En el radar de las amenazas terroristas han estado los Juegos Olímpicos de Invierno, que se iniciaron este 7 de febrero y se extenderán hasta el 23 del propio mes, en la ciudad rusa de Sochi, ubicada en el Cáucaso, una región particularmente compleja, con más de 30 millones de
habitantes, 60 etnias distintas y al menos un centenar de lenguas.
Después de dos explosiones en Volgogrado, al sur de Rusia,
donde fueron asesinadas 34 personas, a finales de diciembre, han sido
frecuentes las intimidaciones extremistas al Comité Olímpico
Internacional, así como a los comités olímpicos de Eslovenia, Hungría,
Alemania e Italia.
Vísperas del inicio de los Juegos, el Departamento de Seguridad
Nacional de EE.UU. alertó a las aerolíneas de su país y a algunas
extranjeras que vuelan a Rusia, sobre la posibilidad de que terroristas
trataran de ocultar componentes de explosivos en tubos de pasta dental
o de productos cosméticos.
Los funcionarios citaron el temor de que tubos de pasta dental
llevados en equipajes pudiesen contener ingredientes para hacer
estallar una bomba artesanal a bordo de algún vuelo.
Según una fuente de seguridad, informo CNN, se realizó el aviso a
aerolíneas estadounidenses e internacionales que sirven a Rusia con
base a nuevos datos de inteligencia, obtenidos antes del comienzo de
los Juegos Olímpicos de Invierno.
“Esto es real. Es real y obtuvimos muy buena información”, dijo una
fuente gubernamental a CNN. “Está basado en una fuente creíble. Estamos
tomándolo seriamente y otros países también están tomándolo muy
seriamente”.
¡Cómo no van a estar bien informadas las fuentes que ha consultado
CNN sobre lo que son capaces de hacer los terroristas en cualquier
parte del mundo, si ellos los tienen en su territorio!
Sin embargo, esa “buena información” sobre el modus operandi
terrorista, la ubican tanto las fuentes del gobierno norteamericano
como los medios (CNN, agencias y otros), desde los ataques del 11 de
septiembre de 2001. Falso.
Transportar explosivos y ocultar componentes y los propios
explosivos en tubos de pasta dental, productos cosméticos, zapatos,
ropa o equipos electrodomésticos fue empleado para hacer estallar
bombas en La Habana en 1997 por los terroristas de origen cubano
entrenados por la CIA, pertenecientes a la Fundación Nacional Cubano
Americana y otros grupos paramilitares violentos.
Que fueron entrenados por la CIA, lo ha dicho Luis Clemente Posada
Carriles el terrorista de los servicios de inteligencia de Estados
Unidos, que disfruta su vejez de asesino confeso e impune en Miami,
haciendo y dirigiendo planes de este corte recientemente denunciados.
“La CIA nos enseñó de todo. Nos enseñó sobre explosivos, asesinatos,
bombas, sabotajes. Cuando los cubanos trabajaban para la CIA, se les
llamaba patriotes”. (Sic)
Posada Carriles, es uno de los autores intelectuales de la voladura
en pleno vuelo de un avion comercial cubano en 1976, con saldo de 73
muertos, hecho hasta esa fecha nunca antes registrado en el mundo, y
también es artifice de los citados atentados bombas en 1997.
Hay pruebas documentales. Dado el informe por CNN y agencias, el
agente Fraile de la Seguridad del Estado cubana, el guatemalteco Percy
Alvarado Godoy, publicó en su blog sobre la entrega por Posada Carriles
de explosivo en un pomo de champú y otros objetos como un GPS. [Ver fotos]
Pero, todavía más. Exactamente en tubos de pasta dental fueron
introducido en Cuba explosivos por Nadel Kamal Musalam, María Elena
González Meza y Jacid Iván Fernández Mendoza, ciudadanos guatemaltecos
acusados y sancionados por actividades terroristas contra Cuba.
Y, más. El ciudadano salvadoreño Otto René Rodríguez Llerena debía
contactar a Juan Francisco Gómez (el agente cubano Félix) a quien
entregaría en La Habana 1519 gramos de explosivos que traía disimulados
en su equipaje, cuya finalidad era, entre otros objetivos, volar el
monumento al Che y sus compañeros de lucha en la ciudad de Santa Clara.
Pero, como por caminos insondables andan las creaciones de la CIA
que luego en acciones o propaganda usa el gobierno de Estados Unidos,
de Al Qaeda a Libia o Siria, para hablar de fechas recientes, contra
Cuba no iba a ser diferente y el complejo de los medios que responde a
la propaganda del capital, lo oculta groseramente.
Así tenemos al supuesto pacifista cubano Guillermo Fariñas que
“lucha por cambios democráticos en Cuba” que agredió en una calle de
Santa Clara a Juan Francisco Gómez, siendo un hombre de 72 años, que
precisamente fue quien evitó el acto terrorista contra la plaza y
mausoleo dedicada a Ernesto Guevara, y que ocasionaría muertes
inocentes, incluidos extranjeros que visitan el sitio.
Necesariamente, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. y
todo el complejo de inteligencia y agresiones y guerras psicológicas,
saben perfectamente de qué son capaces los grupos que profesan el
terrorismo; de Al Qaeda, o los terroristas libios o sirios y otros en
Rusia o Irán. No es nuevo.
Los métodos y las técnicas que emplean, fueron estrenados por los
Estados Unidos que, por ejemplo, pagó a periodistas para crear un
ambiente hostil en Miami y condenar a cinco cubanos antiterroristas que
vigilaban a esos grupos paramilitares violentos.
Washington también prepara a asalariados en la Isla, que con
fachadas mediáticas de pacíficos, finaciados por el gobierno de EE.UU. o
los propios terroristas, no dudarían en acudir a la violencia, si se
les permitiera.
CNN y otros cómplices mediáticos no pueden descubrir el agua tibia,
las fuentes de Washington están en sus propios archivos, con santo y
seña, particularmente en lo referido al arsenal de acciones terroristas
contra Cuba.
Norelys Morales
|Texto publicado también en Cubahora.cu
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