Sábado, 25 de febrero de 2012, por Simon Saba, en Analítica.com
Tablero geopolítico |
Se le atribuye a la Emperatriz Catalina de Rusia haber afirmado en el siglo XVIII que “Siria era la llave de Rusia”. Y es que entre los 2 imperios, el turco y el ruso, ha habido 11 guerras documentadas, amén de que entre ellos nunca hubo profunda amistad.
Preparándonos para la Tercera Guerra Mundial
Por lógica, los países que se pueden enfrentar repetidamente son los
países vecinos, y también los que pueden y deben ser hermanos.
Inclusive, hasta en las guerras más feroces, se dan casos donde
ciudadanos comunes de ambos bando establecen algún tipo de relación, y
hay veces que mientras arde toda la frontera, también está vivo el
contrabando de mercancías y personas. Pero ahora, vamos a revisar lo
que nos interesa.
Estamos conscientes de que la mayoría de los lectores de estas
líneas viven en los países hispanoparlantes de América, para quienes la
geopolítica y la historia de Europa, Asia y África parecen como algo
remoto, y por lo tanto, no se les presta la debida atención. Sin
embargo, entre esos 3 continentes de lo que llamamos “el viejo mundo”
vive el 87% de la población mundial, por lo que no debemos menospreciar
lo que allá sucede. Y la zona de confluencia de los 3 continentes se
da en el Mediterráneo Oriental, o sea, Asia occidental, los Balcanes y
el noreste africano (Egipto), que son objeto de este análisis.
La Teoría del Tablero de Ajedrez Geopolítico
Vamos a suponer que hay un planeta con un solo continente
perfectamente cuadrado, y todos los países tienen el mismo tamaño, de
forma también uniforme y cuadrada, homogeneidad interna plena y
heterogeneidad externa, con igualdad de recursos y población. O sea,
que los países se presentan como en un tablero de ajedrez. Al igual
que en él, cuando los países tengan conflictos, los tendrán con sus
posibles vecinos, y formarán alianzas con los países limítrofes de sus
vecinos, por aquello de que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. Si
así fuera al igual que en el tablero de ajedrez, al estallar un
conflicto generalizado, las alianzas se formarían entre todos los
países blancos contra todos los países negros. Y al igual que en el
ajedrez, los conflictos siempre deberían terminar en tablas, salvo que
haya un mejor estratega que pueda dar el jaque mate, hasta que se
inicie la siguiente partida, pero siempre habría un equilibrio.
Por supuesto, el mundo real dista mucho del tablero de ajedrez. La
naturaleza no hizo los continentes homogéneos, lo que ha traído que haya
países más grandes, de distintos recursos, distintos niveles de
desarrollo, heterogéneos hacia adentro y a veces homogéneos hacia
afuera, diversidades étnicas, alianzas económicas y políticas, etc. Es
decir, nada que ver con el tablero de ajedrez, pero su ejemplo sirve
como modelo de estudio para calcular otras consecuencias.
Rusia, Turquía y Siria
Se le atribuye a la Emperatriz Catalina de Rusia haber afirmado en
el siglo XVIII que “Siria era la llave de Rusia”. Y es que entre los 2
imperios, el turco y el ruso, ha habido 11 guerras documentadas, amén
de que entre ellos nunca hubo profunda amistad, y largos períodos en
los que, sin haber guerra abierta, ha estado presente la rivalidad y la
falta de confianza, además de que allí estuvo uno de los frentes
principales de la Guerra Fría entre Estados Unidos de América (EEUU) y
sus aliados contra la antigua Unión Soviética (URSS).
Entre los dos países se pueden listar los conflictos armados abiertos
sucedidos entre el Imperio Otomano y el Imperio ruso (información
tomada de la página web de la wikipedia):
1. Guerra ruso-turca (1676-1681).
2. Guerra ruso-turca (1686-1700) parte de la Guerra de la Liga Santa.
3. Guerra ruso-turca (1710-1711).
4. Guerra ruso-turca (1735-1739).
5. Guerra ruso-turca (1768-1774).
6. Guerra ruso-turca (1787-1792).
7. Guerra ruso-turca (1806-1812).
8. Guerra ruso-turca (1828-1829).
9. Guerra ruso-turca (1853-1856), o Guerra de Crimea.
10. Guerra ruso-turca (1877-1878).
11. Guerra ruso-turca (1914-1918) parte de la Primera Guerra Mundial.
Y recordemos que después de 1918 siguieron los conflictos, pero ya
con los países del Cáucaso que se terminaron integrando a la URSS, y
Turquía atacó también a las fuerzas bolcheviques, por lo que podemos
decir que no fueron 11 las guerras, sino 12, tal como se dijo en el
trabajo anterior. (Por razones de espacio, solamente se están listando
las guerras, sin entrar en el detalle de ninguna). En ese frente hubo
otros conflictos que siguieron más allá después del final de la guerra
en el occidente europeo el 11/11/1918. En élla, la Rusia zarista ya
había ocupado Ardehan y Kars, y tenía la intención de llegar a tener
límites con Siria y una salida al Mar Mediterráneo. Entre los tratados,
propuestas y cambios de frente se creó la efímera primera República de
Armenia, que se planeaba que abarcaría territorios que incluían hasta
Trabzón (la antigua Trebisonda), Erzurum y la cuenca del Lago Van, así
como se sugirió y borró una nunca concretada república del Kurdistán.
Al final, los armenios sufrieron un gran exterminio, reducidos, y casi
que tuvieron que suplicar su reincorporación bajo las alas rusas, esta
vez en el contexto bolchevique y de la URSS. Los kurdos se mantienen
fragmentados entre varios países, pero su principal población sigue
dentro de las fronteras turcas.
También después de la Primera Guerra Mundial hubo una gran limpieza
étnico-religiosa en Turquía, y todas las minorías del sur anatólico que
pudieron escapar de la muerte se refugiaron en Siria, entonces bajo
mandato francés. Por algo el 99,7% de la población nativa de Turquía es
musulmana, casi todos sunitas. Los cristianos desaparecieron hasta de
Antioquía, donde nació el nombre del cristianismo (Hechos de los
Apóstoles).
Fíjense que estamos pasando por alto lo sucedido en siglos anteriores
en el ámbito ruso, turco y euroasiático en general, en especial desde
la invasión de Genghiz Khan que duró 250 años, mientras que Turquía se
terminó adueñando de todos los Balcanes, llegando a sitiar Venecia,
Viena y ocupar Hungría (en su apogeo, se decía que Turquía era la mitad,
y el resto del mundo la otra mitad). En 1516, el gran Imperio Turco
miró hacia el sur y conquistó Siria, Iraq y todo el mundo árabe, que
estaba aún sin recuperarse de la gran peste bubónica y de las invasiones
de Hulagu Khan y Tamerlán. Desde allí empezó un período oscurantista
durante toda la ocupación otomana que hundió en el retraso a esas
sociedades, que hasta dejaron de usar algo tan básico como la rueda.
En la mayor parte de las guerras y alianzas en todos esos 6 siglos,
Francia buscó la alianza o fue aliada de Turquía (si les recuerda algo
de la actualidad no es mera coincidencia), y solamente se le enfrentaron
cuando Napoleón atacó Egipto y en la Primera Guerra Mudial, volviendo
de inmediato a ser amigos, además de haber ocupado Argelia y otras
partes del norte africano en el siglo XIX, entonces tierras remotas del
ya decadente Imperio otomano, de control real poco efectivo, al mismo
tiempo que junto a los ingleses ayudaban a los turcos en la Guerra de
Crimea.
Sigamos, y recordemos que al final de la Primera Guerra Mundial,
Francia y Gran Bretaña (que en el siglo XIX pasaron a ser aliadas
después de siglos de enemistad) se reparten las posesiones árabes
otomanas, dividiendo a Siria en 2, quedando el norte en manos francesas y
el sur bajo mandato británico. Del norte, para tratar de impedir que
Turquía haga alianza con Alemania, o inclusive, los acompañe a ellos en
la guerra que se avecinaba, en 1938 le ceden las provincias de
Antioquía y Alejandreta (Iskanderún) a Turquía. Al final lograron su
neutralidad, y después de la Segunda Guerra Mundial, Turquía entró en la
órbita de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). De
la parte francesa restante salieron 2 países (Siria y Líbano), y tenían
intenciones de formar una tercera, porque al tenerlos divididos, se
facilita el control israelí y europeo de los países. De la parte
británica surgieron Palestina y Jordania, y a su vez Palestina es
compartida con los invasores judíos europeos. Los británicos se
quedaron con control directo o indirecto del resto de los países árabes
asiáticos, con excepción de la nueva Arabia Saudita, que prefirió
ponerse bajo las alas de la naciente super potencia norteamericana.
Además dominaron Egipto y Sudán en África. Mientras tanto, Francia
controlaba todo el Magreb árabe, con relativamente pequeñas posesiones
españolas e italianas.
Después de la Segunda Guerra Mundial
Después de la Segunda Guerra Mundial, donde Turquía descansó y no
participó activamente, como ya dijimos, se alió con la OTAN, al igual
que su archi-enemiga Grecia, mientras que todo el resto de los Balcanes
y Europa central cayó en la órbita soviética. Por su parte, Siria fue
dividida y subdividida, formándose Siria, Líbano, Palestina, Jordania e
Israel en sus territorios, con todos los conflictos posteriores que se
han sucedido, y de los que ha estado pendiente toda la humanidad.
El período que va desde los finales de la Primera Guerra Mundial
hasta la Guerra del Canal de Suez de 1956, aproximadamente, fue el
único momento en que los rusos (y su versión soviética) no tuvieron
alianza o aspiraciones comunes con Siria, que vuelve al redil natural, o
sea, “el enemigo de mi enemigo es mi amigo” (Rusia es enemiga de mi
enemiga Turquía, por lo tanto, es mi amiga). Ese amistad sirio-rusa
viene desde la época zarista, cuando Rusia pasó a ser como una especie
de “madre protectora” de todos los cristianos ortodoxos, asumiendo
Moscú ese papel desde la caída de Constantinopla y del Imperio
Bizantino. A fuerza de cañones, los rusos se ganaron el derecho de
proteger a los cristianos e intervenir en la Gran Siria bajo argumento
religioso, aunque siguieran esos territorios bajo soberanía otomana.
Sin embargo, esa ayuda llegó a tiempo para evitar que el cristianismo
desapareciera de las tierras donde nació, pero relativamente tarde en
una tierra donde, aún en la época de los califas árabes islámicos, eran
mayoría. De ser más de la mitad se redujeron al 10% al final de los
402 años de ocupación otomana. Los seguidores de las otras ramas del
islamismo como los chiítas y sus derivados (alawitas, drusos,
ismaelitas) también sufrieron una reducción similar bajo el cruel yugo
turco. Y no solamente eso, sino que en 402 años la población en
general se redujo, a lo que también contribuyeron la pobreza, las
pestes y las hambrunas naturales o provocadas.
Aquí solamente estamos hablando del sufrimiento de las minorías
religiosas, pero a los musulmanes sunitas tampoco les fue bien, y si no,
recordemos lo sucedido con los palestinos, con los alzados contra
Turquía en la Península Arábiga, etc., pero a los objetos de este
análisis, los obviamos temporalmente por ahora. Pero después de todo,
quien es cruel con uno lo es con todos, y muchas veces los úncios
beneficiarios son las élites durante una ocupación imperial.
Como se sabe, Irán ocupa el lugar de la antigua Persia. Fueron un
imperio importante que también entró en decadencia desde la invasión
árabe, pero más rápido aún cuando llegan las invasiones mongolas y
turcas como las de Genghiz Khan, Hulagu Khan, Tamerlán, y sus sucesores.
Hubo diversas dinastías que gobernaron el país, algunas de origen
turco o mongol, y el país tuvo varios ascensos, pero no tenía un
gobierno autóctono. También adoptaron la rama chiíta del islam. Pero
donde habitan pueblos iranios y que salieron bajo su control está una
parte de Pakistán, todo Afganistán, y Tadyikistán, en la época en que
los rusos trataban de ganar acceso al océano Índico, mientras los
británicos querían llegar al Asia central. Tuvieron guerras contra
Turquía, Rusia y Gran Bretaña.
Pero ya en el siglo XX nos interesa que después de la Segunda Guerra
Mundial hubo un intento de gobierno nacionalista que fue derrocado por
los servicios secrretos de EEUU y los británicos, pasando el Shah de
Irán a ser un gobernante férreo, que se alió plenamente con los
intereses de occidente, firmando con Turquía e Iraq el Pacto de Baghdad
con el objeto de enfrentar abiertamente a la URSS y cualquier cosa que
pareciera comunista.
Irán, por sus capacidades, además de una alianza irrestricta con EEUU
e Israel, pasó a tener el mayor ejército antisoviético fuera de la
OTAN, y los ciudadanos y súbditos de esos países y Gran Bretaña tenían
inmunidad casi total, mientras la represión y la pobreza se enseñoreaban
con sus propios súbditos.
Vino la Revolución Islámica de 1979, e Irán corta relaciones con
capitalistas y comunistas, pasando a denominar a EEUU como “el gran
Satán” y a la URSS comunista como “el pequeño Satán”. Iraq, apoyada y
armada por occidente y también por la URSS y las monarquías árabes,
invade en septiembre de 1980, iniciándose una sangrienta guerra que duró
8 años, dejando a ambos países destruidos y arruinados.
Ya sabemos la historia de lo que terminó sucediendo con la Iraq de
Saddam Husein, que invadió Kuwait en 1990, fue expulsado por una
coalición de países (donde también participó Siria) en 1991, y fue
invadido por EEUU en el año 2003 con el argumento de las armas de
destrucción masiva.
La actualidad: posibles alianzas en el conflicto sirio o iraní
A veces, los medios occidentales muestran al gobierno sirio como
diplomáticamente aislado, pero cuenta con el apoyo del país más extenso
(Rusia) y del más poblado del mundo (China), que no es poca cosa.
Luego está la mayor nación musulmana chiíta, Irán.
La mayoría de los gobiernos árabes están conjurados contra Siria e
Irán. Rusia no puede dejar caer a ninguno de los dos por razones
geoestratégicas. Líbano es el único país que siempre ha apoyado a Siria
en este conflicto, y en los últimos días Argelia se ha sumado
fuertemente a su lado. Por otro lado, Pakistán ha dado una declaración
que puede interpretarse como de “no participación” en una posible
guerra. No se prevé que la India tampoco vaya a participar en el
conflicto, mientras que China puede dar apoyo diplomático y tal vez
material, pero no enviaría tropas.
En la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuando se condenó a
Siria, Líbano y Argelia se abstuvieron, mientras que Pakistán votó en
contra de Siria, así que la situación sigue evolucionando. Armenia y
Belorrusia serían aliados automáticos de Rusia y Siria, mientras que
Ucrania, entre los problemas económicos, las posibles mejoras con
occidente y las tradicionales relaciones con Rusia y Belorrusia, lo más
probable es que no participe activamente en el conflicto, pero si le de
paso libre a los rusos.
En los Balcanes se está viviendo una situación especial, pero nos
interesan los países del Mar Negro (Bulgaria y Rumania), así como
Grecia. Son de religión cristiana ortodoxa, y se liberaron del yugo
turco gracias a la ayuda rusa, por lo que hay una alianza natural y un
enemigo común que se vuelven a repetir. Sin embargo, está presente aún
el recuerdo de la era comunista que se asocia a Rusia, y están
afiliados a la OTAN, al igual que Turquía y occidente. Sin embargo,
tienen graves problemas económicos, y Grecia y Rumania viven grandes
conflictos sociales en curso y de resultado impredecible. Es posible
que en un conflicto bélico mayor se aceleren los ánimos y los pueblos
fuercen un cambio de gobierno, o un cambio en la orientación
gubernamental. No creo que se sumen a la guerra, pero si pueden dar
derecho de paso a las fuerzas de la OTAN en sus operaciones, y eso
puede terminar de molestar a sus pueblos. O sea, la última palabra no
está dicha.
Más al sur está Israel, que si Siria llega a caer en manos turcas,
ahora ya no van a tener sus fronteras con varios países árabes pequeños y
divididos, sino con una gran potencia turca que está en su apogeo
económico de 400 años, por lo que tarde o temprano terminarán
colisionando, teniendo Israel todas las de perder en un futuro probable.
Y después de que un país retoma su camino de conquistas imperiales,
es difícil detenerlo, por lo que Turquía puede seguir avanzando hacia
el sur, o sea, hacia las monarquías árabes. Puede ser que los
mantengan en sus tronos, pero como reyes vasallos o tributarios.
Mientras tanto, la causa palestina desaparecerá de la agenda de
prioridades, y en el futuro inmediato Israel tendrá las manos libres
para hacer lo que quiera sin ninguna oposición real. Es posible que
terminen de concretar una verdadera limpieza étnica sin que los
palestinos reciban ninguna solidaridad árabe.
Recordemos que Israel es
enemiga de todos los pueblos árabes (no me estoy refiriendo a los
gobiernos, que en su mayoría son sus aliados), y Turquía es enemiga de
todos los países vecinos, por lo que Turquía e Israel terminan siendo 2
aliados naturales, y ambos buscan la alianza y amistad con potencias
externas a la región, como EEUU, la mayor del mundo.
Pasemos a ver a Iraq, de mayoría chiíta, que al verse aprisionado
entre 2 gigantes, la Turquía sunita y la Irán chiíta, y siendo la
mayoría de los iraquíes chiítas, puede ser que termine entregándose a la
órbita persa (y Saddam habría perdido la guerra).
En el Cáucaso tenemos que Armenia se alineará automáticamente con
Rusia, Irán y Siria, a pesar de las ayudas que recibe de occidente. El
actual gobierno georgiano tratará de apoyar a occidente, pero por su
posición geográfica, no sabemos cómo lo hará. Azerbaiyán, en cambio, se
alineará con Turquía y podría ser aprisionado entre Rusia e Irán,
dando lugar a otro conflicto mayor si alza mucho el perfil. La mayoría
de los países de Asia Central estarán con Rusia o se mantendrán
neutrales, sea por gusto o por obligación circunstancial. Recordemos
que los países que salieron de la ex-URSS formaron la Organización del
Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC, compuesto por Rusia, Kazajstán,
Belorrusia, Kirguistán, Armenia, Tayikistán y Uzbekistán). Rusia y
China, entre otros, están también en la Organización de Cooperación de
Shanghái.
Para Europa y occidente, después del famoso caso de la Cuestión de
Oriente (de mediados del siglo XIX, cuando el auge de Mohammed Ali
Basha, y luego con la Guerra de Crimea), terminarán con un nuevo Impeio
Turco, pero esta vez no será uno atrasado y decadente, sino fuerte y
vigoroso, justamente cuando ellos tienen fuertes problemas económicos.
Y para los árabes en general habrá quedado la lección, que llegará
muy tarde, que al estar divididos y con gobiernos trabajando contra sus
intereses nacionales y a favor de los foráneos, pueden desaparecer
incluso los más serviles a occidente.
La misma lección vale para los latinoamericanos, pero al menos aquí
se está llevando el proceso contrario, es decir, los países se están
uniendo y aliando.
¿Y si Siria y sus aliados ganan?
Dependiendo del escenario en que se de esa “victoria”, el liderazgo
sirio pasaría a ser un centro de referencia e inspiración, que a su vez
le haría de contrapeso al islamismo radical promovido por las
monarquías árabes y Turquía, con el visto bueno de Israel y occidente.
Pero repetimos, depende del escenario en que se de. Si la situación
no llega al caso de una guerra abierta, de frente fronterizo, sino que
el gobierno sirio se impone a los grupos “rebeldes” de manera rápida,
entonces la victoria sería contundente. Pero puede darse otro
escenario, que sabiendo que los rebeldes no tienen ninguna opción de
triunfo militar, los países aliados de occidente y las monarquías árabes
sigan con los suministros para poder causar el mayor daño posible al
país, que obtendría una victoria pírrica, porque saldría agotado. Creo
que éste es el escenario más probable de todos los vistos aquí, pero si
bien Siria saldría muy perjudicada, Rusia se posicionaría como una
potencia mundial de referencia, no solamente en poderío atómico, sino
hasta político, y junto a China e Irán formarían un bloque que liderará
otros países del mundo.
En cualquiera de los 2 escenarios la otra perdedora sería Turquía, en
especial con el problema kurdo. Eso sí, recuerden que ninguna de las
guerras previstas ni la conspiración-rebelión de Siria se puede dar sin
la participación crucial de Turquía.
Y si se llega a una guerra abierta, en todos los frentes, en el Mar
Negro, en el Mediterráneo y en el Golfo Pérsico, el resultado sería
impredecible, pero todos saldrían perjudicados. Esperemos que no se
llegue a dar este escenario.
Al final, una reflexión: si en vez de pensar en cómo pelear, se
sentaran a conversar y en cómo hacer para mejorar las relaciones
económicas, políticas, sociales y culturales, ¿el mundo no sería más
agradable? No haría falta hacer ningún análisis de guerras ni gastar
tanto dinero en destrucción. Parafraseando a los hippies, “hagan el
comercio y no hagan la guerra”.
(*) Economista, M.Sc.
Que super chevere esta WEB... MUCHAS GRACIAS PERCY excelente tu trabajo.
ResponderEliminarSaludos desde el Ecuador!!