Cuando uno se sienta frente
a su computadora no deja de sorprenderse de los absurdos que ve sobre el mundo
actual. La intolerancia y el extremismo no solo se observa en aquellos grupos
terroristas constantemente denunciados por sus atrocidades. También hay
políticos y líderes que ejercen posturas dignas de ser catalogadas como
enfermizas, descontextualizadas y apologetas del más condenable genocidio.
El embajador
de Israel en Washington, Ron Dermer, acaba de cometer la peor muestra de
insensibilidad humana al sugerir que las
fuerzas de defensa israelíes se merecen el Premio Nobel de la Paz, debido al
"inimaginable autocontrol" mostrado en las criminales acciones contra
el pueblo indefenso de Gaza.
Hipócrita y falsario,
intenta premiar a los soldados sionistas por no apuntar "ni a un solo
civil palestino", según dio a conocer la agencia iraní PressTV. De esta
manera, pretendía responder a las constantes críticas a su país por muchas
personalidades, gobiernos y organizaciones internacionales.
Fue
también el propio secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien expresara –mediante
una repudiable posición de hipocresía política-, su condolencia por la muerte
de soldados sionistas, nada menos que frente al primer ministro israelí,
Benjamín Netanyahu, en Tel Aviv, durante una rueda de
prensa. Se refería al escaso número de invasores, culpables de cometer el
genocidio contra Gaza, cuyo recuento de víctimas ya se acerca a los 700, entre
ellos más de un centenar de niños.
Dentro
de este contexto de hipócrita manipulación, el rabino Dov Lior, que oficia en
el asentamiento de Kiryat Arba, promulgó un decreto religioso bendiciendo la
total destrucción de Gaza, arguyendo que la Torá, libro sagrado de los judíos,
posibilita “castigar a la población enemiga con todas las medidas que considera
adecuadas, como el bloqueo de los suministros o la electricidad”.
Dov Lior dio un espaldarazo
a cualquier acción militar contra los palestinos por parte de la élite militar
sionista.
Nada extraño resulta hoy, cuando el propio presidente Obama, indigno merecedor del Premio Nobel ha mantenido sin cambio alguno el apoyo militar a Israel, que ya alcanza la histórica cifra de 112.000 millones de dólares desde 1948, según lo reporta el sitio Rusia Today. De acuerdo con el mismo, el portal AlterNet implica directamente a los Estados Unidos en el criminal exterminio de la población palestina.
AlterNet pone al desnudo
cómo el Complejo Militar norteamericano obtiene enormes ganancias como
resultado de este apoyo yanqui a los sionistas, al extremo de que Israel gasta
el 75 % de sus gastos en armamentos en EE UU.
Por otra parte, Israel
cuenta con el apoyo incondicional de EEUU, encargado de bloquear cualquier
resolución en este foro que le condene, tal como ocurrió en el 2012 bajo el
pretexto de que una Resolución del Consejo de Seguridad no condenaba a Hamás.
AlterNet también denuncia
cómo se ha creado una manera de ocultar los fondos que recibe Israel por parte
de EE UU, mediante tapaderas en que el dinero está exento de impuestos, tal
como ocurre con una organización conocida
como Friends of the Israel Defense Forces (Amigos de las Fuerzas de Defensa de
Israel), con sede en Nueva York, y que recibe millonarios desembolsos como
resultado de las presiones del lobby judío en el Congreso y en contubernio con
el Departamento de estado y los servicios de inteligencia norteamericanos. FDFC
destinó 43 millones de USD, de los 62 declarados en sus impuestos, a abastecer
con armamento sofisticado al ejército israelí.
Mientras tanto, Jesús,
avergonzado, se esconde más allá del alma de los hombres, para sollozar de
vergüenza. Sabe bien que lo que dice el Levítico, versículo 13, es una farsa: "no
oprimas a tu prójimo ni le despojes violentamente.”
Para las familias palestinas
no hay un Dios que las defienda pues parece que todos los dioses del mundo han
huido avergonzados de la Humanidad.
Percy
Francisco Alvarado Godoy
Con información de HispanTV
y Russia Today
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