No por gusto declaró
el jefe del Departamento de América Latina del Ministerio de Exteriores de
Rusia, Alexandr Schetinin, y mostró su preocupación por el nombramiento de Mike
Pompeo como nuevo secretario de estado de Estados Unidos, según declaraciones a
Sputnik.
Es lógico pensar que,
aunque América Latina no está entre las prioridades principales de Trump, este
cambio sí agudizará la guerra ideológica y las conspiraciones contra Cuba y
Venezuela –dada la estrecha amistad de Pompeo con Marco Rubio y sus alianzas
secretas con la extrema derecha latinoamericana y norteamericana– reforzando la
enorme conspiración contra estas naciones con sus dóciles aliados en la región,
sobre todo en países como México, Chile, Argentina, Perú, Colombia, Guatemala,
Honduras, Panamá y otros.
Todo esfuerzo de
Pompeo estará dirigido a terminar con la Revoluciones Cubana y Bolivariana a
cualquier precio, no solo usando una diplomacia activa, sino buscando cualquier
forma de generar aquellos conflictos que propicien soluciones bélicas, intervenciones,
golpes de estado o cualquier tipo de violencia, usando para ello a sus aliados
y a la OEA. Esta designación encaja en la concepción belicista de Trump.
Los peligros para las
naciones y movimientos progresistas son evidentes: Pompeo usará el plan de
seguridad USA para promover acciones militares en todas direcciones bajo
pretexto de que representan amenazas para la seguridad de su país. Los tambores
han aplastado a las zanahorias de Obama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario