Un viejo artículo
escrito por mí para el sitio Cubadebate el 3 de septiembre de 2003 y titulado “Reflexiones
sobre una canallada”, puede servir para ampliar la denuncia hecha por el
diputado Diosdado Cabello, en su programa Con el mazo dando, y aclarar
debidamente los hechos que vinculan al ex ministro Hebert García Plaza con el
traslado de los cuatro terroristas –Luis Posada Carriles, Pedro crispían Remón,
Gaspar Jiménez Escobedo y Guillermo Novo Sampoll– indultados en Panamá por la ex
presidenta Mireya Moscoso, hacia su destino final en Miami.
En realidad la
componenda funcionó a partir de la liberación en secreto de los inculpados de
sus celdas en la prisión “El Renacer” y su traslado hacia el Aeropuerto Internacional
de Tocumen, en Panamá. Luego fueron trasladados hacia San Pedro Sula, en
Honduras, en un avión Learjet YV2904, con identificación N612EQ, el
que fue contratado por uno de los socios de García Plaza, Ángel Rivero Paz,
quien fungía como representante legal de la empresa corporación El Nórdico y
propietaria de la citada aeronave, así como mediante coordinación con el
contrarrevolucionario Santiago Álvarez Fernández-Magriñá, quien fuera encargado
de la obtención de los fondos para la operación provenientes de la FNCA y de la
CIA.
El Learjet hizo una
parada, aclaro, como cito en mi artículo, en el aeropuerto "Ramón Villeda
Morales" de San Pedro Sula, Honduras, exactamente a las 7.30 a.m. del día
jueves 26 de agosto de 2004, siendo esperados allí por Rafael H. Nodarse (Ralph),
importante empresario televisivo de origen cubano, quien les facilitó que
realizaran los controles migratorios sin ningún problema. Posteriormente, Ralph
los sacó de la instalación aeroportuaria, los montó en su lujosa camioneta
Nissan Pathfinder, de color azul, haciéndose acompañar en el asiento del
copiloto por Posada Carriles. Horas después, a las 11.45 a.m. una avioneta Lear
despegaría rumbo a Miami con solo tres de los terroristas. Posada Carriles se
quedó en San Pedro Sula en compañía de los hijos de Nodarse.
Mi artículo, en
cuestión, relata así los hechos en ese entonces:
Cuando la presidenta
Mireya Moscoso, por obra y gracia de su unilateral voluntad, liberó a Posada
Carriles y sus cómplices, santificó una nueva forma de fuga: aquella en la que
la impunidad es capaz de maniatar a la justicia y no dejarle el más mínimo
espacio a la razón. Fuga al fin, fraguada en silencio y efectuada en las
sombras, ejecutada sobre la base de subterfugios y falsificación de
identidades, conspiraciones y sobornos, consumó una de las iniquidades más
repudiables de nuestros tiempos. Fue, sin lugar a dudas, la mayor ofensa
cometida contra el antiterrorismo.
Los hechos
Transcurridos varios
días de la ofensa, la verdad comienza a aparecer ante todos nosotros. Sin
embargo, esta verdad esclarece poco y levanta múltiples interrogantes. Es, y no
puede ocultarse, una complicada madeja de sórdidas maniobras, merecedoras de
ser desentrañadas.
Como se sabe, la
Moscoso indultó a los cuatro terroristas unos días antes de cumplir su mandato,
en un inocultable intento de congraciarse con el amo norteamericano y con la
mafia terrorista miamense. En una madrugada, tomando extremas precauciones,
fueron extraídos de la prisión "El Renacer" y conducidos al
aeropuerto bajo fuerte custodia. Allí los esperaban uno o dos aviones que los
transportarían fuera de Panamá.
Hoy aparecen más
detalles sobre este detestable hecho:
- los aviones fueron alquilados en Miami por otro terrorista: Santiago Álvarez, empleando para ello dinero aportado por organizaciones como la FNCA y otras, lo que no excluye la intervención monetaria del gobierno norteamericano.
- Los terroristas fueron dotados con documentación falsa: a Posada Carriles se le entregó un pasaporte norteamericano a nombre de Melvin Cloide Thompson, cuyo dueño original lo había reportado como perdido un tiempo antes en Costa Rica. Por su parte, Guillermo Novo Sampoll, Pedro Crispín Remón y Gaspar Jiménez Escobedo, saldrían de Panamá, ingresarían posteriormente en Honduras y entrarían finalmente a Miami, empleando pasaportes y nombres falsos, asumiendo las identidades de Ernesto Abreu, Orlando González y Miguel Álvarez, respectivamente.
- Durante el trayecto, los aviones aterrizaron en el aeropuerto "Ramón Villeda Morales" de San Pedro Sula, Honduras, exactamente a las 7.30 a.m. del día jueves 26 de septiembre. Los cuatro terroristas eran esperados allí por Rafael H. Nodarse (Ralph), importante empresario televisivo de origen cubano, quien les facilitó que realizaran los controles migratorios sin ningún problema. Posteriormente, Ralph los sacó de la instalación aeroportuaria, los montó en su lujosa camioneta Nissan Pathfinder, de color azul, haciéndose acompañar en el asiento del copiloto por Posada Carriles. Horas después, a las 11.45 a.m. una avioneta Lear despegaría rumbo a Miami con solo tres de los terroristas. Posada Carriles se quedó en San Pedro Sula en compañía de los hijos de Nodarse.
Las interrogantes
Hasta aquí el breve
relato de los hechos. Muchas dudas, sin embargo, surgen al detallar los
acontecimientos sucedidos.
¿Tuvieron conocimiento las autoridades norteamericanas de
esta tenebrosa operación?
Sospechosamente, la
presidenta Moscoso llamó por teléfono al ex embajador norteamericano en Panamá,
Simón Ferro, a quien impuso de la excarcelación de los terroristas. La
rendición de cuentas de la presidenta a EE.UU. quedó registrada en un
contestador de la casa de quien Colin Powell había designado como coordinador
de la operación por la parte norteamericana: "Embajador, buenos días, es
la Presidenta, para informarle que ya los cuatro cubanos fueron indultados y ya
salieron del país. Tres van rumbo a Miami y el otro (Posada Carriles) con rumbo
desconocido.
A pesar de que EE.UU.
ha tratado de desvincularse de estos hechos, cada día son mayores las
evidencias de su participación. El avión que transportó a los terroristas salió
de territorio norteamericano e ingresó luego a él con tres personas portando
pasaportes falsos, a los que se les permitió el ingreso al país sin impedimento
alguno. ¿Es posible que esto suceda cuando EE. UU. ha fortalecido la protección
de sus fronteras por temor a ataques terroristas?
¿Por qué durante el trayecto hacia Miami, que implicó una
parada en San Pedro Sula, ninguno fue detenido a pesar de portar documentación
falsa?
Sabido es ya que
fueron vulnerados en apariencia controles migratorios de tres países: Panamá,
Honduras y EE.UU. En el primer caso, el gobierno panameño se prestó
conscientemente a la salida de personas de Panamá haciendo uso de documentos
falsos, lo que constituye una clara violación de la ley. En Honduras, los
cuatro terroristas vulneraron los controles migratorios aparentemente mediante
el soborno a funcionarios de Migración, lo que no excluye una autorización al
respecto por parte de autoridades gubernamentales de ese país. Y, por último,
tres de ellos ingresaron a EE.UU. sin que se les haya enjuiciado por portar
documentos falsos, delito contemplado en la legislación norteamericana. Estas
maniobras y confabulaciones demuestran la anuencia de las autoridades
panameñas, hondureñas y norteamericanas hacia los terroristas. ¿Por qué se les
protegió durante esta fuga santificada por el gobierno panameño y no se les
persiguió como se hace, por ejemplo, con los terroristas de Al Qaeda?
¿Por qué el gobierno de Honduras, a pesar de existir
evidencias de la permanencia de Posada Carriles en territorio hondureño, ha
sido incapaz de capturarlo?
Los principales
medios de prensa de Honduras han reportado la presencia de Posada Carriles en
Honduras. Testigos han declarado haberlo visto en dos oportunidades en esa
ciudad. La primera de ellas al salir del aeropuerto "Ramón Villeda
Morales" y la segunda almorzando con Ralph Nodarse en un lujoso
restaurante. A pesar de numerosas declaraciones del presidente Maduro y de sus
funcionarios gubernamentales como Oscar Álvarez (ministro de Seguridad) y
Armando Calidonio (viceministro de la misma institución), las fuerzas de
seguridad hondureñas han sido ineficientes para detener al terrorista. ¿Por qué
no han investigado al señor Ralph Nodarse, dueño del Canal 6 de televisión
hondureño, comprometido hasta la médula con las actividades terroristas de
Posada Carriles en Centroamérica? ¿Desconocen, acaso, que este señor, antiguo
funcionario de la CIA y vinculado a la desaparecida "Radio Swan"
durante los años 60, ha sido el protector de "Bambi" en múltiples
ocasiones?
Merece la pena
recordar que Rafael H. Nodarse fue quien protegió a Posada Carriles en su
convalecencia en San Pedro Sula, luego de que el mismo fuera herido el 28 de
febrero de 1990, en la Colonia Vista Hermosa, Ciudad Guatemala. En su
"ladrillo" literario en el que narra sus fechorías, Los Caminos
del Guerrero, Posada Carriles relata su vida junto a Nodarse: "La
gente de Miami se comunica con Rafael Nodarse para que me dé apoyo. Rafael me
lleva al mejor hotel de San Pedro Sula, el Copantl. Allí permanezco durante dos
meses. Rafael paga los gastos. Sus hijos, Tadeo y Joaquín, me protegerán
mientras dure mi lenta convalecencia. Rafael siempre estará cerca de mí."
No fue, sin embargo,
la única oportunidad en que ambos se encontraron. Años después, Ralph Nodarse
ayudaría a Posadas Carriles en cada uno de sus viajes a Honduras para preparar
sabotajes y agresiones contra objetivos cubanos. El empresario radicado desde
hace más de cuatro décadas en el país centroamericano pasó a convertirse en uno
de los más eficientes colaboradores de la FNCA en la región y en uno de los
miembros de la red terrorista de la mafia de Miami en Centroamérica.
Las conclusiones
El bochornoso
capítulo que acaba de consumarse, pone en tela de juicio la disposición de
EE.UU. y de varios gobiernos centroamericanos de luchar contra el terrorismo.
Con independencia de que varios de ellos, como los de Costa Rica, Guatemala, El
Salvador y Honduras, han realizado declaraciones argumentando su disposición a
extraditar a Posada Carriles en el caso de ser capturado, todavía queda por ver
si sus compromisos con EE.UU. les permitirán dar este paso.
La flagrante
violación de la ley propiciada por la señora Moscoso ha generado inimaginables
consecuencias para otras naciones de la región. Posada anda suelto y bastaría
investigar con seriedad a quienes lo han apoyado en cada momento en
Centroamérica para dar con su paradero. Lo demás es simple verborrea. Busquen
allí, precisamente allí donde están sus socios de fechorías durante estas
cuatro décadas, para dar con él.
Mientras tanto, a lo
largo de todo el mundo se levanta un indetenible clamor de condena a tan
arbitrario proceder del gobierno de Mireya Moscoso y de sus cómplices. La
justicia triunfará, a pesar de todo, y Posada Carriles tendrá su merecido. Esta
vez, lo doy por hecho, no se fallará.
Percy Francisco
Alvarado Godoy
Muchas gracias por la información.
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