La matanza de ocho personas, entre ellas dos niñas, el sábado en una
comunidad del norte de Guatemala, fue atribuida este domingo por las
autoridades al narcotráfico que opera en esa región.
El ministro de Gobernación (Interior), Mauricio López Bonilla, dijo a los periodistas que, según las primeras investigaciones, la muerte de seis adultos y dos menores de edad está relacionada con el tráfico de drogas y un "ajuste de cuentas".
Las víctimas mortales
fueron identificadas como Samuel Xal Xo, de 55 años, y sus hijos
Francisco, de 25, César Arnoldo, de 18, y José Apolonio, de 27.
Además,
murieron Irma Irene Caal Yat, de 24, esposa de José Apolonio, y sus
hijas Jaqueline Xal Caal, de 5 años, y Luna Estrella Xal Caal, de tres
meses.
Otra de las víctimas, de 19 años, sólo fue identificado como Wilfred, mientras que dos más sobrevivieron al ataque perpetrado en una aldea del municipio de San Luis, del departamento norteño de Petén.
Según el ministro, quien visitó el lugar de la matanza, los fallecidos tenían nexos con Sebastián Cacao Ico, alias el Cochero,
un supuesto narcotraficante que integró la estructura del guatemalteco
Otto Turcios, preso en Estados Unidos por tráfico de drogas luego de
haber sido capturado en 2010 en Belice.
De acuerdo con las primeras investigaciones, el grupo armado que cometió la masacre iba en busca de Cacao, dijo el funcionario, quien alertó de posible represalias.
Los atacantes utilizaron fusiles AK-47 y pistolas de 9 milímetros.
La investigación para determinar las causas de la masacre la realizan agentes antinarcóticos del Ministerio Público (MP).
Tomado de http://www.eldiariony.com
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