Senadores de EEUU acusaron a los servicios secretos de su país de
incompetencia al no poder detectar a tiempo las acciones de las tropas
rusas en Crimea, escribe hoy el diario Nezavisimaya Gazeta.
Desde ambas cámaras del congreso estadounidense llovieron duras
críticas contra la CIA y el Pentágono ante su impotencia para
pronosticar la “intervención” de Rusia en Crimea, aunque el jefe de la
CIA, John Brennan, las rechazó al afirmar que la reagrupación de tropas
rusas en Crimea no significa la invasión de Ucrania.
Las críticas más duras las hizo el senador John McCain quien preguntó
al secretario de Defensa, Chuck Hagel, si la acción de Rusia en Crimea
fue una operación inesperada para el Pentágono. Hagel respondió que
“sabíamos de la amenaza”, pero no dio más detalles porque era una
audiencia pública y McCain comentó: “Ha sido un gran fracaso el análisis
de los motivos de Putin”.
Según el canal CCN, el presidente del comité de Inteligencia de la
Cámara de Representantes, Michael Rodgers, la víspera de la intervención
había ordenado hacer un análisis del posible desarrollo de los
acontecimientos y otros miembros del comité afirmaron que la
intervención no pudo ser pronosticada, aunque esa variante figuró en la
“lista de posibilidades”.
“Es evidente que no pudimos prever ese nivel de ataque y ese nivel de intervención”, dijo el congresista Peter King.
Por su parte, el portavoz de Inteligencia Nacional de EEUU, Shawn
Turner, señaló que la CIA no había fallado en Ucrania y que la entidad
en reiteradas ocasiones había advertido a los legisladores de “las
preocupantes tendencias en Rusia después de que Putin volvió a la
presidencia”.
En sus valoraciones enviadas al Congreso, la CIA informó sobre las
tropas rusas en el territorio ucraniano y las unidades militares el en
territorio ruso que podían ser enviadas hacia Ucrania.
No obstante, un antiguo oficial anónimo de la CIA dijo que en los
últimos trece años la CIA concentró su trabajo en la lucha
antiterrorista, lo que afectó sus posibilidades de dedicarse a
actividades anteriores de espionaje contra rivales potenciales entre
ellos, Rusia.
Añadió que en Kiev la CIA tiene apenas dos o tres agentes que
carecían de fuentes de información que pudieran alertar sobre los planes
de los rusos. Otro oficial destacó las dificultades de los espías
estadounidenses en Crimea, porque la presencia de tropas rusas en la
península es un hecho, “y nadie puede saber qué es lo que ocurre en el
interior de esas guarniciones”.
El director de la CIA fue categórico al afirmar que el desplazamiento
de las tropas rusas en Crimea no puede ser interpretado como una
intervención al recordar que según el acuerdo firmado entre Rusia y
Ucrania en 1997, Moscú puede tener hasta 25.000 soldados en Crimea y el
número de soldados rusos movilizados durante la reciente crisis fue
inferior a esa cifra.
Ria Novosti
LOs E.E.U.U tienen sus dias contados
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