La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos espió a las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y a la Venezuela
presidida por Hugo Chávez, según ha informado el diario 'The New York
Times', basándose en los documentos filtrados por el ex analista de la
NSA Edward Snowden.
Al parecer, la NSA puso en marcha la 'Operación
Orlandocard', con la que sobrevoló Colombia para informar a su Gobierno
sobre la localización y los planes de las FARC y creó un sistema
informático denominado 'Honeypot' con el que interceptó más de mil
correos electrónicos que calificó "de potencial interés futuro".
El espionaje de la NSA en América Latina también se dirigió hacia
Venezuela, uno de los seis "objetivos duraderos" de la Inteligencia
estadounidense, junto con Corea del Norte, China, Rusia, Irán e Irak,
que son misiones oficiales desde 2007.
El objetivo
de la NSA en este caso era evitar que la Venezuela 'chavista'
"consiguiera su objetivo de convertirse en un referente regional y
llevara a cabo políticas con un impacto negativo en los intereses
globales de Estados Unidos".
La vigilancia se
centró en las relaciones económicas de Venezuela con países como China,
Rusia e Irán. Según un miembro de la NSA en Texas, la NSA espió las
comunicaciones de los altos funcionarios económicos para obtener
ventajas políticas.
Otro de los mayores focos de
interés de la NSA en la región fueron las organizaciones criminales, en
concreto las redes de narcotráfico, a las que rastreó desde Colombia,
Ecuador, Panamá y Jamaica hasta Canadá y Países Bajos.
Otros casos
El escándalo del espionaje de la NSA en América Latina se destapó
el 2 de septiembre, cuando la cadena O'Globo reveló que la NSA espió a
la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y al presidente mexicano,
Enrique Peña Nieto, cuando aún era el candidato del Partido
Revolucionario Institucional (PRI) a las elecciones del 1 de julio de
2012.
De acuerdo con esta información, la NSA
espió llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de texto de
Rousseff y varios de sus "asesores clave", así como de Peña Nieto y
nueve miembros de su equipo de campaña electoral.
Tras ello, los ministerios de Exteriores de Brasil y México convocaron
con carácter de urgencia a los embajadores estadounidenses en sus
respectivos territorios para pedir explicaciones sobre el espionaje a
sus presidentes.
Además, Brasil amenazó con
llevar este asunto a Naciones Unidas, mientras que México propuso
imponer sanciones multilaterales a Estados Unidos, si finalmente se
demuestra que el contenido de los documentos de la NSA es cierto.
Sin embargo, las revelaciones han continuado. Según los documentos
filtrados por el extécnico de la NSA Edward Snowden, la NSA también ha
espiado a Petrobras, empresa pública brasileña que ha descubierto
varias de las mayores reservas de petróleo mar adentro.
A ello, la revista brasileña 'Istoé' sumó que Estados Unidos ha
puesto en marcha -con la ayuda de Reino Unido, Canadá, Australia y
Nueva Zelanda- el programa 'Echelon' con el que espía desde la isla de
Ascensao, en el Atlántico Sur, las comunicaciones de Brasil, Argentina,
Uruguay, Venezuela y Colombia.
Esta semana, el
diario peruano 'La República' ha revelado que la NSA espió a ocho
ciudadanos peruanos por sus supuestos vínculos con grupos terroristas y
narcotraficantes. El Gobierno de Ollanta Humala ha negado que
estuviera al tanto de ello.
Tomado de http://www.cuatro.com
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