Bochornosa,
genuflexa y totalmente despreciable ha
sido la reacción de varios mercenarios apátridas ante el discurso realizado por
el presidente Donald Trump en el 72avo. Período de Sesiones de la Asamblea
General de la ONU.
Usando principalmente
a la falaz emisora Radio Martí y las redes sociales varios mercenarios
expusieron su descarado apoyo al discurso injerencista y prepotente del
mandatario norteamericano, aplaudiendo su ataque anticubano. Destacan por su
coincidencia con la línea dura de la extrema derecha anticubana en USA, expresada
por Trump, los casos del guantanamero y auto titulado “periodista independiente”
Roberto de Jesús Quiñones Haces, así como el contrarrevolucionario villaclareño
Félix Llerena, ambos entrevistados por Radio Martí. Este último, de forma
desfachatada, declaró: “Nos alegra porque
vemos que tenemos un Presidente que es solidario con el pueblo sufrido de Cuba.
Entre tantos problemas que existen en el mundo, el presidente Donald Trump
hablando de Cuba y refiriéndose, en
primer lugar al Gobierno corrupto de Cuba, segundo, diciendo que no va a
retirar las sanciones hasta que no haya libertades fundamentales en Cuba y
dando su respaldo al pueblo de Venezuela.” ¿Acaso para este farsante y
apátrida la perpetuación del criminal bloqueo económico es una forma legítima
de solidaridad con su pueblo? ¿Le importan, acaso, las víctimas y daños que han
provocado en los cubanos las leyes de ahogo económico impuestas por USA a
espaldas del reclamo mundial para que cese este abuso?
Similar postura,
llena de halagos al presuntuoso mandatario norteamericano usó el mercenario Mario
Hechavarría Driggs, quien sin pudor declaró: “Sé que su apoyo no va a ser perfecto; habrá contradicciones pero al
menos su discurso ha sido claro y directo; estoy totalmente de acuerdo con él.
No pueden haber cambios hacia Cuba mientras Cuba no cambie; Cuba no está
cambiando, el gobierno la está cerrando.”
Pero la más
despreciable de las reacciones fue la de la contrarrevolucionaria Ailer
González, colocadas en Facebook, donde llegó a declarar de forma irrespetuosa: “A la dictadura castrista: No levantaremos
las sanciones; la cámara giró hacia el cartelito de Cuba pero no se vio a la
sapa de Bruno Rodríguez que antes había tirado un discurso lacrimoso y
pedigüeño de ayuda a las “pobres” y pequeñas naciones afectadas por Irma.” (…) “Trump
estuvo bien, sin estridencias y puntual. Obama... ¿quién es Obama?”
En su gran mayoría, aunque se hayan alegrado y
vanamente esperanzados por las bravuconadas de Trump, la mayoría de los
mercenarios del Imperio prefirieron callar en este asunto. Sus razones
tendrían, aunque lo cierto es que la gran mayoría de los cuabnos están
acostumbrados a este tipo de amenazas y nada temen. Su fortaleza de principios
no se resquebraja tan fácilmente.
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