Con
la justificación fabricada de analizar las relaciones de la ciudad de Miami y
el estado de La Florida con América Latina, esta ciudad floridana se convertirá
el próximo 2 de octubre en sede de un encuentro que agrupará a los más
encarnizados enemigos de las Revoluciones Cubana y Bolivariana. Desde el títere
de turno a cargo de la OEA, Luis Almagro; el gobernador de Florida, Rick Scott, de abierta
postura anticubana; el grupo mafioso de extrema derecha integrado por el senador
Marco Rubio y los congresistas Ileana Ros-Lehtinen, Mario Díaz-Balart, Carlos
Curbelo, entre otros; así como la dudosa presencia del jefe del Comando Sur del
Ejército de Estados Unidos, almirante Kurt Tidd y del comandante del Séptimo
Distrito de la Guardia Costera de EE.UU., Peter Brown. Junto al Pentágono
estará la mano solapada de la CIA.
Junto
a los ya nombrados estarán contrarrevolucionarios habituales encargados de
sostener la guerra mediática contra ambas naciones como el ex agente CIA Carlos
Alberto Montaner; Carlos Vecchio, cofundador del partido opositor venezolano
Voluntad Popular; el ex ministro boliviano Carlos Sánchez Berzaín; así como
rufianes como Armando Valladares, quienes pretenden encargarse de asuntos
relacionados con el tema de DDHH y “democracia” como espectáculo para atacar a
Cuba y Venezuela, así como a otras naciones progresistas del continente.
Para
tapar los sucios planes conspirativos estarán los nada inocentes figuras del
representante para Comercio de EE.UU., Robert Lighthizer, y el ministro
argentino de Producción, Francisco Cabrera. El show agrupará también a diversos
empresarios y funcionarios norteamericanos y de otros gobiernos de derecha,
quienes buscarán la forma de continuar estimulando la guerra económica contra
los pueblos cubano y venezolano.
No
cabe la menor de las dudas que este evento estará dirigido a conspirar contra
nosotros y nuestros hermanos venezolanos, elaborar planes de contingencia para
crear las condiciones para derrocar al gobierno de Maduro y agudizar la guerra
económica e ideológica contra Cuba. Este absurdo show, abiertamente
injerencista y apoyado por la administración Trump, fracasará. No cuentan con
la real y legítima voluntad de nuestros dos pueblos soberanos.
Estados Unidos, dijo Fidel en una ocasión, no ha apoyado nunca una sola causa justa, de lo cual se infiere su simpatía con las injustas: el DAESH es obra suya, Posada Carriles también: que el Bruno Rodríguez le acabe de decir a Trump que lo ocurrido en su embajada tiene el cuño de un cerebro estadounidense de derecha, y basta ya de explicaciones al que más crímenes, de estadistas incluidos, comete en el planeta. Nos estamos rebajando aclarando al mundo no somos terroristas y que el gobierno de Estados Unidos sí: Irak, Libia, Siria, que se callen la jeta y se metan la lengua en salva sea la parte
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