A 50 años de la firma del Acta de Derechos Civiles en 1964, los
estadounidenses enfrentan serios desafíos ante los tímidos progresos de
los últimos años y las amenazas que se ciernen sobre estos.
Este 10 de abril se conmemora la firma del histórico documento que
protege especialmente a las minorías, en especial a hispanos y negros,
contra la discriminación en todas las esferas de la sociedad.
Durante un discurso en la biblioteca presidencial Lyndon B. Johnson en Austin, Texas, la víspera, el expresidente James Carter lamentó que los progresos en los últimos cincuenta años en la referente a la desigualdad racial "han sido más tímidos de lo esperado".
Ese escenario enfrentará el presidente Barack Obama cuando pronuncie un discurso el jueves en la denominada Cumbre de Derechos Civiles para recordar el momento en que Johnson promulgó la ley nacida con el objetivo de acabar con la discriminación en Estados Unidos.
Durante un discurso en la biblioteca presidencial Lyndon B. Johnson en Austin, Texas, la víspera, el expresidente James Carter lamentó que los progresos en los últimos cincuenta años en la referente a la desigualdad racial "han sido más tímidos de lo esperado".
Ese escenario enfrentará el presidente Barack Obama cuando pronuncie un discurso el jueves en la denominada Cumbre de Derechos Civiles para recordar el momento en que Johnson promulgó la ley nacida con el objetivo de acabar con la discriminación en Estados Unidos.
Un asunto que ocupa a
los estadounidenses se refiere a la desigualdad salarial a más de 50
años de que el presidente John F. Kennedy aprobara la Ley de Igualdad de
Salarios (Equal Pay Act) para acabar con la discriminación salarial
entre hombres y mujeres.
Pese a esa y otras leyes posteriores, y
mientras la población femenina ganó en preparación profesional, hoy los
hombres todavía cobran más que las mujeres en los mismos puestos de
trabajo, en especial las latinas, que se llevan el peor cheque a casa.
Según Carter ese es un abuso de derechos humanos del mayor nivel, que necesita ser abordado por cada estadounidense.
Otras situaciones ponen en tela de juicio la observancia de los
derechos civiles, ya sea por el incremento de los abusos sexuales contra
las mujeres o el espionaje de las comunicaciones de millones de
personas por entidades federales como la Agencia Nacional de Seguridad.
El problema de la desigualdad racial, con negros y latinos considerados
como personas de segunda clase, también acapara titulares en los
últimos días y según dijo Carter todavía existe "una importante
disparidad en términos de desempleo, en calidad de la educación, muchas
escuelas del sur están todavía segregadas".
En el marco de la
celebración destaca una reciente decisión de la Corte Suprema de
Justicia que posibilita la llegada sin límites del dinero a la vida
política del país, con lo cual los ricos deciden definitivamente el
destino de la nación, según remarcan importantes publicaciones como el
diario The New York Times.
A escasas horas de la conmemoración
muchos temas aun tienen tímidos avances en su aplicación, no sólo la Ley
de Derechos Civiles, también las Leyes de Derechos Electorales, de
Salud, la de Equidad de Vivienda y las principales medidas en materia de
inmigración, la educación, el control de la armas y el aire limpio y el
agua.
Incluso, muchos políticos y organizaciones
estadounidenses estiman hoy que el país tiene una gran deuda con la
aplicación del Acta de los Derechos Civiles.
Prensa Latina
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