Grupos
contrarrevolucionarios intentan desarrollar entre los días del 28 al 30 de
octubre una campaña nombrada "Jornada 10 en 72", mediante la cual
pretenden realizar una recogida de firmas con vistas a cambiar la Constitución
vigente en nuestro país desde 1976, en la cual se refrenda el carácter
socialista de nuestra gobernabilidad.
La convocatoria
persigue que estos mercenarios actúen como recaudadores de 10 firmas cada uno,
llevando su circo mediático a las comunidades cubanas a todo lo largo del
país. Detrás de esta campaña se
encuentra el llamado Consenso Constitucional, agrupación de mercenarios a
sueldo del Imperio y sus patrocinadores en el exterior.
Esta nueva campaña
pretende desmontar el orden constitucional aprobado por el pueblo cubano sobre
la base de la implementación de las llamadas Mesas de Iniciativa Constitucional
(MIC), cuyo propósito es retrotraer el orden constitucional a la carta magna burguesa
de 1940.
Apoyándose en la
existencia dudosa de 8,000 firmas ya recogidas en el país, esta campaña está liderada,
entre otros, por el contrarrevolucionario Manuel Cuesta
Morúa, portavoz del grupúsculo Partido Arco Progresista, con la finalidad de lograr
un consenso político entre ciudadanos cubanos residentes en Cuba y en el
exterior.
El nuevo
constitucionalismo busca lograr implementar la utopía del restablecimiento de la
Constitución burguesa de 1940, adecuándola a las realidades actuales, pero
manteniendo la defensa de la propiedad privada, la democracia representativa y
el neoliberalismo económico.
Esta campaña tiene
su origen el 2 de junio de 2014, como colofón de reuniones entre pequeños
grupos contrarrevolucionarios, las que tuvieron lugar entre el 30 de mayo y el
1 de junio de este año. A este proyecto se han sumado diversas organizaciones
contrarrevolucionarias radicadas en el exterior, en un diapasón amplio pero
coincidente en cuanto al derrumbe de la sociedad socialista cubana.
El 19 de julio se
desarrolló en La Florida un remedo de estas mesas en las que participaron
contrarrevolucionarios de diferentes posiciones y criterios sobre una figurada
futura “democratización” en la Isla, nada menos que en el Graham Center, Salón
GC-140 de la FIU. Su objetivo es, como ya señalamos, el desmonte de la
constitucionalidad socialista en Cuba, de todos los Órganos de Poder Popular y
de las formas de propiedad existentes en la economía.
En este evento
estuvieron presentes los contrarrevolucionarios Veizant Boloy, Wilfredo Vallín,
Leonardo Calvo Cárdenas, Juan Antonio Madrazo y Fernando Palacio.
En este caso, la
comisión preparatoria del Consenso en Miami fue integrada por Andrés
Alburquerque, Carmen De Toro, Ramiro Gómez, Pedro López, Arnoldo Muller y
Enrique Patterson. Contó, igualmente, con el apoyo del Cuban Research
Institute, de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) y el Cuban
American Student Organization.
En este intercambio
de ideas no hubo la menor aceptación a la existencia del socialismo en Cuba,
apuntando los ponentes a diversas soluciones encaminadas a validar el retorno
del capitalismo en nuestro país. Aunque preconizan un tránsito pacífico, muchos
de los participantes de línea dura apuestan por un desmonte violento del
socialismo en Cuba o por la implementación de terapias de choque.
Todo este proyecto
contrarrevolucionario, carente de una coincidencia de discurso político, agrupa
a varios grupos de la contrarrevolución interna y a cerca de 23 agrupaciones
anticubanas radicadas en EE UU, Puerto Rico, España, y a las que últimamente se
ha sumado la provocadora CADAL argentina, las que desarrollan su actividad
sobre la base de una hoja de ruta constitucional en forma de propuesta preliminar,
en que llaman al intercambio de propuestas y, ulteriormente, a la
implementación del proyecto Asamblea Constituyente Ahora.
En agosto de este
año, CADAL organizó un tendencioso evento en el que participaron los
mercenarios Leonardo Calvo Cárdenas (Arco Progresista de Cuba) y Fernando
Palacio Mogar (Partido Liberal Nacional Cubano); así como Ricardo M. Rojas y Marcelo
Loprete, Secretario del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América
Latina (CADAL).
Encuentro de CADAL. |
La construcción de
esta nueva tramoya incluyó encuentros contrarrevolucionarios en La Habana,
Cuba; Miami y New Jersey, Estados Unidos; San Juan, Puerto Rico y Madrid,
España, realizados en mayo pasado, bajo el lema “Cuba: el cambio en clave constitucional.”
La reciente
convocatoria a recoger firmas para desmontar nuestro estado socialista
constituye una alternativa para buscar una brecha en nuestra legislación vigente y recibirá por
parte de nuestro pueblo una respuesta digna y contundente.
El desconocimiento
de nuestra constitucionalidad, la intención de implementar un estado burgués y
una carta magna sustentada en la ideología capitalista, son una ofensa para el
sentir mayoritario de nuestra población.
Este nuevo intento
de promover cambios desde el exterior, bajo la cómplice actuación de intereses
extranjeros no será aceptado en Cuba, de forma tal que esta nueva provocación
está, de antemano, condenada a un rotundo fracaso.
Percy Francisco Alvarado Godoy
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