Hoy, el
diario La
Prensa Gráfica de El Salvador coloca la infundada y absurda acusación,
emitida por el presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada
(ANEP), Luis Cardenal, según la cual los servicios de inteligencia
cubanos realizan actividades de monitoreo contra adversarios del gobierno de
ese país.
Según este
señor –más que despistado, mal intencionado– solicitó a la Fiscalía General de
la República que investigara estas
supuestas actividades de espionaje contra grupos empresariales de la élite oligárquica
nacional –a saber la Fundación Nacional
para el Desarrollo (FUNDE), la Asociación Bancaria Salvadoreña (ABANSA), la
ANEP, la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES)
y la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CAMARASAL) – quienes más
que cooperadores con el gobierno se han vinculado a actividades
desestabilizadoras contra el mismo.
Detrás de esta maniobra está el malsano interés de
denigrar a Cuba y Venezuela, así como atacar a los fuertes lazos de cooperación
establecidos entre estas naciones y el gobierno progresista de El Salvador.
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