lunes, 24 de junio de 2013

La CIA, Catar y la creación de Jabhat al Nusra



A pesar de las lecciones recibidas del caso Bin Laden, la historia se repite:  Estados Unidos ha armado a los grupos fundamentalistas del conflicto sirio

Una reciente entrevista a un funcionario de seguridad catarí "anónimo" ha arrojado más luz sobre los embarques clandestinos de armas dirigidos por la CIA a los combatientes de Siria. En un artículo de Reuters , el funcionario de seguridad y varios comandantes rebeldes también “anónimos” confirman que Catar ha reforzado la coordinación de flujos [plural] de armas a Siria debido a la supuesta preocupación por que las armas acaben en manos de militantes extremistas islámicos vinculados a al Qaida; los mismos militantes señalados previamente, que han formado continuamente la avanzada de la insurgencia contra el gobierno sirio: (el subrayado es mío)
“Combatientes rebeldes de Siria dicen que en los últimos meses el sistema de distribución se ha centralizado y las armas se entregan a través del Comando General de la Coalición Nacional, dirigido por Selim Idriss, un general que desertó a la oposición y es un favorito de Washington”.

Lo que han confirmado desde hace tiempo las “fuentes oficiales” a la prensa dominante es que dichos embarques de armas empezaron como por lo menos “a principios de 2012”. Podemos estar seguros, como en la mayor parte de la línea de tiempo oficial, de que en esas declaraciones se ha generalizado: es muy probable que otros embarques más pequeños de contrabando de armas a Siria comenzasen mucho antes. Declaraciones de testigos presenciales en Libia confirman que los embarques desde el puerto de Misrata, bastión del Grupo Islámico de Combate Libio, comenzaron rápidamente tras la caída de Gadafi. Sibel Edmonds también informó en noviembre de 2011, mucho antes de que lo revelara algún medio corporativo, de que la CIA, junto a sus pares turcos y de la OTAN estuvo trabajando en el “centro neurálgico” de la base aérea conjunta estadounidense-turca en Incerlik, Turquía, desde abril y mayo de 2011, coordinando a elementos “rebeldes” y a “activistas”. Edmonds plantea la teoría probable de que fue uno de los primeros sitios utilizados por la CIA y sus socios regionales para contrabandear armas, combatientes y material a Siria cuando se estableció la insurgencia.

Una buena parte de esta información, “fuentes oficiales” y discrepancias en la línea de tiempo, dan la impresión de que los medios “noticiosos” no publican información cuando la reciben y retienen partes cruciales de la línea de tiempo para ajustarla a la narrativa deseada de que “las fuerzas de Asad matan a los manifestantes pacíficos”.


Lo que nos dice el informe de Reuters es que hasta que Catar (directamente bajo el auspicio de la CIA) decidió “reforzar” la coordinación de sus suministros de armas a Siria, no hubo una coherencia o una estructura de distribución de armas una vez que llegaban a la frontera siria.

“Los cataríes pasan ahora [mayo de 2013] a través de la Coalición para ayuda y temas humanitarios y para los aspectos militares pasan por el comando militar”, dijo un comandante en el norte de Siria entrevistado desde Beirut.
Esto provoca la pregunta inmediata: ¿a quién distribuía Catar (bajo auspicio de la CIA) miles de toneladas de armas antes de abril de 2013? El informe señala a continuación: (el subrayado es mío)

“Antes de que se formara la Coalición pasaban a través de oficinas de enlace y otras formaciones militares y civiles. Esto era al principio. Ahora es diferente, todo pasa a través de la Coalición y del comando militar”.
“Hay muchas consultas con la CIA y ayuda a Catar a comprar y transportar las armas hacia Siria, pero solo como consultores”, dijo. La CIA se negó a comentar.

Por lo menos no hay que tomar al pie de la letra este ejemplo de desinformación. ¿Qué son exactamente “oficias de enlace y otras formaciones militares y civiles?” La “oposición” nunca ha tenido algo que se parezca a una formación militar. A pesar de todo, esto plantea varias preguntas importantes e introduce varias distinciones en la línea de tiempo del conflicto sirio.

Hace tiempo que sabemos que el principal proveedor de armas de los “rebeldes” era y sigue siendo Catar, directamente en “consulta” con la CIA. También sabemos que esos embarques de armas se convirtieron en una cantidad considerable a “principios de 2012” y siguieron aumentando en cantidad y frecuencia. Una investigación del New York Times confirmó este hecho, informando de que 85 aviones militares de carga volaron de Catar a Turquía llevando armas destinadas a Siria entre enero de 2012 y marzo de 2013. (La carga máxima de un avión militar es en promedio de 50-60 toneladas.) ¿Qué otras distinciones comparables en el conflicto conocemos, que comenzaron y progresaron desde “principios de 2012”?


La dinámica más clara y manifiesta que ocurrió en ese período, y también siguió aumentando, es la cantidad de muertos y el desplazamiento dentro de Siria. Como ha sido cubierta ampliamente, la cantidad mensual de muertos en Siria se casi duplicó a “principios de 2012” y siguió aumentando rápidamente. Todos los recursos disponibles y las cifras de muertos de grupos “activistas” u opositores confirman más o menos este hecho.

Otro factor crítico es directamente comparable con el aumento del flujo de armas (bajo auspicios de la CIA y Catar) y con la cantidad de muertos: el éxito, proliferación y refuerzo de Jabhat al Nusra y grupos militantes salafistas/yihadistas similares. Jabhat al Nusra o, como se les conoce ahora, el Estado Islámico de Irak y Al Sham (ISIS), estuvieron activos en Siria bajo los auspicios de su grupo “padre”, el Estado Islámico de Irak (al Qaida en Irak – AQI) durante años antes del levantamiento sirio. Por cierto, desde la formación de AQI después de la invasión estadounidense de Irak en 2003 las regiones orientales de Siria, fronterizas con el oeste de Irak y la notoria provincia Anbar han sido un centro de actividad de al Qaida.

No cabe duda de que Jabhat al Nusra y otros grupos salafistas/yihadistas que trabajan alrededor de ellos han sido la fuerza impulsora de la insurgencia armada. Durante la mayor parte del conflicto armado, Jabhat al Nusra ha encabezado los ataques insurgentes contra instalaciones militares claves de Siria: bases de defensa aérea, rutas costeras y carreteras importantes en intentos de bloquear las líneas de suministros del ejército sirio. La vasta mayoría de los ataques suicidas en áreas civiles y asesinatos de importantes funcionarios de seguridad del gobierno. Estos grupos extremistas se han convertido en los mejor equipados, más organizados, sólidamente financiados y, lo más importante, los más exitosos sobre el terreno. Mientras EE.UU. y sus aliados del Golfo afirman que solo han armado, entrenado y apoyado a rebeldes “examinados” y “moderados” la realidad en Siria no se parece de ninguna manera a esas afirmaciones.


Ahora nos quedan algunas opciones teóricas. Primero: la CIA afirmará, como lo ha hecho el gobierno de EE.UU., que solo “coordinó” la entrega de armas y apoyó a grupos moderados; el hecho de que se hayan unido a extremistas va más allá del control de la CIA. Por lo tanto transfieren toda la culpa a Catar o a los contrabandistas de Turquía que transportaron las armas a Siria. De nuevo, el servicio de inteligencia catarí también puede intentar una “negación creíble” echando la culpa a los contrabandistas y rebeldes que controlan el flujo en la frontera turca. Incluso si fuera cierto, ¿absuelven las ramificaciones de esta política la imprudencia temeraria de todo eso? ¿La evidente destrucción que ha causado? ¿El refuerzo a los extremistas que ha permitido?

Otro probable resultado, o la negación de la asociación con estos grupos, será que el Ejército Árabe Sirio (SAA) y el gobierno sirio, debido a su supuesta dirigencia de mayoría alauita, hizo una decisión consciente de inyectar sectarismo al conflicto a fin de aplastar el movimiento de protesta. Si se estudian más de cerca las ofertas del gobierno sirio al movimiento de protesta pacífico y las concesiones que el gobierno de Asad hizo durante las primeras etapas de las protestas, resulta difícil otra vez ver algún hecho real que confirme la intención de Asad de dividir Siria e iniciar una guerra sectaria con todas las de la ley. En realidad hizo muchas concesiones incluidas liberaciones masivas de prisioneros políticos; una nueva constitución que prometía la pluralidad política y la limitación de los períodos presidenciales; la dimisión de varios gobernadores regionales y la dimisión total del gabinete sirio. Esas concesiones no llevan la marca de un líder que trata de marginar a la mayoría demográfica del país, en el cual la población suní estaba y sigue estando fuertemente representada en el gobierno y en el ejército.


Lo más probable es que la CIA, junto a sus socios cataríes, conociera perfectamente a los ideólogos que estaba armando y reforzando y optó por seguir esa política, simplemente porque era la más efectiva para debilitar al ejército sirio y dividir el tejido pacífico y multiétnico de la sociedad siria. Como señalamos anteriormente, Jabhat al Nusra encabeza la lucha en Siria. Son los que han destruido bases de defensa aérea de Siria en numerosas ocasiones. Cuesta imaginar la amenaza que los misiles antiaéreos y radares de defensa plantean a los pequeños grupos insurgentes con armamento ligero, lo que sugiere que esos grupos actuaban bajo órdenes del exterior o gracias a la inteligencia que les suministraban con el fin de debilitar las capacidades de defensa estratégica de Siria.

Para los que estudian los implacables intentos de subversión y desestabilización de los gobiernos de EE.UU., esta táctica de fomentar y apoyar a los extremistas islámicos no será una sorpresa. No es solo la capacidad táctica y la experiencia en la batalla lo que ha llevado a Jabhat al Nusra (AQI) a su rol de liderazgo sin dinero, armas y un cierto atractivo psicológico para conquistar reclutas, la experiencia no significa nada.

Esos grupos, supuestamente con origen de “al Qaida”, que representan una ideología imprecisa y maleable, mucho más que un grupo de militantes de funcionamiento coherente, capaz de una guerra internacional; forman la “tropas de choque” sectarias que EE.UU. y sus aliados acordaron fomentar y apoyar en sus intentos de bloquear la “resistencia” dentro de “la media luna chií” y han crecido, de un modo bastante literal, más allá de todos los medios de control. Catar (según “consultas” con la CIA) ha alentado, patrocinado y armado tácitamente a los mismos grupos que ahora se destacan: los de una ideología extremista salafista/yihadista que adopta el odio sectario contra grupos chiíes y minoritarios para promover la división y el caos social. Esto ocurrió supuestamente bajo la nariz de la CIA, con su “consulta” tácita, ¿y no lograron detectar el dinámico desarrollo extremista y su rápida expansión? Otra posible ventaja adicional para EE.UU. y sus aliados fue señalada recientemente por el comentarista político libanés Dr. Asad Abu Khalil que dijo:


Al describir al Frente Nusra como organización terrorista, el gobierno de EE.UU. ha licenciado básicamente a todos los demás grupos armados sirios para participar en todo tipo de crímenes de guerra. Por lo tanto todo lo que un grupo armado tiene que hacer para no ser castigado por crímenes de guerra es simplemente mostrar la bandera de Nusra. Es todo lo que se necesita. Por lo tanto, un grupo armado perteneciente al manto del Ejército Libre Sirio, por ejemplo, puede realizar un crimen de guerra y emitir una condena el día siguiente. Es una licencia ilimitada para crímenes de guerra.

Un fuerza de combate por encargo hecha y derecha y totalmente maleable, que promueve la subversión, la división sectaria, y el caos total para lograr el objetivo deseado por EE.UU. de la destrucción del Estado sirio, ergo: eliminar a un aliado clave de Irán y la resistencia a la hegemonía occidental en Medio Oriente. Cuando el extremismo y la brutalidad son demasiado obvios para permitir el pleno apoyo occidental, EE.UU. los califica de “terroristas”, y con un cambio de vestimenta, se convierten en la falsedad que es el “ELS”.


23 de junio de 2013 | 02:33:19
Phil Greaves
Information Clearing House


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