Aristóteles
no tuvo reparos en lanzar una frase lapidaria que luego serviría, sin lugar a
dudas y al cabo del tiempo, para enmarcar a la auto titulada ONG francesa
Reporteros Sin Fronteras (RSF): “El
castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad” (apunto yo:
alguna rara vez).
Reporteros
Sin Fronteras (RSF), vinculada y financiada por el Departamento de Estado
norteamericano, así como otras partidas secretas de tapaderas de la CIA, carece
hoy de credibilidad por todo el mundo, al extremo que llegó a ser
bochornosamente excluida de la lista de Organizaciones No Gubernamentales
asociadas a la UNESCO. Desde el 2008, RSF ha sido desconocida por la UNESCO, en
varios momentos, por su falta de ética. ¿La causa? El haberse trasformado en
instrumento de guerra ideológica contra naciones progresistas, así como ser
sujeto activo de planes desestabilizadores contra esos países.
Los
vínculos de RSF con servicios de
inteligencia foráneos, destapados a la opinión pública mundial en varias ocasiones, así como su sumisión a los designios de manipulación
mediática de EE UU, tuvieron que ser aceptados por Olivier Basille –sustituto del
antiguo director general de Reporteros sin Fronteras y su fundador, desde el
2008: Robert Ménard-, cuando admitió que su antecesor estableció relaciones
cuestionables con el Center for a Free Cuba, vinculada a la CIA y a la USAID a
través de Frank Calzon.
Aunque
se quiso enmascarar que el Center for a Free Cuba era un engendro de la
contrarrevolución anticubana en el exterior, lo cierto es que fue creada en los
laboratorios de guerra sicológica de la CIA y manipulada por la USAID para fabricar
y mantener focos subversivos dentro de Cuba, así como mantener una arremetida
ideológica contra la Revolución.
Sin
embargo, RSF ha mantenido sin recato su papel de peón del imperio,
manteniéndose como herramienta de guerra sucia contra nuestra patria. Lo demuestran sus estrechas alianzas con entes patrocinadores de la subversión como la NED, el IRI y otros. Prueba de mala fe es su actual intención de viciar la visita que realizará mañana a Cuba el canciller
francés Laurent Fabius. Se ha conocido que RSF envió una carta abierta al alto diplomático
para que se posicione a favor del manipulado juicio de la falta de libertad de
expresión en la Isla.
RSF
parece desconocer que esta importante visita a Cuba, la cual no realiza un
canciller galo desde 1983, tiene una agenda totalmente diferente a la que
pretenden imponerle. El acercamiento entre Francia, la UE y Cuba, responde a
otras razones políticas y basadas en el respeto mutuo y la no injerencia en los
asuntos internos entre ambas naciones. El descarado intento de viciarlas es
parte de los planes desestabilizadores de la USAID y de los servicios de
inteligencia enemigos.
El
propio gobierno francés reconoció que su propósito es propiciar un acercamiento
a Cuba para fortalecer las relaciones bilaterales entre ambos estados, sobre la
base de un contexto político favorable, logrado tras el anuncio de las próximas
negociaciones entre nuestra patria y la Unión Europea.
Las
viejas prácticas manipuladoras de RSF no asustan a nadie, ni los políticos
serios aceptarán como verdades sus retorcidos infundios. La carencia de ética,
sus oscuros compromisos y su detestable y conocido papel como instrumento de
guerra subversiva y peón desestabilizador, no entorpecerán en un ápice el diálogo
franco y respetuoso entre el señor Laurent Fabius y las autoridades cubanas.
Cuba,
como siempre, acepta a quien llega con buena fe y respeta nuestros principios.
¡Bienvenido, señor Fabius!
Percy
Francisco Alvarado Godoy
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