban pintadas con murales en homenaje al
FPMR y la lucha antifascista.
Pero
La Victoria no era una excepción, sino reflejaba el ánimo y espíritu de
combatir con la combinación de “Todas las Formas de Lucha de Masas”.
–
Un elemento principal era eliminar a Pinochet para darle curso a la sublevación.
Si se hubiese ajusticiado a Pinochet se habrían dado las orientaciones que
estaban planificadas de antemano de pasar a la ofensiva y tratar de terminar
ese mismo día con la Dictadura. Era como el inicio de la ofensiva final. Pero
era un elemento clave de deshacerse de Pinochet por lo que se iba a producir
adentro de las FF.AA., el ánimo de la gente, es decir, había muchos factores.
–
Aunque no se cumplió el motivo, fue acertado políticamente de hacerlo. Rompió
el mito que era intocable la Dictadura. Creo que entregó algo al pueblo de
Chile que es histórico y que va a estudiarse en generaciones más, es el hecho
que éste pueblo, al igual que todos los pueblos del mundo, estaba dispuesto de
arriesgar la vida para recuperar la democracia, para no permitir una dictadura
eterna que con sangre y fuego había llegado al poder en éste país, que había
chilenas y chilenos que estaban dispuestos de tomar las armas, como hicieron
los que lucharon por nuestra independencia en este continente, para hacer
prevalecer la democracia y la justicia. Es un valor que tuvo esa acción y creo
que va a estar escrito.
–
Yo creo, además, que se prendió las luces de alerta en Casa Blanca. Recordamos
que Centroamérica estaba en llamas. Por lo tanto fue una aportación al término
de la dictadura. Los norteamericanos después de esa acción, se dieron cuenta
que Chile podría irse de las manos y encenderse como ocurrió en Guatemala, El
Salvador y como había ocurrido un poco antes en Nicaragua. “Había que sacar al
Dictador”, resume Cesar Bunster lo que fue políticamente la “Operación Siglo
XX”
Hoy
se sabe que la embajada gringa en Santiago de Chile comenzó una intensa
actividad en donde invitaron a los líderes de los socialistas de diversas
fracciones, socialdemócratas y los demócratas cristianos para que se unieran y
aislar a la izquierda revolucionaría. Y tuvieron temporalmente éxito.
TODAVÍA
ESTAN AHÍ, los
murales en La Victoria, protegidos por sus pobladores que con estas pinturas
hacen su homenaje a la Milicia Rodriguista y los combatientes.
Por
que estaban dispuestos de dar lo más valioso, la vida, el “Año decisivo en la
lucha contra la dictadura” que cambiaría la historia de Chile.
Dick
Emanuelsson, 2013
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