Bulla, histeria,
despliegue de odio irracional y otros trágicos malestares provocó en los
intolerantes grupúsculos de Miami el reciente editorial del The New York Times, donde se aboga por el canje
del subcontratista de la USAID, Alan Gross, por los tres antiterroristas
cubanos detenidos injustamente desde hace 16 años, luego de un viciado juicio.
Para el diario en
cuestión, según su editorial dominical, el caso Gross “se ha convertido en el
principal obstáculo para lograr un avance diplomático” y para la
“normalización” de la relaciones entre Cuba y su par norteamericano.
No
podía faltar entre los protestones el terrorista disfrazado de Popeye, Saúl
Ramón Sánchez Rizo, provocador consumado como líder del auto titulado
Movimiento Democracia. Sus “hazañas” actuales tratan de esconder su turbio
pasado como criminal cuando militaba en el grupo terrorista Omega 7 y en Los
Jóvenes de la Estrella, involucrado en varios asesinatos y atentados contra
intereses cubanos en el exterior y dentro de los propios Estados Unidos.
Tampoco podía faltar en
este reclamo el enajenado Orlando Gutiérrez Boronat, cabecilla de los
grupúsculos Directorio Democrático, y vinculado al financiamiento de planes
subversivos contra Cuba, a la par que financista de la actividad de provocadores
contrarrevolucionarios dentro de la Isla.
También el paroxismo
sacudió a Ángel Desfana, liderzuelo del grupo terrorista Plantados y lacayo del
extremista Lincoln Díaz-Balart, quienes se han visto involucrados en planes
violentos contra Cuba.
Todos ellos estuvieron de
alguna forma inmiscuidos en las campañas para politizar el caso de nuestros
Cinco Héroes y participaron activamente en las sucias campañas para lograr
abultadas sanciones contra los mismos. Ellos fueron culpables de descargar,
como lo hacen hoy, sus odios contra la Revolución en las personas de Gerardo,
Antonio, René, Fernando y Ramón.
Este grupo de cotorras
bullangueras, quienes tratan de apropiarse de la opinión pública de la
comunidad cubana y mantener su vieja influencia sobre la política
norteamericana hacia la Isla, no pueden hacer otra cosa que cacarear. No
comprenden que nuevos vientos de cambio los han dejado atrás.
La cordura, la comprensión
de que la política imperial ha fracasado con respecto a nuestra patria, se
abren camino a pesar de los graznidos de estos mamarrachos.
Percy
Francisco Alvarado Godoy
Enlaces:
http://www.nytimes.com/2014/11/03/opinion/un-canje-de-presos-con-cuba.html?_r=1
http://www.diariolasamericas.com/4847_cuba/2779106_el-exilio-cree-inmoral-la-peticion-del-nyt-de-canjear-a-los-espias-por-gross.html
Griten, lloren o pataleen los gusanejos y sus congeneres, nuestros tres hermanos que aun permanecen en las mazmorras del imperio regresaran a la Patria antes de que finalice la venidera zafra.
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