En las granjas avícolas
chinas se utilizan sustancias estupefacientes que se agregan a la
comida de las gallinas para acelerar su crecimiento y aumentar el peso.
A continuación, las aves son llevadas a una cadena de restaurantes de comida rápida, según informó la televisión estatal china.
El
uso de tales fármacos para estimular el crecimiento se considera
ilegal. Pero, puesto que el ley no se cumple y los controles no se
realizan, las granjas suministran libremente la carne de pollo a las
mayores cadenas de restaurantes de comida rápida KFC y McDonald.
No es la primera vez que el Ministerio de Agricultura de China muestra indiferencia a asuntos de su jurisdicción.
La Voz de Rusia
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