Luego
de su anuncio amenazante desde hace algunas semanas, EEUU ha comenzado sus
ataques aéreos contra bastiones del Estado Islámico (EI) en Siria, contando con
la colaboración de cinco naciones árabes, Bahréin, Jordania, Arabia Saudí,
Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, usando un poderoso despliegue aéreo y
marítimo, y llegando a usar, incluso, más de 150 bombas de alta precisión, en
14 rondas de ataques. Se ha conocido que dichas arremetidas fueron realizadas
por aviones cazas, drones y misiles Tomahawk", lanzados desde aguas
internacionales y sin contar con la anuencia de Siria.
Obama
tratará de justificar estos ataques –con indudable corte agresivo y violatorio
de la soberanía siria-, en el seno de la Asamblea General de Naciones Unidas,
en Nueva York.
En
realidad, fue EEUU quien capitalizó los ataques, contando con la probación
diplomática y bases de apoyo en las cinco naciones árabes confabuladas en la
agresión.
Hasta
el momento se conoce que, supuestamente, los blancos fueron objetivos de Daesh en
Al Raqa, Deir al Zur, Al Hasaka y Albu Kamal, hacia donde fueron lanzados 47
misiles crucero Tomahawk desde los destructores USS Arleigh Burke y el USS
Philippine Sea, desplegados en aguas internacionales en el Mar Rojo y el Golfo
Pérsico Norte. Otros medios sofisticados usados por EE UU fueron los modernos F-22
Raptor, drones, cazas y, posiblemente, un avión bombardero.
En
este ataque participaron cazas de la Real Fuerza Aérea de Bahréin, así como modernos
F-15 y Eurofighters de Arabia Saudita, además de varios Mirage y F-16 por parte
de Los Emiratos, según diversas fuentes.
Además
de los ataques contra Daesh, otros blancos escogidos fueron concentraciones de
los terroristas del grupo Khorasan, una derivación de Al Qaeda, ubicados cerca
de Alepo.
Un
Tweet del Comando Central de Estados Unidos confirma los ataques:
U.S. military
and partner nation forces are undertaking military action against ISIL
terrorists in Syria.
— U.S. Central Command (@CENTCOM) septiembre
23, 2014
Estos
primeros ataques contra terroristas en Siria, se suman a la escalada iniciada
desde agosto por parte de EEUU, en Irak.
La
agresión norteamericana contra territorio sirio, sin embargo, ha sido
cuestionada seriamente por otras naciones, sobre todo Irán, la propia Siria y
Rusia.
Rusia
ha sido clara al respecto: "los bombardeos de Siria por parte de EE.UU. y
sus socios requieren no solo una 'notificación' unilateral formal de Damasco,
sino la aprobación de Siria o la decisión del Consejo de Seguridad de la
ONU".
La
evidente violación de normas internacionales por parte de EE UU sus aliados,
sin tener la aprobación y coordinación del legítimo gobierno sirio es un acto
de desesperada piratería y de la ley internacional.
En
este contexto, tanto Rusia como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pidieron
ayer la unificación de los esfuerzos internacionales para luchar contra el
grupo takfirí Daesh en Siria, durante una conversación telefónica entre el
presidente ruso Vladímir Putin y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ocasión
en que Putin mantuvo la posición rusa al respecto.
Según
AFP, el Departamento de Estado pudiera haber informado a Siria de estos ataques
a última hora, a través del representante de Siria ante la ONU, según informó
hoy un portavoz de la cancillería siria. Luego daría a la luz un comunicado del
Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria confirmando tal versión.
En
el día de hoy, el presidente sirio, Bashar al Asad, estuvo de acuerdo con
cualquier esfuerzo internacional en la lucha contra los terroristas en su país,
aunque advirtió que toda acción debe ser coordinada y atemperada con la tarea de
detener todo tipo de apoyo a los terroristas. Al-Asad no es tonto y valora los
riesgos de que sean sus enemigos tradicionales los que hoy intervienen en el
territorio de su país.
Lo
cierto es que la formación de una coalición internacional propuesta por Obama
junto a aliados escogidos selectivamente -excluyendo de forma deliberada a
Irán, Siria y Rusia-, no persigue solamente acabar con el terrorismo en Siria,
sino promover por vía violenta y de manera enmascarada el derrocamiento del gobierno
de Bashar Al-Assad y cambiar la correlación de fuerzas en la región a favor del
hegemonismo norteamericano.
Bahréin
confirmó hasta el momento su participación en los bombardeos en Siria,
según reportó una fuente militar citada por la agencia BNA, comprometiendo a otras naciones del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG),
integradas por Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin,
Omán, Kuwait y Catar. Igualmente, Jordania ha reconocido su implicación en el
ataque a través del Ministro de Información, Mohamad al Momani, según Al Jazeera.
La
manipulación mediática de los acontecimientos ha tratado de satanizar al
gobierno sirio, culpándolo de crímenes que no ha cometido, muchos de los cuales
son realizados por los terroristas financiados por las mismas naciones que hoy
integran hipócritamente esta dudosa coalición. Fue la preparación sicológica de
la opinión internacional para perpetrar la agresión.
La
cuestionable agresión a Siria ha comenzado a ver su lado siniestro. Se sabe que
empezaron a ocurrir muertes de al menos ocho civiles, entre ellos tres niños,
lo que cuestiona la eficacia de las arremetidas. Estas muertes ocurrieron en
ser atacado un edificio residencial, supuestamente ocupado por terroristas del
Frente Al Nusra. Luego del vasto despliegue militar, se contabilizan cerca de
50 muertos entre los terroristas.
La
opinión pública internacional ha de estar atenta a los acontecimientos en
Siria, cuyas consecuencias son, hasta el momento, impredecibles. EEUU y sus
aliados han actuado con desespero y sin un plan debidamente aprobado por la
comunidad internacional en su totalidad. Nuevos peligros y amenazas se ciernen
en el Medio Oriente.
Percy Francisco Alvarado Godoy
Con información de agencias, Russia Today e HispanTV
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