Israel nombró el lunes a 26 prisioneros
palestinos que va a liberar esta semana de acuerdo con un plan que
permitirá la reanudación del diálogo de paz con los palestinos
respaldado por Estados Unidos, aunque los palestinos dijeron que se ha
visto minado por los planes israelíes de expandir los asentamientos.
Algunos israelíes reaccionaron con ira a la liberación, prevista para el martes o miércoles.
"Vergüenza para el Gobierno y para el primer ministro y sus simpatizantes", escribió en Facebook Zvia Dahan, cuyo padre, Moshe Becker, murió asesinado cuando cultivaba sus naranjos en Israel en 1994. Uno de los tres condenados por el asesinato va a ser puesto en libertad.
Los 26 son los primeros de un total de 104 prisioneros que Israel ha decidido liberar en principio como parte del acuerdo alcanzado con motivo de la intensa labor diplomática desplegada por el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, para renovar las negociaciones sobre un Estado palestino.
El Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu endulzó el acuerdo para los miembros ultraderechistas de su coalición al anunciar el domingo planes para construir 1.187 nuevas viviendas para colonos judíos en la Cisjordania ocupada y en partes del territorio que anexionó a Jerusalén tras la Guerra de los Seis Días de 1967.
La mayoría de los países consideran ilegales los asentamientos y los palestinos estiman que les niegan la creación de un Estado viable.
"Aquellos que hacen estas cosas están decididos a socavar las negociaciones de paz, están decididos a obligar a gente como nosotros a dejar la mesa de negociaciones", dijo a Reuters el negociador jefe palestino, Saeb Erekat.
El portavoz de la jefa de Política Exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, dijo que "los asentamientos de Israel en Cisjordania son ilegales de acuerdo con el derecho internacional y amenazan con hacer imposible una solución de dos estados al conflicto palestino-israelí".
Mark Regev, portavoz de Netanyahu, dijo que las nuevas viviendas se harán en zonas que Israel pretende conservar en cualquier posible acuerdo de paz.
"Esto no cambia de ninguna manera el mapa final de la paz. No cambia nada", afirmó.
Unos 500.000 israelíes viven en Cisjordania y Jerusalén oriental con 2,5 millones de palestinos. En 2005 Israel se retiró de la Franja de Gaza, controlada ahora por los islamistas de Hamas, que se oponen a la coexistencia permanente con el Estado judío.
BAJAS EXPECTATIVAS
Las conversaciones de paz se suspendieron hace tres años por la continuada construcción de asentamientos. Se reanudaron el 30 de julio en Washington, se espera una segunda ronda en Jerusalén el miércoles y luego más adelante en Cisjordania.
Pocos esperan que solucionen los asuntos más espinosos, que han permanecido sin resolverse durante décadas, como las fronteras, el futuro de los asentamientos, el estatus de Jerusalén y la situación de los refugiados palestinos.
Washington, que ejerció una gran presión sobre el presidente palestino, Mahmoud Abbas, para que volviera a la mesa de negociaciones, ha establecido un plazo de nueve meses para llegar a un acuerdo.
Con sus vecinos Egipto y Siria inmersos en conflictos internos y con la posible amenaza de un Irán nuclear, Netanyahu ha decidido que no podía permitirse alejarse de Estados Unidos y ha llevado a su gobierno a aceptar la negociación.
Los 26 prisioneros que van a ser liberados son considerados héroes por los palestinos, mientras que Israel los encarceló por asesinatos entre 1985 y 1994.
Catorce de ellos serán deportados o enviados a Gaza y 12 a Cisjordania. Dos de ellos habrían cumplido su condena en seis meses, y otros seis en tres años más.
Israel ha puesto en libertad otras veces a prisioneros palestinos antes de que cumplieran condenas, en la mayoría de las ocasiones en intercambios por soldados israelíes o sus restos mortales en manos de enemigos del Estado judío.
Para Abbas esta liberación supone un impulso, después de años de fracasada diplomacia. Muchos de los indultados se dice que estaban relacionados con su movimiento Fatah o uno de sus aliados.
(Reporte adicional de Allyn Fisher-Ilan y Ori Lewis. Traducido por Teresa Larraz en la Redacción de Madrid; Editado por Lucila Sigal)
Algunos israelíes reaccionaron con ira a la liberación, prevista para el martes o miércoles.
"Vergüenza para el Gobierno y para el primer ministro y sus simpatizantes", escribió en Facebook Zvia Dahan, cuyo padre, Moshe Becker, murió asesinado cuando cultivaba sus naranjos en Israel en 1994. Uno de los tres condenados por el asesinato va a ser puesto en libertad.
Los 26 son los primeros de un total de 104 prisioneros que Israel ha decidido liberar en principio como parte del acuerdo alcanzado con motivo de la intensa labor diplomática desplegada por el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, para renovar las negociaciones sobre un Estado palestino.
El Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu endulzó el acuerdo para los miembros ultraderechistas de su coalición al anunciar el domingo planes para construir 1.187 nuevas viviendas para colonos judíos en la Cisjordania ocupada y en partes del territorio que anexionó a Jerusalén tras la Guerra de los Seis Días de 1967.
La mayoría de los países consideran ilegales los asentamientos y los palestinos estiman que les niegan la creación de un Estado viable.
"Aquellos que hacen estas cosas están decididos a socavar las negociaciones de paz, están decididos a obligar a gente como nosotros a dejar la mesa de negociaciones", dijo a Reuters el negociador jefe palestino, Saeb Erekat.
El portavoz de la jefa de Política Exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, dijo que "los asentamientos de Israel en Cisjordania son ilegales de acuerdo con el derecho internacional y amenazan con hacer imposible una solución de dos estados al conflicto palestino-israelí".
Mark Regev, portavoz de Netanyahu, dijo que las nuevas viviendas se harán en zonas que Israel pretende conservar en cualquier posible acuerdo de paz.
"Esto no cambia de ninguna manera el mapa final de la paz. No cambia nada", afirmó.
Unos 500.000 israelíes viven en Cisjordania y Jerusalén oriental con 2,5 millones de palestinos. En 2005 Israel se retiró de la Franja de Gaza, controlada ahora por los islamistas de Hamas, que se oponen a la coexistencia permanente con el Estado judío.
BAJAS EXPECTATIVAS
Las conversaciones de paz se suspendieron hace tres años por la continuada construcción de asentamientos. Se reanudaron el 30 de julio en Washington, se espera una segunda ronda en Jerusalén el miércoles y luego más adelante en Cisjordania.
Pocos esperan que solucionen los asuntos más espinosos, que han permanecido sin resolverse durante décadas, como las fronteras, el futuro de los asentamientos, el estatus de Jerusalén y la situación de los refugiados palestinos.
Washington, que ejerció una gran presión sobre el presidente palestino, Mahmoud Abbas, para que volviera a la mesa de negociaciones, ha establecido un plazo de nueve meses para llegar a un acuerdo.
Con sus vecinos Egipto y Siria inmersos en conflictos internos y con la posible amenaza de un Irán nuclear, Netanyahu ha decidido que no podía permitirse alejarse de Estados Unidos y ha llevado a su gobierno a aceptar la negociación.
Los 26 prisioneros que van a ser liberados son considerados héroes por los palestinos, mientras que Israel los encarceló por asesinatos entre 1985 y 1994.
Catorce de ellos serán deportados o enviados a Gaza y 12 a Cisjordania. Dos de ellos habrían cumplido su condena en seis meses, y otros seis en tres años más.
Israel ha puesto en libertad otras veces a prisioneros palestinos antes de que cumplieran condenas, en la mayoría de las ocasiones en intercambios por soldados israelíes o sus restos mortales en manos de enemigos del Estado judío.
Para Abbas esta liberación supone un impulso, después de años de fracasada diplomacia. Muchos de los indultados se dice que estaban relacionados con su movimiento Fatah o uno de sus aliados.
(Reporte adicional de Allyn Fisher-Ilan y Ori Lewis. Traducido por Teresa Larraz en la Redacción de Madrid; Editado por Lucila Sigal)
Reuters
http://www.swissinfo.ch
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