El Servicio de Seguridad de Ucrania (SSU) anunció hoy la apertura de
una investigación por amenazar con cometer un acto terrorista contra el
pirata ucraniano que secuestró ayer un avión de pasajeros que viajaba a
Estambul.
El pirata pidió que el avión se desviara hacia la
ciudad rusa de Sochi, que fue escenario anoche de la ceremonia de
inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno, aseguró en una rueda
de prensa Maxim Lenko, jefe del Comité de Instrucción del SSU.
El secuestrador exigió "liberar a los rehenes en Ucrania" y, en
caso de que no se cumplieran sus exigencias, amenazó con "volar el
avión" e insistió en que "portaba un artefacto explosivo".
Al parecer, el secuestrador, que se encontraba en estado ebrio,
aseguró que en Sochi "se encuentran (el presidente ruso, Vladímir) Putin
y (el ucraniano, Víktor) Yanukóvich, que tienen las manos manchadas de
sangre".
"Volamos a Sochi", grito el pirata, que también intentó acceder a
la cabina del piloto del avión, de la compañía turca Pegasus, ante la
sorpresa del resto de pasajeros.
El funcionario confirmó que un ciudadano ucraniano de 44 años
oriundo de la ciudad oriental de Járkov, de donde despegó el avión,
compró efectivamente un billete para ese vuelo que despegó hacia la
ciudad turca con 110 pasajeros.
"En torno a las 17.20 hora local, la torre de control en Ucrania
informó sobre el secuestro del aparato. Los tripulantes lograron calmar
al secuestrador al asegurarle que el rumbo del avión había sido
modificado", comentó.
Entonces, agregó, "cuando el pasajero se tranquilizó, los
tripulantes lograron neutralizarlo y aterrizar el avión en Estambul
flanqueado por dos cazas (F-18) de las Fuerzas Aéreas Turcas".
El avión aterrizó en un área apartada del aeropuerto normalmente
reservada para las tareas de deshielo de los aviones, y tras casi una
hora de tensa espera, el piloto dio por terminado el secuestro al emitir
una señal de que todos "estaban bien".
Lenko explicó que el secuestrador ha sido detenido por la policía
turca, que no ha hallado ningún explosivo o arma en el interior del
aparato.
Según el código penal ucraniano, el pirata podría ser condenado a
entre 5 y 10 años de cárcel por amenazar con cometer un acto terrorista,
y con entre 3 y 8 años por intento de secuestro de un avión.
El Kremlin informó hoy de que anoche Putin y Yanukóvich se
reunieron en Sochi tras asistir a la apertura de los XXII Juegos
Olímpicos de Invierno.
Tomado de http://www.eldiario.ec
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