El despido de sus
cargos del comandante de la Flota del Báltico, Viktor
Kravchuk, y de su jefe de Estado Mayor, Sergey Popov, ha levantado en un sitio la especulación de que tal decisión
fue resultado de la violación, entre otras, de importantes normas de seguridad,
al permitir que un contratista
norteamericano –el cual no ha sido identificado por las fuentes y las
autoridades rusas y norteamericanas, aunque usaba tapadera diplomática
supuestamente– robara importantes secretos militares rusos.
La contrainteligencia
del FSB ruso en Kaliningrado se lanzó de inmediato tras la captura del espía
norteamericano, el cual laboraba en la base Baltisk, de dicha Flota y
presentaba sospechosas anomalías en su pasaporte. El mismo laboraba como parte
de la empresa ABBYY, contratado por el Ministerio de Defensa Ruso, en la tarea
de digitalizar archivos impresos de poca importancia. En realidad, el sujeto
había estado trabajando para Triple
Canopy LLC, parte de la antigua Blackwater, dedicada a servir al Pentágono,
la CIA y el Departamento de Estado de EEUU en tareas de espionaje y también acusada de múltiples crímenes de guerra.
El pasado 6 de junio
dicho individuo fue interceptado por un operativo de la contrainteligencia del
FSB, siendo herido de bala y recibiendo otras lesiones. Horas antes, otros
empleados de ABBYY fueron enviados a Moscú donde permanecieron bajo vigilancia.
Sin embargo, el espía logró salir de su apartamento y dirigirse a la embajada
norteamericana, siendo inmediatamente protegido en su intento de ingresar a la
sede diplomática por otros contratistas estadounidenses. Se produjo un evento
de violencia entre el sujeto y sus acompañantes y un grupo de la contrainteligencia
del FSB. Al detectarse la presencia de un arma de fuego por parte de unos de
los contratistas, un guarda del FSB le disparó al espía en cuestión,
provocándole una herida de bala.
El forcejeo entre las
partes no impidió que el FSB se apoderara de la mochila del espía, aunque se le
permitiera ingresar a la embajada dado su estado como resultado de la herida de
bala. Apenas una hora después la embajada USA pidió la autorización para
evacuar al herido hacia EEUU, lo cual fue concedido.
El Washington Post se
encargó de vender un relato distorsionado sobre el incidente, aludiendo que un diplomático estadounidense había sido "atacado "por un guardia de
FSB, siendo trasladado a su país para recibir tratamiento médico, pero con
el compromiso de retornar a Rusia luego de ser curado.
Todo apunta que este
inusual hecho es otro de los capítulos del espionaje norteamericano contra
Rusia. ¿Se conocerá la verdad sobre este incidente?
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