Andrés González Lines |
El terrorismo
ha traído dolor a los cubanos.
Sin lugar a dudas,
cuando mayo se anuncia en cada parte de la Isla, los cubanos piensan de
inmediato en dos fechas: el Primero de Mayo en el que saldrán nuevamente a las
calles para reivindicar entre banderas la eterna primavera que defienden, así
como cada segundo domingo de Mayo, en el que celebran el Día de las Madres.
Mayo, pues,
podría decirse que se ha convertido en un mes de reafirmación del amor
hacia la Madre y hacia la Patria. Sin embargo, los enemigos de la felicidad que
brota de los cubanos, les han amargado mayo en varias ocasiones, convirtiéndolo
en un mes de tristes recuerdos y dolorosas ausencias. Es entonces cuando el
peso de los más de tres mil muertos y dos mil heridos nos duele
sobremanera y miramos al Norte de donde siempre ha venido el golpe
traicionero y criminal.
Con la muerte de
González Lines desaparecía un hombre digno. De procedencia humilde y amante
del mar, logró cumplir sus sueños al ingresar por oposición a la Academia
Naval del Mariel con vistas a hacerse oficial de la marina mercante. Militante
comunista desde 1937, se graduó finalmente como alférez de fragata de la marina
de guerra.
Designado profesor de
la Academia Naval del Mariel en 1942, se opuso al golpe batistiano del 10 de
marzo de 1952. A partir de allí, comprendiendo que ayudaría mejor a la
causa revolucionaria desde las propias filas de la marina de guerra, participó
en el levantamiento popular del 5 de septiembre de 1957 en un heroico acto de
rebeldía y amor patrio. Condenado a seis años de prisión, fue liberado en mismo
primero de enero de 1959 cuando triunfó la Revolución.
Este hombre
amante del mar, sentimiento profundo que lo llevó a fundar la Sociedad de
Amigos del Mar, murió frente al deber y amasando los más bellos sueños por los
que luchó.
Apenas
cinco días después, como una confirmación de la suerte corrida por González
Lines y su tripulación, una nave fuertemente artillada, procedente de los
Estados Unidos, atacó la lancha de vigilancia costera SV 28 al noroeste de Santa
Cruz del Norte, provincia de la Habana. Otra vez la mano criminal de la CIA y
sus asalariados de la mafia terrorista segaba la vida de valerosos hombres de
mar. Como resultado de la brutal agresión perpetrada por miembros de Alpha 66,
murieron Reynold B. Díaz, Enrique García Hernández y José López, así como
recibieron heridas otros cinco tripulantes.
El 21 de mayo
de 1966 resultó vilmente asesinado el joven soldado Luis Ramírez López,
miembro del Batallón Fronterizo, mientras hacía guardia en un puesto aledaño a
la Base Naval de Guantánamo, territorio usurpado a Cuba por Estados Unidos. La
bala asesina, disparada por un marine norteamericano, privó a este joven de un
futuro promisorio y a la Patria de un hijo digno. Como respuesta a tan atroz
crimen, miles de ciudadanos acudieron a su entierro en el cementerio de Santa
Ifigenia, en Santiago de Cuba.
El continuado
terrorismo contra Cuba en el mes de mayo se manifestó de diversas y repugnantes
formas. Desde las infiltraciones de terroristas para cometer atentados contra
el Comandante en jefe, como el ocurrido el 29 de mayo de 1966, hasta ataques a
pueblos y fábricas cubanas como el ocurrido el 13 de mayo de 1964 contra el
central azucarero “Luis Enrique Carracedo”.
Dentro de esas
intenciones de infiltrar terroristas en territorio cubano, sobresalió la
infiltración realizada el 3 de mayo de 1969 por la antigua provincia de
Oriente, ocasión en que un grupo de agentes de la CIA al mando de Amancio
Mosquera “Yarey” intentó crear focos beligerantes en las montañas cubanas y
promover hechos violentos en la zona.
También hubo ataques,
secuestros y hostigamientos contra embarcaciones cubanas como los
efectuados contra la goleta cubana “Joven Amalia” el primero de mayo de
1963, contra la embarcación “San Pedro”, realizada el 12 de mayo de 1967
y los ataques contra las lanchas pesqueras “Plataforma 1″ y “Plataforma 4″
ocurridos el 10 de mayo de 1970.
La mano de la
CIA y de las organizaciones contrarrevolucionarias cubanas atacó en diversas
oportunidades sedes diplomáticas en otros países. El 3 de mayo de 1967 hicieron
estallar una bomba en el automóvil del embajador cubano en México, provocando
heridas a cuatro personas. Siguiendo esta dirección, el 29 de mayo de 1969 fue
colocada una bomba frente al consulado general de Cuba en Montreal. % años
después, el 4 de mayo de 1974, hicieron detonar dos bombas frente al
consulado cubano en Mérida, Yucatán, en México.
Otras bombas
fueron colocadas en embajadas cubanas como en el caso de la de España (17 de
mayo de 1972) y Londres (4 de mayo de 1974).
Dentro de este
contexto de agresiones ocurridas en mayo, tal vez el hecho más repugnante lo
constituyó el incendio provocado en un edificio de 10 plantas, ubicado en
49 y 124, en Marianao, en el que se encontraba situado el círculo infantil
mayor de Cuba en esos momentos. Poniendo en peligro la vida de 570 niños y la
de otros cubanos, la mano de los enemigos de la Revolución quiso
golpearnos vilmente aquel 8 de mayo de 1979.
Muchas páginas
de terror podrían describirse en este artículo, pero la lista sería
interminable. Los asesinos que realizaron estos hechos, los mismos que el 20 de
mayo de 1995 también tirotearon impunemente el hotel “Guitart Cayo Coco”, aún
se pasean libremente en la Florida y llegan, incluso, a vanagloriarse de
sus criminales aventuras contra Cuba.
Mayo lo sabe bien
pues ha sido testigo de tanta canallada. Nosotros también lo sabemos, pues lo
hemos padecido.
Percy Francisco
Alvarado Godoy
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