En una guerra que ya dura más de medio siglo
en lo único que han tenido éxito los mercenarios al servicio de Estados
Unidos es en tomarle el pelo, o mejor dicho el dinero, a los ingenuos.
Los
herederos de la derrotada, en 1959, dictadura de Batista han usado todo
tipo de ardides para despalillar inescrupulosamente, ya sea tanto a
sucesivas administraciones de Washington, al emigrado por razones
económicas y hasta personas de otras naciones ajenas al “negocio” de la
contrarrevolución cubana en Miami.
La última estafa de este tipo parece
ser el proyecto recientemente lanzado por la llamada Fundación para los
Derechos Humanos en Cuba (FHRC) que se conoce como Conecta Cuba.
Según asegura, en inglés, la pagina
web de dicha organización: “la Fundación para los Derechos Humanos en
Cuba (FHRC) realmente necesitan de su ayuda para que nuestra campaña de
derechos humanos para Cuba sea un éxito épico”.
La “ayuda”, que en la jerga de la mafia anticubana de Miami significa dinero,
según los organizadores de conecta Cuba es necesaria para: “producir
un vídeo de la campaña de alta calidad acerca de la actual situación de
los derechos humanos en Cuba, lanzarlo en línea, junto con una canción
original que se está desarrollando actualmente para inspirar a la
comunidad internacional en el apoyo al movimiento de derechos humanos en
Cuba, firmar una importante petición global, y crear un apoyo mundial
para el movimiento de derechos humanos en Cuba. También tenemos planes
para relanzar nuestra página web con frescas y novedosas funciones,
incluyendo una forma más sofisticada de informar nuestro trabajo de
derechos humanos a través de Google Maps, una nueva y genial plataforma,
y el comercio electrónico”.
Y agregan los últimos estafadores:
“Habrá muchas formas de participar, una vez se inicia la campaña, pero
realmente necesito tu ayuda ahora mismo para poner en marcha este
proyecto puntual y único”.
El discurso de la FHRC es muy
similar, por cierto, al utilizado por la bloguera mercenaria Yoani
Sánchez por estos días durante sus intervenciones en la SIP o en el
Congreso de la Academia de la Lengua.
Mientras Yoani asegura que los cubanos
burlan la censura gubernamental sin internet mediante el uso de
memorias y otros aditamentos informáticos, la FHRC, según su página web,
se ocupa de “recaudar fondos para proporcionar recursos como: unidades
de almacenamiento de información (discos duros y memorias flash),
teléfonos celulares inteligentes, recargas, computadoras, y otras formas
de tecnología para el proyecto “Internet sin Internet” cuyo propósito
es proporcionar información sin censura al pueblo cubano”.
La supuesta “información sin censura
al pueblo cubano”, asociada siempre a la llamada libertad de expresión,
no es otra cosa que un reclamo cínico a la libertad de subversión
ideológica a través de medios de comunicación financiados por el
gobierno de Estados Unidos al estilo de ese emporio de la mentira contra
Cuba que es la emisora Radio TV Martí, la cual, desde su fundación en
los años ochenta hasta la fecha, le ha costado más de 700 millones de
dólares al contribuyente norteamericano.
Tanto Yoani Sánchez, como la llamada
Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, están a tono con los nuevos
avances tecnológicos y con la actual estrategia de la guerra del
gobierno de Estados Unidos contra Cuba.
Como declaró el 7 de junio de 2012, la
Secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental,
Roberta S. Jacobson: “En Cuba, la prioridad de la administración Obama
es capacitar a los cubanos para que determinen libremente su futuro.
Nuestra política reconoce también la importancia de participar con
activistas en pro de la democracia y los derechos humanos que han estado
trabajando durante años para ampliar los derechos políticos y civiles
de todos los cubanos. (…) Nuestros programas en Cuba proporcionan ayuda
humanitaria a los presos políticos y a sus familias, apoyan la
documentación de las violaciones de los derechos humanos, y fomentan el
libre flujo de información hacia, desde y dentro de la isla.
Constantemente apoyamos y destacamos la labor de las personas que
promueven el cambio positivo en Cuba”.
Quiénes “promueven el cambio positivo
en Cuba”, ya se sabe, son los Yoani Sánchez and CIA, mercenarios
teledirigidos por la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La
Habana, donde, en franca violación del Convenio de Viena, suelen recibir
todo tipo de entrenamiento en materia de subversión.
¿Pero
qué es en realidad la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba
(FHRC) que pretende conectar a los cubanos nada menos que con la Casa
Blanca? Se trata de una dependencia de la organización terrorista
Fundación Nacional Cubano Americana, la casa matriz de la industria
anticubana en Miami; y se conoce que la FHRC fue favorecida
recientemente por la USAID con una subvención de 3,4 millones de USD que, por lo visto, ya dilapidó, vaya usted a saber en qué, cuando se ve obligada a pedir “ayuda” para Conecta Cuba.
El 1 de abril de 2011, el entonces
presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU.,
John Kerry, condicionó el desembolso de 20 millones de dólares
adicionales los programas pro-democracia en Cuba a una “revisión plena”,
debido a las denuncias del robo y desvió de dichos fondos. Entonces,
Kerry, dijo: “No hay prueba de que los programas de promoción de la
democracia, que hasta la fecha le han costado a los contribuyentes
estadounidenses más de 150 millones de dólares, estén ayudando al pueblo
cubano”.
Aunque los fondos
fueron posteriormente descongelados por la administración Obama, tal y
como ocurre desde hace medio siglo de estafas y mentiras, aún siguen
sin aparecer las pruebas de que tales programas para conseguir la
“libertad” de Cuba hayan beneficiado alguna vez a alguien más que no sea
a sus propios promotores.
Ya lo sabe, si quiere ser estafado, “ayude”, a Conecta Cuba.
Nota:
Igual pasó con la recaudación de dinero para una película sobre Yoani Sánchez. Al final, nadie sabe por dónde anda la plata.
Y hablado de dinerito, dónde están los 100 000 dólares que enviaron los "patriotas de Miami para la libertad de Cuba".
Yo creo que por Varadero andaba Yoani Sánchez y toda su familia. Y ni hablar de Berta Soler.
Y qué hizo el Coco Fariñas con el dinero de la Fundación.
El problema es que una amplia
burocracia de Miami vive de esos cuentos de tumbar a Castro, y al final,
se han metido toda la plata dedicada a este proyecto que, finalmente,
no acaba de llegar, ni llegará nunca.
Traten de no joderme el 31 de diciembre, porque tendré macho asado con mis amigos de Miami.
Escrito por M. H. Lagarde
Tomado de http://www.yohandry.com
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