La
Policía de Miami Dade ha monitoreado la actividad de la Flotilla Democracia.
Percy
Francisco Alvarado Godoy
6
de diciembre de 2011
Varios
documentos desclasificados del Departamento de Policía de Miami-Dade demuestran
la preocupación que ha tenido el gobierno norteamericano sobre la actividad
provocadora de Ramón Saúl Sánchez Rizo y su Movimiento Democracia, así como la
peligrosidad de las flotillas realizadas por esta organización
contrarrevolucionaria en relación con el aumento de las tensiones políticas
entre Estados Unidos y Cuba.
En
1995 y 1996 se emitieron varios Informes
detallados por parte de la Oficina de Inteligencia del referido Departamento,
los que llevan el Código de Actualización CIB-306, CIB-313, CIB-314, CIB-317, CIB-96-36
y el CIB-96-45.
En
el primero de ellos, CIB-306, elaborado el 5 de julio de 1995 por el detective L.
Rodríguez, miembro de la Unidad de Inteligencia de la Policía del condado,
alertan sobre la Flotilla Democracia, la cual partió de Key West, en La Florida,
al resumir en una de sus partes: “La
información reciente recibida de diversas fuentes ha revelado la intención de
los organizadores de varias para crear un incidente internacional en el
transcurso de dicho evento. Fuente declaraciones han revelado que Ramón
Saúl Sánchez (jefe de la Comisión Nacional Cubana) y José Basulto (jefe de
Hermanos al Rescate) están actualmente involucrados en un esfuerzo por obtener
un buque que se utilizará exclusivamente para entrar en aguas territoriales
cubanas y tratar de desembarcar en el Puerto de La Habana.”
Este
mismo informe apunta más adelante: “En el
caso de que cualquier buque registrado en EE.UU., de los que participan en la
flotilla intente entrar en aguas territoriales Cuba, hay una probabilidad de
que dicho buque será desafiado o abordado por las autoridades cubanas de la
Guardia Costera. Como resultado de tales abordajes, miembros de la tripulación
se podría sugerir a una breve detención o posible arresto y el enjuiciamiento.”
Este
informe concluye: “Debido a la
sensibilidad de este evento, la Sección de Inteligencia Criminal supervisará
todas las actividades y se envíen informaciones adicionales en forma
expedita.”
En
otro informe de seguimiento a la actividad de los miembros del Movimiento
Democracia, conocido como CIB-313 y emitido el 4 de agosto de 1995, el propio
detective Rodríguez enfatizó: “El 2 de
septiembre de 1995, Democracia, la coalición recién formada de grupos de
exiliados cubanos disidentes patrocinará una flotilla que viajará desde Key
West, Florida, para dentro de 12 millas de la costa de Cuba.(…) Con base en la
atención de los medios y el interés comunitario desarrollado a lo largo de un
evento similar que tuvo lugar el 13 de julio de 1995, la Sección de
Inteligencia Criminal ha dado seguimiento a los planes de ir para dicha
flotilla.”
En
esta oportunidad se hace referencia a que Richard A. Nuccio, asesor principal
de políticas de Asuntos Interamericanos del Departamento de Estado, participó
en una reunión con el órgano de Aplicación de la Ley del Departamento de
Policía, ubicado en la 22 Avenue y West
Flagler Street, donde discutió la política de la administración con respecto a
la flotilla. En este caso se instruyó a la Oficina de Inteligencia Criminal dar
seguimiento continuo e informar de inmediato sobre los planes del Movimiento
Democracia.
Asimismo,
en el informe CIB-314, fechado el 14 de
agosto de 1995 y elaborado por el propio detective Rodríguez, se mostraron las
contradicciones existentes entre el jefe del Movimiento Democracia y otros
miembros de la contrarrevolución asentada en La Florida. En este caso, se
informa: “El 8 de agosto de 1995, Arturo
Cobo, jefe de la Casa Cuba Balseros, de
tránsito en Key West, Florida, fue recibido por las autoridades de la Oficina
del Sheriff del Condado de Monroe y él hizo la siguiente declaración: Cobo y
otros jefes de las diversas organizaciones del exilio cubano no están de
acuerdo con los organizadores de la Flotilla y muy probablemente no participará
en la próxima flotilla.” (…) Cobo concluyó que no cree que cualquier envío de
armas estaba involucrado, pero un enfrentamiento con la Guardia Costera de los
barcos de Cuba sería inevitable.”
El
9 de agosto de 1995, otra vez Richard
Nuccio, manifestó la preocupación de la Oficina del Procurador General de los EE.UU.
con los planes en curso para una próxima flotilla de organizaciones del exilio
cubano. En este sentido, el Departamento de Estado advirtió en esos
momentos que “quien intente entrar en
territorio cubano, las aguas territoriales o el espacio aéreo sin autorización
del gobierno cubano, puede ser sometido a detención u otras acciones por las autoridades cubanas por la violación
de las leyes cubanas.” Obviamente, Nuccio valoró la declaración pública del
Gobierno de la República de Cuba, emitida el 14 de julio, en la cual reafirmó su "firme determinación"
para tomar las medidas necesarias para defender la soberanía territorial de
Cuba y para evitar las incursiones no autorizadas en aguas territoriales
cubanas y su espacio aéreo. Por ello, se puntualizó: “El Departamento de Estado insta a todas las personas que deseen viajar
a Cuba o para entrar en aguas territoriales de Cuba o del espacio aéreo, a
hacerlo a través de medios seguros, ordenados y legales, y para evitar riesgos
innecesarios a sí mismos y a otros.”
La
desaprobación de Saúl Ramón Sánchez Rizo a las posiciones del gobierno
norteamericano se puso de manifiesto en una reunión que sostuvo el 10 de agosto
de 1995 con el sargento Joe López y el Detective Luis Rodríguez, del Departamento de
Policía de Miami Dade, a los que comunicó que mantendría sus planes de llevar a
cabo la incursión provocadora de septiembre de 1995. Sin parpadear apenas,
amenazó a los miembros de la Oficina de Inteligencia Criminal con incitar a la
desobediencia civil en el caso de que le prohibieran sus planes en marcha. En
esta reunión participó el terrorista César Ray, miembros de la criminal
organización Comandos L.
Días
después, el 23 de agosto, la Oficina de Inteligencia del Departamento de
Policía de Miami Dade emitió el informe CIB-317, elaborado por el detective
Luis Rodríguez, en el cual destacó lo siguiente, ante la continuación de los
planes de Sánchez Rizo: “Como resultado,
el gobierno cubano ha aumentado su presencia militar en o alrededor del área de
la playa de Varadero. En anteriores comunicado, el gobierno cubano informó al
Departamento de Estado de EE.UU. que la violación de las aguas cubanas y del
espacio aéreo se traducirá en una represalia militar contra los culpables
tales. Como quedó demostrado en una flotilla antes, el gobierno cubano de la
Guardia Costera y la Fuerza Aérea tendrá un papel importante en la prevención
de aeronaves extranjeras o los vasos de entrar en su territorio soberano.”
Lo
importante de este informe CIB-317, es que la propia policía de Miami Dade
reconoció en aquellos momento tener conocimiento sobre la preparación de la
oleada terrorista contra Cuba, por parte de contrarrevolucionarios cubanos
asentados en su ciudad. Al respecto, se dice en este informe: “En la actualidad, se sabe que varias organizaciones
del exilio cubano están planeando etapa de actos de sabotaje contra
instalaciones del gobierno cubano. Tales actos, aunque independiente de los
planes de la flotilla deben ocurrir el 2 de septiembre de 1995. (…) Como resultado, los representantes de ABC
Charters Inc. han expresado su preocupación por la seguridad de los pasajeros,
ya que uno de sus vuelos se llevará a cabo durante esa fecha. Estas
preocupaciones se han puesto en conocimiento del Departamento de Estado de
EE.UU. y el personal del aeropuerto del Distrito debe ser consciente de la
misma, en caso de posibles actos de terrorismo en contra de la Compañía Charteadora
o las aerolíneas LACSA.”
Posteriormente
se confirmó que ABC Charters utilizaría
un avión de LACSA durante su vuelo del 2 de septiembre.
Otro
de los detectives de la Oficina de Inteligencia Criminal de Miami Dade, W.
Vigoa, emitió el informe CIB-96-36,
fechado el 22 de abril de 1996, en el cual anuncia los planes para implementar
otra flotilla por parte del Movimiento Democracia, precisamente para realizarse
el día Primero de mayo de 1996, cuando miles de cubanos desfilarían en la Plaza
de la Revolución. Según el informe: “La
flotilla fue organizada para coincidir con el evento anual, para provocar la
comunidad cubana de la isla a rebelarse contra el gobierno cubano.”
El
Movimiento Democracia preparó otra provocación para el 13 de julio de 1996,
según informó el detective A. Godoy en el informe CIB-96-45, con fecha de 12 de
julio de ese mismo año. El policía
miamense destaca al respecto: “Los planes
para una flotilla patrocinado por el Movimiento Democracia siguen vigentes. La
flotilla se moverá desde Key West, Florida, el 13 de julio de 1996, con el fin
de llevar a cabo una ceremonia de duelo en aguas internacionales. Ramón Saúl
Sánchez, líder del movimiento ha declarado que la flotilla, hasta la fecha, se
compone de 25 buques registrados y 9 aviones pequeños. (…) Fuentes de
inteligencia han puesto de manifiesto, que los líderes del movimiento han
expresado su intención de mantener los barcos fuera de las aguas cubanas y
obedecer el decreto presidencial. Sin embargo, pasadas declaraciones de Sánchez
han dado a entender que los buques designados de la flotilla podría cruzar el
límite de 12 millas.”
Todos
estos informes evidencian que las autoridades norteamericanas estuvieron
siempre al tanto de las actividades provocadoras de Saúl Ramón Sánchez Rizo y
del empleo de las flotillas como elemento para enrarecer las relaciones entre
Estados Unidos y Cuba.
(Continuará)
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