Un mes antes de las elecciones cruciales del 8 de diciembre
Sus logros nos benefician a TODOS. ¡Vamos a defenderla!
Hay que generar una movilización comunicacional mundial.
Nadie me lo pidió pero propongo que, masivamente, nos pongamos a mandar
recaditos, mensajes y comunicados urgentes al pueblo revolucionario de
Venezuela. Nada mal estaría decirle cosas al oído, cosas de hermanos, de amor
fraterno, de necesidad y de urgencia. Por ejemplo: ¡Venezolanos, camaradas! sus
votos también nos representan en Bolivia, en Cuba, en Ecuador, en Nicaragua, en
Colombia, en México… salgan y voten por todos nosotros, salgan y triunfen una
vez más, con su fortaleza moral, con su revolución a galope, salgan como nunca
y triunfen como se debe. Expresar la solidaridad internacional no implica
ignorar ni anular los debates internos que pueden tener un valor sustancial
pero que no deben impedir multiplicar nuestras fuerzas apoyados, también, en la
movilización de países hermanos. Que nadie se quede en su casa que nadie eluda
su responsabilidad de votar por todos nosotros. ¿Es mucho pedir?
Nadie me lo pidió pero siento la necesidad y la premura
(acaso por impotencia) de llamar a quienes pueda y como pueda para convencerlos
de conectarse con Venezuela. Convencerlos de saberla y de sentirla,
convencerlos de entenderla y acompañarla con lo que se tenga y como se debe.
Convencerlos, en fin, de hacer saber a la revolución venezolana cuánto nos
importa y cuánto la necesitamos triunfante y contundente. No estaría mal.
Veamos.
Venezuela ha llevado la lucha de clases a un plano más
avanzado que había sido silenciado de mil maneras. Casi sería necesario
agradecer a sus agresores y golpistas la diversidad de canalladas, la velocidad
y la abyección invertidas para organizar sus ataques porque eso nos simplifica
las tareas, nos ahorra esfuerzos y nos esclarece el camino de la revolución.
Hoy es extraordinariamente claro que la Revolución Venezolana nos beneficia a
todos (a todos los proletarios que buscamos la unidad) para acortar distancia
entre la realidad que nos abruma y la conciencia que necesitamos para actuar
correctamente. El pueblo revolucionario de Venezuela se ha propuesto destruir a
la burguesía eso es un gran ejemplo, es una inspiración y es una conquista
magnífica. Es preciso que se expanda y se profundice. Voten todos.
Veamos. Los logros ejemplares de la revolución venezolana en
materia de salud, vivienda, educación y trabajo… son, entre mil cosas, un
regalo y una escuela que, en el tiempo brevísimo que lleva la revolución, ya
produjo beneficios directos e indirectos a muchos pueblos y camaradas
latinoamericanos (y no solamente). La lista es enorme si sólo tomamos como
ejemplo el aporte de las “Misiones” que abren los ojos venciendo enfermedades,
que abren los ojos del alma y del pensamiento.
Veamos. Venezuela con su revolución socialista nos ha
regalado la certeza definitiva de que la lucha por la dignidad conduce al
triunfo de las aspiraciones democráticas más profundas y sinceras de los
pueblos. La palabra de esta Venezuela revolucionaria es hoy en el mundo la
palabra de la esperanza y del compromiso que anima a muchos y que despierta a
los pueblos. Le debemos a esta Venezuela revolucionaria su fortaleza simbólica,
su riqueza histórica, sus valores combativos y su moral guerrera que, pese a
los pesares, endógenos y exógenos, no pierde el rumbo y no pierde la calma.
Veamos. Las cifras de Venezuela, aun en el momento de la
peor crisis económica mundial (ocasionada por el capitalismo y sus
perversiones) sostienen su ritmo real de crecimiento y sus programas
fundamentales de desarrollo revolucionario. Ningún país europeo con la
petulancia de llamarse “primer mundo” pude decir (a estas horas) lo mismo.
Venezuela ha dado pasos firmes hacia la planificación de la economía
subordinada al beneficio colectivo y hacia la subordinación de la política a la
voluntad democrática y la justicia social. Hay cifras a raudales. Muy pocos
pueden presumir lo mismo.
Por esto y más, propongo que nos propongamos la tarea de
hacer saber a Venezuela cuánto nos importa y cuánto de vital tiene para todos
nosotros un triunfo democrático contundente en sus elecciones próximas. Hacerle
saber, de mil maneras, qué aprendimos, qué recibimos y qué agradecemos de su esfuerzo,
talento y ejemplaridad revolucionaria. Hacerles saber que sus triunfos nos
hacen falta en la medida en que ellos hacen lo que muchos no podemos. Por
ahora.
Pero se trata de hacerlo saber para animar a los
convencidos, a los dudosos y a los no convencidos también. Para movilizar una
corriente mundial de aliento que sea contagioso y que saque a todos a votar
ante las elecciones venideras. Que se logren cifras record, que la afluencia
sea inédita. Que salgan todos y que voten todos acompañados fraternalmente por
cientos de pueblos hermanos que se saben beneficiados y co-responsables por el
ascenso de la revolución y su multiplicación mundial. Que logremos hablar al
corazón de cada venezolano y también al pensamiento de cada venezolano que
lleva a hombros el trabajo de profundizar la revolución para que sepa cuánto
vale para nosotros fuera de su país y cuánto nos importa su obra colectiva y
socialista. Que sienta, pues, en sus manos (a la hora de votar) la
responsabilidad histórica y el privilegio de tener el pulso hermano de millones
de almas solidarias en todo el mundo.
Se trata de abrir un espacio para una campaña
internacionalista que le cuente a Venezuela la importancia de sus votos y
cuánto nos urge, en cada país, su triunfo ejemplar en las elecciones próximas.
Pedir por todos los medios mensajes para el pueblo revolucionario de Venezuela,
que le cuenten por qué es tan valioso su voto y por qué la revolución
venezolana es responsabilidad internacional. Se trata de encontrar una y mil
maneras de hacer llegar mensajes… y luego replicarlos para que se muestren en
todos los medios alternativos y comunitarios, prensa obrera, prensa de
movimientos sociales, prensa universitaria… blogs, páginas, twitters… La idea
es generar una movilización comunicacional que llegue a todos (incluidos los
indecisos) para salir a votar porque un continente entero acompaña las
elecciones y depende también de su triunfo. Somos millones ¿Nos ayudas?
Un
mensaje, siempre vigente, al pueblo hermano
Autor:
Fernando Buen Abad Domínguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario