Mucho he escrito
sobre la actividad injerencista y
solapada de la CIA en Venezuela. Han sido varios artículos que bien vale
la pena volver a releer nuevamente, pues no han perdido vigencia y el
desarrollo de los actuales acontecimientos contra la Revolución Bolivariana les
hacen necesarios para entender cómo, detrás de los mismos, están las manos de
la tenebrosa agencia norteamericana.
En uno de estos
artículos: “Otro
plan de la CIA contra Venezuela: Formar brechas dentro de las FANB” auguraba:
“Todo parece indicar que la Oficina de
Planes de la CIA ha optado por articular las añejas sub operaciones de la Operación Mangosta, establecidas en la
década de los 60 contra Cuba, y adaptarlas en su guerra sucia contra Venezuela.
Tales proyectos, la Operación Defector,
encaminada a inducir a la deserción a altos mandos militares cubanos, sembrar
recelos y desconfianza en las filas del MININT y el MINFAR, así como alejarlas
de su estrecha alianza con el pueblo; al igual que la Operación Heat Is On, dirigida particularmente a la deserción de
pilotos de combate y otros especialistas, se han sacado de sus archivos y
adaptados a las particularidades de cada país, según ha sido necesario para
Estados Unidos.”
Dentro de esta labor
siniestra para vulnerar de unidad político-militar del chavismo, anunciaba yo
ya el 9 de julio del 2012 –hace cinco años– cómo la actividad de la CIA contra la Revolución Bolivariana apuntaba hacia usar
a efectivos de las FANB en los siguientes objetivos: 1) Ofrecer a los servicios
norteamericanos información relacionada con la defensa de la nación
bolivariana, tanto desde el momento en que escaparon hacia Estados Unidos, como
la que reciben de varias fuentes en activo. 2) Tratar de recabar información
sobre las FANB, la adquisición de nuevos medios de defensa, despliegue de las
fuerzas, respuestas ante contingencias, etc., mediante sonsacamiento,
relaciones personales y otras formas de acercamiento, con militares en activo o
retirados que pueden acceder a esa información. 3) Ayudar a las Oficinas de
Análisis de la CIA y de la DIA a obtener información para realizar perfiles
sobre los altos mandos en activo. 4) Intentar reclutar a oficiales en activo
como agentes operativos de la CIA dentro
de las FANB. 5) Preparar sabotajes a la técnica militar y generar brechas en la
información entre los diferentes mandos. 6) Fomentar campañas de detracción
sobre los principales mandos de las fuerzas armadas. 7) Incitar a oficiales y
soldados a la deserción, a la indisciplina hacia los mandos, a participar en
labores subversivas antigubernamentales. 8) Fomentar brechas entre las FANB y
los miembros de las Milicias Bolivarianas. 9) Hacer llamamientos a favor de
despolitización del órgano armado y a favor de la defensa de los valores
democráticos tradicionales de la derecha. TODO ESTO ESTÁ OCURRIENDO HOY.
Dentro de estos
planes ha estado el de usar francotiradores contra el pueblo –en unos casos en
forma de provocación y en otras para eliminar simpatizantes de la Revolución. Otro
de mis artículos nunca añejos examina esta amenaza ya materializada.
En
otro artículo desnudaba el accionar de la CIA en Venezuela de la siguiente
manera: “Concebir la guerra sucia de la
CIA hacia Venezuela, de manera simplista, es un error. La misma presupone el
empleo de un complejo sistema de acciones económicas, políticas y sociales,
cuyo objetivo final, sí es uno: destruir a la Revolución Bolivariana. Por ello,
en la planeación y dirección de esta guerra intervienen grupos
multidisciplinarios, cuya actividad de
los mismos abarca acciones tan complicadas como la guerra mediática, el
sabotaje económico, acciones violentas, maniobras políticas, generación de
conflictos internos y externos, subversión, exacerbación del nacionalismo o
contradicciones inter étnicas, guerra sicológica, sabotajes, generación de
confusión y desaliento, labor de zapa, compra de voluntades, labores de
comprometimiento de cuadros políticos, sonsacamiento, etc.”
Examiné la historia de la CIA
en Venezuela y cómo fue pasando de soporte de dictaduras de derecha y
falsas democracias burguesas a convertirse en ente subversivo y
desestabilizador de la gobernabilidad tras el triunfo del chavismo: “Las informaciones recopiladas sobre Hugo
Chávez y a su gestión de gobierno, principalmente las obtenidas por medios
técnicos, arriban a la CIA mediante diversas vías, una de ellas a través de su
estación en Caracas, que usa el acrónimo RUEHCV, y que se dirigen a varios
usuarios, entre ellos el Departamento de Estado, la DIA y la Dirección de
Inteligencia de la CIA, particularmente a la Oficina de Análisis de
Asia-Pacífico, Latinoamérica y África, y a la Oficina de Dirección del
Análisis. Otro de los usuarios de estas informaciones es la Dirección de
Operaciones, la que surte fundamentalmente de la información de agentes de
campo y sus oficiales operativos (HUMINT).”
“Un papel primordial en la recopilación de la información
sobre Venezuela y su presidente lo desempeña la Dirección de Apoyo (DS),
encargada de asegurar que las Direcciones de Inteligencia, Operaciones y
Ciencia y Tecnología puedan contar con las facilidades para realizar sus
misiones, lo que implica que muchos agentes de la CIA actúen en el campo de
operaciones, tanto en la embajada, como por todo el país, utilizando diversas
tapaderas. La misión esencial de DS es buscar el marco idóneo para realizar
actividades de seguimiento, escucha y monitoreo de los dirigentes bolivarianos;
garantizar los canales de comunicación idóneos para la transmisión de
información, bien sea por medios técnicos como mediante la agentura; facilitar
el armamento y la logística para el cumplimiento de las misiones sobre el
terreno; crear las condiciones para asegurar los flujos financieros para el
desarrollo de la misión; así como garantizar la evacuación seguirá de los
agentes operativos.”
De la misma manera
presté especial atención en la labor de la CIA dentro de la juventud venezolana
–tal como ha ocurrido en Cuba– de seleccionar y sobredimensionar a lidercillos
mediáticamente y pretender venderlos como supuestos agentes de cambio. Ya
expresaba en un artículo firmado por mí el 16 de julio del 2012 y titulado “La
juventud venezolana en el punto de mira de la CIA”, lo siguiente: “Las formas de captación de sus agentes se
han realizado, indistintamente, por vías diversas, aunque fundamentalmente este
trabajo lo ha hecho la CIA desde la embajada norteamericana en Caracas, a
través de sus oficiales operativos, concentrados en las Oficinas de Cultura y
Prensa. En otros casos, la labor de reclutamiento se ha realizado mediante el
empleo de tapaderas de la Agencia como la USAID, la NED, Provea, el Centro de
Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (CEDICE), ONGs europeas
(entre las que sobresalen las alemanas Konrad Adenauer Foundation, Friedrich
Naumann Stiftung, así como la española Fundación para el Análisis y los
Estudios Sociales (FAES); organismos estudiantiles vinculados a las derechas
europeas y latinoamericanas, así como mediante los grupos de “exiliados”
radicados en La Florida. Este, empero, no es un proceso nuevo, cuenta con una
historia cuyo punto de apogeo es el propio advenimiento de Chávez al gobierno
en 1999, recrudeciéndose en los años posteriores.”
“Para lograr la captación de estos agentes
desestabilizadores en el terreno, la CIA implementó diversos programas, muchos
de los cuales son desarrollados por la embajada estadounidense en Caracas.
También se ha puesto al servicio del papel de subversión de la derecha juvenil
en Venezuela toda la cobertura mediática disponible por la oligarquía en esa
nación, así como las principales agencias internacionales, el vasto tinglado de
la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), de la Voz de las Américas (VOA),
así como la CIDH, quienes se han encargado de sobredimensionar su impacto
dentro de la realidad del país.”
Existen otros
artículos que invito a mis lectores a estudiarlos. Esta breve reseña, empero,
validan mis opiniones que llevo poniendo sobre el tapete desde hace un lustro
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