¨De
buenas intenciones está trillado el camino del Infierno¨, reza un viejo
refrán. Empero, la contrarrevolución interna, financiada y apoyada por agencias
gubernamentales norteamericanas, ONGs y partidos políticos europeos, así como
varias sedes diplomáticas acreditadas en La Habana, desarrollan refinadas
actividades subversivas con vistas a alterar el orden constitucional imperante
en Cuba, promover actividades desestabilizadoras y desvirtuar ante el mundo la
realidad.
Muchos
son estos actos subversivos, en apariencia inocentes, pero cuyo trasfondo
responde a un bien premeditado plan desestabilizador. Uno de ellos es el caso
de la promoción de las llamadas Bibliotecas Independientes., fenómeno paralelo
a la enorme red de Bibliotecas Públicas existentes en una nación en la que sus
ciudadanos han mostrado, en cada Feria Internacional del Libro de La Habana -extendida
a todas las provincias y municipios-, con ventas millonarias de libros cada
año, su acentuado interés por la lectura.
¿Alguien
se preguntará qué daño puede provocar el establecimiento de pequeñas
bibliotecas en diferentes puntos del país, hasta alcanzar hoy la cifra de 324?
¿Qué peligro representa que un ciudadano facilite su hogar para promover la
lectura entre sus conciudadanos? Aparentemente esto, en sí mismo, no aparenta
constituir un delito. Pero la realidad es otra.
Las
bibliotecas independientes constituyen una forma ideológica de subversión, por
cuanto su finalidad solapada es el derrocamiento de la sociedad socialista en
Cuba, al ser parte de la guerra sucia implementada por nuestros enemigos.
¿En
dónde está lo pútrido y la mala fe?
Desde
su fundación por parte de los contrarrevolucionarios Berta del Carmen Mexidor
Vázquez y su esposo, Ramón Humberto Colás,
el 3 de Marzo de 1998, en la
provincia de Las Tunas, con la aparente intención de ampliar los horizontes
culturales e investigativos de un grupo de personas, el Proyecto de Bibliotecas
Independientes aparecía en nuestra escena nacional, aprovechando las serias
limitaciones materiales que afectaban al país en el llamado Período Especial,
traducido en disminución de la capacidad editorial de nuestras editoriales
y serias afectaciones en las red de bibliotecas públicas. Dentro de este
contexto, debidamente orientados desde el exterior y con el apoyo de la SINA,
la contrarrevolución se dedicó a difundir un nuevo tipo de literatura cuyos
contenidos político-ideológicos se contraponían con los valores, principios y
otras matrices de opinión prevalecientes en nuestra sociedad.
A
partir de ese momento, el veneno ideológico comenzó a difundirse con el
infundado argumento de, supuestamente, formar parte de la Red de Bibliotecas
Asociadas de la UNESCO.
Esta
modalidad de subversión fue asumida, por indicaciones de la SINA y de
organizaciones contrarrevolucionarias asentadas en Miami, por varios
grupúsculos internos tales como la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en
Cuba, (APSCC), la Confederación Nacional Independiente de Cuba (CONIC), la
Alianza Democrática Oriental, entre
otras.
Actualmente,
este proyecto contrarrevolucionario está dirigido por Gisela Delgado Sablón,
quien desde hace algunos años ofreció una visión de ¨sus logros¨: Para
el 2006 contaban con 135 bibliotecas de este tipo, las que no sobrepasaban, en
contados casos, los 500 ejemplares. Supuestamente, han sido visitadas por 240
lectores y cuentan, en su totalidad con un fondo de 10 000 libros y revistas,
entregados principalmente por la Sección de Intereses de EE UU en Cuba. No
resulta extraño encontrar entre su fondo editorial diversos libros cargados de
una ferviente apología al capitalismo, desvirtuación de la historia de Cuba,
llamados a un supuesto cambio a favor de la democracia burguesa y otros que
imponen matrices de opinión antigubernamentales, entre los que sobresalen
“Como llegó la noche” (escrito por el traidor Huber Matos y donde se desvirtúa
su papel contrarrevolucionario), “La fiesta del Chivo”, “Proa a la
Libertad”, (del traidor Rafael del Pino), “Para Cuba Ya Es Hora”, “El hombre y
el cambio”, “La mujer cubana y sus derechos humanos”, “La fuerza y la
libertad”, “Plantados”, entre otros. También se encuentra el libro “Boitel
Vive”, editado por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina
(CADAL), con sede en Argentina, y la Fundación Konrad Adenauer, de Alemania,
con prólogo de Huber Matos, cuyo volumen es una compilación de testimonios que
plantean fueron sacados clandestinamente por Jorge Luis García Pérez (Antúnez), de las diversas prisiones en
que estuvo confinado.
Estas
bibliotecas han sido abastecidas desde el exterior con medios digitales como
computadoras, cámaras fotográficas y otros, usados no solo como medios de
difusión de valores ¨culturales¨, sino también para promover
falsas denuncias sobre la realidad cubana y articular campañas
antigubernamentales.
Los
fundadores de este proyecto, residentes en Miami, Bertha Mexidor y Ramón
Humberto Colás, se han planteado buscar brechas entre las comunidades – sobre todo
en aquellas en las que los revolucionarios dejamos brechas como resultado de nuestro
deficiente trabajo en las comunidades-, para llevar a cabo sus acercamientos
ideológicos a niños y jóvenes, mediante un trabajo semiclandestino de captación
de usuarios, a los que imparten conferencias antigubernamentales, proyectan
películas y videos, desarrollan actividades de recreación, etc., orientados a
través de un programa de Radio Martí “Lectura
sin Censura”. También promueven concursos para premiar a autores contestatarios
y antigubernamentales.
Con
respecto a estos Concursos, cabe
destacar que en los mismos se ofrecen premios en moneda libremente convertible
y otros premios como artículos electrodomésticos, así como la publicación de
sus obras en el exterior. ¿De dónde sale, me pregunto yo, tanto dinero para
sostener las actividades de estas Bibliotecas Independientes? Obviamente, de
los tradicionales enemigos de Cuba y sus cuantiosas fuentes de financiamiento.
Para colmo, la mayoría de estas BI tienen
nombres de personas ajenas a la historia de lucha de nuestro pueblo, sino son
reconocidas con nombres de jurados enemigos de Cuba, como son los casos de Ileana
Ross-Lehtinen, Ronald Reagan, Laura Bush, Huber Matos, Mártires de Hermanos al Rescate I, II y III,
etc.
Al culminar
el año 2006 existían en el país 167 bibliotecas y con 11 de sus directores
se encontraban detenidos por llevar a cabo actividades antigubernamentales y
estar vinculados directamente a representantes de potencias extranjeras
enemigas de Cuba. En ese marco, la mercenaria Martha Beatriz Roque Cabello convocó, usando a su
grupúsculo, la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba, a la
celebración del Congreso de Bibliotecas Independientes, entre el 10 de octubre
hasta el 24 de febrero del 2007.
Los
planes de Roque Cabello y sus acólitos eran claros: celebrar reuniones en cada
BI para discutir un libelo considerado como guía para propiciar un cambio en
Cuba, denominado “Para Propiciar un día Después” y que, sin
lugar a dudas, estaba cargado de agresividad, irrespeto a nuestras normas
constitucionales y abogaba por acciones concretas para derrocar a la
Revolución. Este proyecto fue la base para generar campañas desestabilizadoras
como “Yo no coopero, Yo sí quiero el
cambio”.
A partir de
estos hechos, la contrarrevolución usó a las BI para manipular la realidad
cubana, haciendo énfasis en supuestas violaciones de los derechos humanos en La
Isla y en falsas acusaciones sobre inventados presos políticos, casi todos
violadores de preceptos constitucionales. Sin embargo, no todo fue acogido
favorablemente por el resto de la contrarrevolución interna, cegado por el afán
de protagonismo y receloso de perder las pingües ganancias ofrecidas por sus
financistas. Las Damas de Blanco, grupúsculo en proceso de consolidación y los
propios jefes del proyecto de Bibliotecas Independientes, radicados en Miami,
no apoyaron a Marta Beatriz Roque Cabello.
No obstante,
Roque Cabello realizó dicho encuentro, contando con el apoyo de otros grupos
reaccionarios de Miami, ofreciéndole a la misma una gloria efímera y sumamente
cuestionada. En un alarde de fuerza que fue debidamente neutralizado, se acordó
en este encuentro lo siguiente: ¨Mantener en jaque a nuestro Gobierno, en especial a sus Órganos de
Enfrentamiento, durante más de cuatro meses, al diseminar la celebración del
Congreso por todo el país, cuestión que incrementaría el control efectivo que
había que realizar para contrarrestarlo, y el rebote desde el exterior generado
por esta actividad.¨
A
partir de ese momento se le dio a las Bibliotecas Independientes un rol más
activo en las actividades provocadoras, promoviendo shows mediáticos callejeros,
así como trabajar activamente con los jóvenes y niños para sumarlos a sus
actividades. Tareas como magnificar los actos de repudio de la población a las
actividades de los grupúsculos, inventar golpizas y represalias, invadir
lugares públicos, provocar al pueblo, así como contribuir a un estado de
desestabilización fue la orientación promovida a través de las bibliotecas
Independientes en esa etapa.
Lo cierto es
que, a pesar de sus negativas, Roque Cabello y otros contrarrevolucionarios
quedaron en entredicho en la medida que se demostró públicamente que
¨compraron¨ a los bibliotecarios independientes con diferentes sumas de dinero,
pases a la SINA y otros premios. Fue toda una descarada manipulación.
Posteriormente,
las Bibliotecas Independientes han sido usadas como instrumentos de
confrontación con las autoridades, convirtiéndose en centros de difusión de
mentiras y falacias sobre la realidad cubana y en centros de reclutamiento para
aumentar las cifras de desafectos. También han articulado su actividad con la
otros grupúsculos como es el caso la campaña “Con la Misma Moneda”, liderada
por la FLAMUR, para ser presentadas a la
Asamblea Nacional del Poder Popular
y la cual examinaremos en otro artículo.
Hoy, los
bibliotecarios independientes tratan de promover acercamientos a las
Bibliotecas Públicas para ganar espacios para su labor de proselitismo
contrarrevolucionario. Siguen, a qué negarlo, contando con el completo apoyo de
la SINA, la que los abastece de literatura provocadora, medios digitales y cursos
para realizar su refinada actividad subversiva. Este proyecto trata de
sobrevivir a toda costa aunque no han logrado consolidarse totalmente.
Las Bibliotecas
Independientes son una muestra, como ya señalamos, de una refinada forma de
subversión, capaz de penetrar en las comunidades en donde el trabajo con las mismas
resulta débil, imperfecto y mecánico. La debida organización de las
organizaciones de masas, de los órganos del Poder Popular y del Partido,
desarrollando actividades inclusivas para los ciudadanos, así como una adecuada
labor político-ideológica es la mejor respuesta que el enfrentamiento. Es,
simplemente, una batalla de valores, de ética, de convicciones y de desnudar su
carácter provocador y seudo cultural.
Percy
Francisco Alvarado Godoy
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