lunes, 14 de mayo de 2018

La bochornosa hora de bendecir al criminal sionista


Realmente no puedo callarme y permanecer impasible ante tanta indolencia. Tal parece que los herederos de las víctimas del holocausto judío han olvidado su propia historia de sufrimiento y se han convertido las FDI –por obra y gracia de la vileza humana– en los nuevos fiduciarios de las SS nazis. ¿Es posible, pues olvidar simplemente el viejo dolor y transformarlo en detestable criminalidad?
Israel ha celebrado su 70 aniversario de existencia como colofón del despojo y con el alma ensangrentada. Nació por mandato de naciones poderosas provocando la Nakba –la expulsión inicial indiscriminada de 800,000 palestinos, que ha alcanzado la cifra de 6 millones de desplazados forzosamente de sus tierras en décadas posteriores– y fue el preludio de una de las mayores injusticias conocidas en el siglo pasado. También el mundo ha olvidado la Resolución 194 de la ONU, del 11 de septiembre de 1948, y particularmente el Artículo 11 de la misma, que refrenda el derecho del pueblo palestino al retorno a sus hogares y ser indemnizadas. Esta es ignorada deliberadamente por Israel a pesar de su vigencia. Lo mismo ocurre con la Resolución 3236 de la ONU, fechada el 22 de noviembre de 1974 que reafirma el “derecho inalienable de los palestinos a regresar a sus hogares y recuperar sus bienes desde donde quiera que se encuentren desplazados y desarraigados y pide su retorno” y el derecho de la autodeterminación del pueblo palestino.
Miles de palestinos protestan hoy al recordar este vejamen hecho contra ellos a lo largo de la valla de seguridad que separa la Franja de Gaza del territorio israelí, así como la impensada decisión de USA de colocar allí a su embajada, en alianza con repudiadas naciones cómplices como Guatemala y Paraguay, a los que piensan imitar otros pocos serviles partícipes y de dudosa actitud como El Salvador.
Cerca de 40 nuevos mártires, incluyendo a niños y adolescentes, como el caso de Az-Adin Asamak, un niño de 12 años, se han sumado a las víctimas de la violencia sionista y cerca de 2,000 heridos ha provocado la brutal represión bendecida por Trump y sus socios. Ya han sido asesinado 91 desde el 30 de marzo. 
¿Podremos dormir tranquilos cuando se comete tanto crimen y se ultraja a todo un pueblo hermano? ¿Podremos permitirles a nuestros gobiernos que se sumen a la vil componenda de abrir embajadas en Jerusalén dando un espaldarazo al criminal? Nosotros tenemos la palabra

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