Un sitio de internet hace
referencia a un supuesto informe emitido por el Servicio de Inteligencia Exterior ruso (SVR),
donde hace referencia a una operación terrorista conjunta con la Sección 6 del
MI6 británico, que permitió la captura de un alto mando de la organización
terrorista Estado Islámico, el cual estaría ligado a una empresa privada de
mercenarios contratados por Hillary Clinton, del que se sabe es un programador
informático de la empresa norteamericana de seguridad Triple Canopy LLC y se
encontraba laborando en el consulado USA en Cardiff, en Gales. Este hecho ha
sido informado como una alerta y solicitud de seguimiento del MI6 al SVR sobre
la persona del ciudadano inglés Samata Ullah, quien estuvo trasladándose
desde Siria a través de Turquía.
Antecedentes públicos
demuestran que Triple Canopy LLC fue contratada por Hillary Clinton para
garantizar la seguridad de las
transferencias de armas entre Bengasi, Libia y Siria. Informes de inteligencia demostraron que
Ullah se reunió en el 2012 con el fallecido embajador norteamericano en Libia,
Chris Stevens y un connotado traficante de armas nombrado Marc Turi. De estos contactos,
especula el sitio, se podría haber llegado a un acuerdo mediante el cual EEUU
habría prometido al grupo terrorista libio Anshar al-Sharia de abastecerlos con
400 misiles tierra aire a cambio de colaboración y protección a las operaciones
de espionaje y otras actividades USA en esa nación.
Sin embargo, el
embajador Stevens no cumplió con los terroristas lo pactado y envió supuestamente
dichos misiles hacia lugares desconocidos en EEUU y Europa. Esto provocó la ira
de los terroristas de Anshar al-Sharia, quienes atacaron la embajada USA en Bengasi,
capturando al embajador Stevens y ejecutándolo el 11 de septiembre de 2012. Se
especula que los terroristas se apoderaron realmente de estos 400 misiles.
Aunque en 2013 el ex fiscal federal norteamericano Joseph diGenova, quien ha tratado de esclarecer la oscura tramoya del ataque terrorista en Bengasi, supuso que dichos misiles se encontraban en manos de los terroristas de Al-Qaeda, el desconocimiento de su destino final preocupó a Londres, por lo que solicitó la cooperación de la inteligencia rusa. Este seguimiento determinó que Ullah se habría movido en Siria y Turquía, hasta que arribó a Gran Bretaña el 1 de diciembre de 2015. La SVR determinó que este terrorista disponía de abundante información sobre estos misiles y cómo separar sus cabezas.
Una alerta al
terrorista para que abandonara Gran Bretaña obligó al MI6 o SIS a detener a
Ullah el pasado 22
de septiembre, encontrando en su poder material sobre tecnología de misiles
tierra-aire similares a los 400 desaparecidos. Esta información se encontraba
en una mancuerna
USB con información sobre estos misiles aparentemente desaparecidos.
Lo interesante del
caso es que las autoridades de Gran Bretaña han solicitado a su par
norteamericano que se les permita entrevistar a Marc Turi, sobre el cual pesaba
un proceso de investigación en EEUU, lo cual les fue negado. Y por increíble
que parezca, ayer
Turi fue exonerado de los cargos que pesaban contra él en una corte del
Distrito de Arizona, con la indicación de no ausentarse del país o de hablar
sobre el proceso seguido contra él por tráfico de armas y otros cargos. Turi había sido acusado por una corte de
Phoenix de diferentes delitos de tráfico de armas. Sobre todo por violar
las estrictas leyes que lo regulan, ya que su material bélico terminó en manos
de rebeldes islamistas. Por otro lado, también le acusaban de mentir al
Departamento de Estado. Aparentemente, dijo que enviaba paquetes a Catar y los
Emiratos Árabes Unidos, cuando realmente las armas terminaron en Libia.
Muchos analistas de
inteligencia sospechan que estos hechos forman parte de una oscura
conspiración, sumamente peligrosa, simplemente por el hecho de que los 400
misiles se encuentran aparentemente “perdidos” o en manos de terroristas
amparados por EEUU.
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