La publicación este
fin de semana de un video de la reina
Isabel II haciendo el saludo nazi cuando era apenas una niña ha
reavivado un debate incómodo sobre los
vínculos de la familia real británica con el régimen de Adolf Hitler.
Cuando fue filmada en 1933 o 1934 en una película
casera en blanco y negro, difundida por el diario sensacionalista The Sun, la reina era aún la pequeña
princesa Isabel, de alrededor seis años,
por lo que es imposible que supiera el significado del saludo "Heil Hitler".
En las imágenes se
ve también a su tío, el futuro rey
Eduardo VIII, duque de Windsor, alentando
a hacer el saludo tanto a Isabel como a su hermana y a su madre.
En cambio ha
relanzado el debate sobre la relación entre la Alemania nazi y Eduardo VIII, a
quien varios historiadores acusan de simpatizar con el régimen de Hitler.
Como afirma la
historiadora Karina Urbach en el diario The Guardian "detrás del gesto de
niña de la reina se esconde la sombra de la historia de la relación de la
aristocracia con los nazis".
Eduardo VIII conoció a Hitler
En 1936 Eduardo
VIII había abdicado después de menos de un año en el trono para poder casarse
con Wallis Simpson, una estadounidense divorciada, y en 1937, tras años de
gestiones, logró conocer a Hitler.
"Eduardo
sentía mucha simpatía y amistad por los líderes nazis. Él y [Joseph] Goebbels,
el ministro de propaganda, se entendieron muy bien durante esta visita",
explica Andrew Morton, autor de un libro sobre el exmonarca.
Igual que una parte
de la aristocracia británica, Eduardo
VIII veía en Hitler a un baluarte contra el comunismo de Stalin.
"Admiraba la modernidad del partido nazi, estaba de acuerdo con sus
métodos dictatoriales, desde el punto de vista de su eficacia", subraya
Morton.
El duque habría
incluso declarado en esa época: "Hitler va a aplastar a los
estadounidenses (...) Los británicos no quieren que yo sea rey, pero pronto
regresaré como su jefe".
Tras su abdicación
—el escándalo más grande en la historia moderna de la familia real— Eduardo fue
condenado al ostracismo por el resto de la familia. Su hermano, el padre de la
reina Isabel II, tomó el trono, convirtiéndose en el rey Jorge VI.
Junto a su esposa,
la Reina Madre, logró reconstruir la reputación de la monarquía durante la
Segunda Guerra Mundial, sobre todo tras la decisión de quedarse en Londres
durante los bombardeos de la Alemania nazi contra el Reino Unido en el verano
1940, conocidos como "Blitz".
"La furia de la reina"
La imagen del
saludo nazi de la reina no parece haber causado un daño significativo a la
imagen de la muy respetada y popular monarca, pero se ha filtrado que la publicación no le ha gustado nada.
"La familia
real son como un erizo espinoso con cualquier referencia a los Windsor y los
nazis",
explicó Morton por correo electrónico. "Estoy seguro de que por una vez
'la furia de la reina' es verdadera".
Los historiadores se felicitaban el domingo por la publicación del video y pedían un acceso
libre a los archivos celosamente
controlados de la familia real, aunque condenaron el sensacionalismo del
diario "The Sun".
"Si los
archivos de la monarquía fueran más accesibles para los investigadores, los
descubrimientos de este tipo (...) podrían ser explicados dentro de un mejor
contexto", tuiteó Helen McCarthy, de la Queen Mary University de
Londres.
"La familia
real no puede siempre rechazar su propia historia", comenta por su
parte la historiadora Karina Urbach. "Es censura. Y la censura no forma
parte de los valores democráticos. Deben enfrentar su pasado".
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