viernes, 24 de mayo de 2019

Otro ejemplo del empleo de la lawfare contra Cuba

De izquierda a derecha, los jueces federales James L. King, Marcia Cooke, Amit Mehta y Joan Lenard. | Foto © Collage CiberCuba

Un artículo escrito hoy por el periodista Wilfredo Cancio Isla en el sitio Cibercuba bajo el título "Jueces asignados a demandas por la Ley Helms-Burton tienen importante historial en casos sobre Cuba", con independencia del cuestionado rol del articulista en la guerra mediática anticubana, ofrece importante información sobre el actual empleo de jueces norteamericanos –caracterizados por su tradicional postura anticubana en decisiones jurídicas anteriores– para dirimir las demandas presentadas en tribunales federales bajo la Ley Helms-Burton contra el gobierno cubano.
Muestra de ello es que las querellas interpuestas contra la compañía de Cruceros Carnival por las familias García-Bengochea y Behn fueron a parar a manos de dos jueces de cuestionada parcialidad en la resolución de casos contra Cuba: James Lawrence King y Marcia Cooke. Al mismo tiempo, otra demanda interpuesta contra entidades cubanas fue a parar a manos de la jueza Joan A. Lenard. El otro caso que implica una demanda de Exxon Mobil contra las firmas estatales CUPET y CIMEX se ventilará en un tribunal federal de Washington DC, presidido por el juez Amit Mehta.
El feroz empleo de la guerra jurídica contra naciones progresistas, y particularmente contra Cuba, no hacen otra cosa que presuponer que estos magistrados actúen en conformidad a los intereses anticubanos como ha sido su sórdido oficio con anterioridad. Aunque supuestamente estas asignaciones se realizan por sorteo en los tribunales federales, llama la atención que hayan sido escogidos estos parcializados magistrados.
En el caso del juez James L. King hay que recordar su decisión de sancionar al gobierno cubano con una compensación de 187.6 millones de USD por su supuesta culpabilidad en el derribo de las avionetas del grupo provocador Hermanos al Rescate, ocurrida el 24 de febrero de 1996. La decisión de este juez de robar los fondos congelados de Cuba en  dos cuentas  congeladas en el banco Chase Manhattan de Nueva York y retener el dinero de ETECSA por concepto de pagos por parte de telefónicas norteamericanas. Nunca se pudo poner sobre el tapete que el derribo de estas naves fue resultado de permanentes provocaciones y violaciones de nuestro espacio aéreo soberano, ni se habló de la peligrosidad de estos actos para la navegación aérea. Todo esto fue desoído por el juez.
En el caso de la jueza Marcia Cooke quien presidirá la demanda contra Carnival por la familia Behn, ya en 2016 consideró a esta compañía de cruceros como discriminatoria al no permitir que cubanoamericanos viajaran en sus naves y cuestionó al gobierno cubano por establecer como norma que estos ciudadanos usaran otras vías para ingresar al país. No obstante, Cuba anuló esta prohibición.
Por su parte, la jueza Joan A. Lenard fue quien dirigió el amañado juicio contra los Cinco Héroes Cubanos, permitiendo toda una serie de irregularidades que conllevaron a que los acusados recibieran desmesuradas e injustas condenas. A ella le corresponde llevar a cabo la demanda de la familia Mata contra entidades cubanas como el Hotel San Carlos, en la ciudad de Cienfuegos,  que emplaza al  Grupo Hotelero Gran Caribe, la Corporación de Comercio y Turismo Internacional Cubanacán S.A., el Grupo de Turismo Gaviota S.A., y la Corporación Cimex S.A., y menciona al conglomerado hotelero español Melía, según destaca Cancio.
El juez Amit Mehta tomó con anterioridad una absurda decisión al ordenar al gobierno cubano la cifra de 134 millones de dólares a los sobrevivientes y a los familiares de cuatro contratistas yanquis –uno de los cuales falleció– al ser secuestrados en el 2003 por el grupo guerrillero colombiano Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC). Según Mehta la culpa de Cuba radicaba en ser patrocinador de una organización terrorista. Con ese absurdo proceder como historial Mehta se encargará de la demanda de Exxon Mobil contra CUPET y CIMEX.
Esta tramoya de reclamaciones impulsadas por Trump y sus intolerantes asesores muestran otra faceta de la actual guerra mediática contra Cuba sostenida en un uso desvirtuado de la legalidad y cuya finalidad es el ahogamiento económico de nuestro pueblo mediante el incremento del criminal bloqueo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ShareThis