lunes, 12 de marzo de 2012

Desempolvando secretos: La Operación Pastorius.

Cuando los Estados Unidos entraron en la Segunda Guerra Mundial, Hitler ordenó al servicio de espionaje alemán (Abwehr) que creara el caos en dicho país. Esta es la historia de la casi desconocida pero interesante Operación Pastorius, la primera de una serie de excursiones en homenaje a los colonos alemanes de Norteamérica, y sus objetivos eran ambiciosos: volar una serie de plantas hidroeléctricas, fábricas de aluminio, nudos ferroviarios, puentes, canales y rematar la faena dejando a Nueva York sin agua potable y poniendo bombas en comercios judíos y grandes estaciones de trenes, todo esto para desatar una ola de pánico.

El desembarco de comandos nazis en Norteamérica había sido adelantado por el arte: a principios de 1940, cuando Estados Unidos era neutral y gran parte de su población simpatizaba con una Alemania enfrentada a la antigua potencia colonial, dos cineastas ingleses, Michael Powell y Emeric Pressburguer escribieron un guión acerca del desembarco de un submarino alemán de un comando nazi en Canadá, y lo filmaron al año siguiente con el título de Paralelo 49 y el concurso de estrellas como Eric Portman (en el papel del jefe nazi) y Lawrence Olivier.

La genial intuición de los cineastas británicos tenía bases materiales: desde el inicio de la guerra, Alemania, que se encontraba en una apabullante inferioridad de medios frente a Inglaterra para librar una guerra naval convencional, esto es, en la superficie, había apostado todo a la guerra submarina, y sus U-Bootes, agrupados en manadas causaban estropicios en los convoyes de barcos que abastecían a las islas británicas. Así que, poco después de que Alemania le declarara la guerra a los Estados Unidos y mientras el filme todavía no se había estrenado, en los primeros días de 1942, los "lobos grises" de la Kriegsmarine iniciaron su "temporada de caza" en aguas norteamericanas, enviando a trece cargueros al fondo del mar en apenas 17 días sin importarle que muchas veces sus evoluciones se vieran desde la costa sin necesidad de usar prismáticos.

Sin embargo, la Operación Pastorius supondría un fracaso sin atenuantes para el Tercer Reich. A pesar de lo cual y muy sorprendentemente, Hollywood jamás haría un mísero telefilme sobre esta resonante victoria de sus servicios secretos, victoria que le valdría al director del FBI, John Edgar Hoover, su primera condecoración cuando estaba cerca de cumplir dos décadas en el cargo.

La Historia

Poco después de declarar la guerra a Estados Unidos el 11 de diciembre de 1941, Adolf Hitler quiso demostrarle a los norteamericanos que no estaban seguros dentro de sus fronteras, aún estando tan alejados de los campos de batalla europeos. Ordenó una operación de sabotaje contra objetivos en EEUU y la Abwehr, se encargó del trabajo.

Esto fue algo que la Abwehr ya había hecho en otros países de Europa. Operaron desde la escuela de sabotajes Brandenburg.
La persona encargada de preparar la misión fue Walter Kappe de 37 años. Conocía Estados Unidos muy bien, ya que había residido allí durante 12 años y antiguo miembro del partido nazi. La operación fue conocida como la Operación Pastorius, denominado así por un colonizador alemán en América.

Kappe encontró a los 12 hombres necesarios para llevar a cabo el trabajo a travñes de los archivos del Instituto de Ausland. Ese instituto había organizado el regreso de miles de alemanes desde EEUU. El primer grupo fue de cuatro hombres fue enviado en seguida, el otro de ocho, fueron divididos en dos grupos.

El primer grupo estuvo tripulado por John Dasch, de 39 años, encargado de dirigir el equipo. Sus tres miembros fueron Ernest Peter Burger, Heinrich Heinck y Richard Quirin. Los dos últimos eran mecánicos que habían trabajado para la Volkswagen.

 El segundo equipo fue dirigido por Eduardo Kerling, de 32 años. Sus tres hombres fueron Hermann Neubauer, Werner Thiel y Herbert Hapt, el más joven del grupo de ocho con 22 años. El grupo llegó a la academia de la Abwehr a principios de abril 1942, donde comenzaron la instrucción finalizando el 23 de mayo.

Dasch y su equipo fueron enviados a destruir las plantas hidroeléctricas en las cataratas del Niágara, la Compañía de Aluminio en Illinois, Tennessee y Nueva York, Una planta de cryolite en Filadelfia y la represa en el Río Ohio, entre Louisville y Pittsburgh debían también ser saboteada.

El equipo de Kerling debía volar la estación Ferroviaria en Newark, la famosa sección ferroviaria de curva de herradura en Altoona, entre otras zonas esenciales del ferrocarril. Debían también atacar las instalaciones de la represa y el canal en S. Louis y Cincinnati y los sistemas de suministro de agua para la Ciudad de Nueva York.

Los dos equipos debáin instalar bombas en tiendas de propietarios judíos y en estaciones ferroviarias para causar el mayor temor y pánico.

El equipo de Kerling embarcó en el U-584 que dejó Brest, en Francia el 25 de mayo de 1942 bajo la orden de Capt.. Joachim Deecke. El destino fue una playa cercana a Jacksonville, Florida. Dasch y su equipo dejaron Brest, Francia a bordo del U-202 (Capt. Han-Heinz Lindner) al día siguiente con destino a la costa de Long Island, cerca de Hampton.

Ambos equipos debían de enterrar sus cajas de municiones en la playa donde podrían ser recogidos posteriormente y establecen las identidades falsas. Planearon reunirse en Cincinnati el 4 de julio.

A cada grupo se le dotó con $50.000 para gastos de mantenimiento, viaje y sobornos. Este dinero no era todo dinero legal de EEUU, sino dolares falsificados. Ambos equipos llevaban un pañuelo con los nombres de contactos y direcciones postales escrita con tinta invisible.

Cada equipo fue suministrado con cuatro cajas impermeables, aproximadamente el doble de grande que una caja de zapatos cada una. Tres de ellos con los explosivos, mientras el cuarto contuvo los fusibles, los cables y el ácido.

Según lo planeado por la Abwehr éstos debían ser sólo los dos primeros equipos de los muchos que serían enviados a EEUU.

Los equipos de Dasch fueron los primeros en desembarcar en América, después de que 15 días en el mar, sumergidos durante el día y navegando en la superficie de noche, alcanzó el objetivo a las 11 de la noche del 12 de junio. Dasch y sus hombres iban vestidos con uniformes de la marina alemana para ser tratados como prisioneros de guerra en caso de ser apresados nada más llegar a tierra. Dos marineros armados del U-202 transportaron a los hombres a la costa en un bote.

Mientras el grupo enterraba su equipo y los uniformes, Dasch revisó la pequeña duna próxima a ellos para buscar el área. De repente advirtió a un joven Soldado de la Guardia costera que se dirigía directamente a su posición. Para evitar que viera las cajas medio enterradas en la playa, Dasch anduvo hacia él, afimándole que ellos eran marineros varados. Cuando él rechazó la oferta de descansar en el cuartel de Guardacostas más cercano, a sólo media milla de distancia, el joven Guardacostas sospechó.

Dasch supo en ese momento que no había creído su historia y preguntó al joven sobre el estado de su familia y ofreciole un soborno, luego aumentó la cantidad después de haber rechazado la primera oferta.

Sin embargo el joven Guardacostas no se quedó tranquilo, aceptó el dinero y volvió con algunos de sus compañeros a la playa. Antes de primera hora de la mañana el Guardacostas tenía todas las cajas desenterradas de la playa, con todo lo que los alemanes habían traído excepto su ropa y dinero, inmediantemente lo notificaron al FBI.

El FBI impuso una censura informativa sobre este hecho y comenzó la persecución más grande de su historia, no tenían nada con que trabajar y el equipo consiguió infiltrarse en la Ciudad de Nueva York.
Después de comprar ropa y partir en parejas, Dasch y Burger comenzaron a hablar de la operación y decidieron traicionar la operación y entregarse a las autoridades.

La razón por la que tomaron esta decisión no está clara, Dasch probablemente creyó que su cobertura ya había sido descubierta por el Guardacostas y sería mejor entregarse con el fin de evitar una ejecución. Ambos insistieron confesarse anti nazi después de su captura. Dasch podría haber estado diciendo por lo menos la verdad cuando él indicó que había planeado sabotear la misión desde el momento que fue alistado. Burger, probablemente decidió que una vez Dasch había expresado sus intenciones, serían mejor para él matarlo. Finalmente aceptó el plan de Dasch.

El 15 de junio, Dasch y Burger hicieron los planes para su rendición. Dasch iría a Washington D.C. y Burger mantendría a Heinck y Quirin a raya.

Una cosa que preocupó Dasch fue que en la academia de la Abwehr, Kappe había afirmado que en el FBI había agentes comprados por la Gestapo. Llamó al FBI en la Ciudad de Nueva York y dejó un mensaje que él tendría información para Hoover en 2 días. Se dirigió entonces para Washington.

Ese mismo día el segundo equipo, dirigido por Edward Kerling desembarcó tranquilamente en Playa de Ponte Verda, 25 millas al sudeste de Jacksonville, Florida. Enterraron su equipo y Kerling y Thiel cogieron un trene a Cincinnati y Haupt y a Neubauer a Chicago.

George Dasch después de llegar a Washington fue enviado de oficina a oficina, por último encontró a un hombre, el Agente Ladd, que comprobó la historia, aunque después de que Dasch dejara caer $84.000 en su escritorio. No fue tratado como el héroe como él probablemente creyó que sería. Fue interrogado durante 13 horas, reevelando donde permaneciía los otros miembros. Fueron detenidosinmediatamente.

La captura del segundo equipo fue un poco más difícil, puesto que Dasch sólo sabía que los equipos se debían de encontrar en Cincinnati el 4 de julio. Él mantenía aún el pañuelo con la lista de los contactos alemanes en EEUU, que dio al FBI.
Uno tras otro los hombres fueron detenidos, siendo Hermann Neubauer el último del segundo equipo.

Cuándo todos los hombres habían sido detenidos el FBI detuvo oficialmente a Dasch y lo trataron como un culpable más. El deseó ser enviado a las mismas celdas que sus compañeros, así ellos no sabrían que él fue quien los delató.
Roosevelt pidió que un consejo de guerra procesara el caso, la primera vez que este tribunal había sido establecido desde el asesinato de Abraham Lincoln

El proceso llevó la mayor parte de julio y en él, se pidió la pena de muerte, que era el castigo penado para el espionaje durante tiempos de guerra. Debido a la cooperación de Dasch y Burger era difícil condenarlos a la pena capital. Burger fue condenado a trabajos forzados y cadena perpetua, mientras Dasch fue condenado a 30 años de prisión. Los otros 6 miembros fueron ejecutados en la silla eléctrica, en Washington D.C. el 8 de agosto de 1942.

Dasch y Burger, gracias a la amnistía de Truman, fueron deportados a Alemania en 1948 después de casi 6 años en prisión. Dasch fue vilipendiado en Alemania cuando burger lo culpó de la muerte de sus seis compañeros. Dasch publicó un libro en su defensa en 1959 y desapareció de la vida pública.

Tomado de El secreto de Zara

Plan de Hitler para invadir Estados Unidos

El 8 de agosto de 1942, los presuntos saboteadores germano-estadunidenses que actuaron para llevar a cabo la Operación Pastoruis, escucharon la sentencia de la Comisión Militar que el presidente Franklin Delano Roosevelt había nombrado el 2 de julio anterior para que juzgara el caso.

Era el primer tribunal de esa índole que se instituyera en Estados Unidos desde el asesinato del presidente Abraham Lincoln en 1865.

La Comisión y sus integrantes, así como su finalidad, no se hicieron públicos y procedieron en absoluto secreto.

El proceso contra los saboteadores se llevó a cabo en el cuarto número 5235 del edificio de la Secretaría de Justicia y tanto los abogados, testigos, observadores, agentes del FBI y guardias prometieron bajo juramento guardar secreto.

Sólo la Comisión Militar, en estos casos, estaba autorizada para dictar sentencias de muerte, cosa que los tribunales civiles no podían hacer.

Así, la Comisión encontró culpables a todos por haber violado las leyes de la guerra.

George John Dasch, de 39 años de edad, quien había entrado ilegalmente en Estados Unidos en 1922, que había trabajado como mesero en un restaurante de Nueva York y que luego prestó por breve tiempo servicio en el cuerpo aéreo del ejército estadunidense antes de regresar a Alemania en 1941 y reingresar a EU para realizar sabotajes, fue condenado a 30 años de prisión; Ernst Peter Burger, miembro del partido nazi, que trabajó en EU como maquinista y prestó servicio en las unidades de la guardia nacional de Wisconsin y Michigan, a cadena perpetua; y los otros complotistas, a muerte en la silla eléctrica.

La sentencia se ejecutó ese mismo día a las 12:00 y los cuerpos fueron enterrados en sepulturas sin lápidas de identificación de los inhumados, en un terreno del Gobierno, cerca de Washington.

Los periódicos de todo el mundo publicaron la noticia casi inmediatamente, excepto en Alemania, Italia, Japón y España, donde se ocultó.

En el Diario de Joseph Goebbels, publicado en 1975, hay una laguna de más de medio año de 1942. Las anotaciones correspondientes a esos seis meses fueron destruidas. La primera entrada siguiente es la del 7 de diciembre de 1942.

Si Hitler fue informado o no de las ejecuciones y del fracaso de la operación, se ignora absolutamente.

En esos días habían sido interceptadas varias conversaciones entre Winston Churchill y cierto Mr. Butcher en Washington, aunque no pudieron ser descifradas.

Hitler las escuchó y se las devolvió a Heinrich Himmler, y se encuentran en el archivo de éste, a buen resguardo en EU.

Las que fueron descifradas mencionaban el tema del segundo frente contra Alemania.

El 7 de diciembre de 1941, día del ataque japonés a Pearl Harbor, Estados Unidos entró en la guerra contra las potencias del Eje Roma, Berlín, Tokio.

Sólo existe el testimonio de que el gran almirante Karl Dönitz "se enfureció tanto porque sus submarinos se hubieran arriesgado a tan disparatada empresa, que durante muchos meses se negó a cooperar con la Abwehr, el servicio de espionaje del Estado Mayor, en proyectos que exigieran submarinos".

* El teniente Kappe al frente de la operación

Los estrategas del Servicio de Espionaje o Información del Estado Mayor concibieron un plan general para invadir Estados Unidos y paralizar la producción de las industrias armamentistas esenciales. El plan fue aprobado por su jefe, el vicealmirante Wilhelm Canaris, quien lo presentó a Hitler. El Führer lo autorizó y nombró él mismo como la Operación Pastorius, o Pastoril.

Canaris encargó la realización del proyecto a su autor, el teniente Walter Kappe, quien durante 12 años había propuesto la organización de frentes nazis en Chicago y Nueva York.

Su plan consistía en reclutar alemanes que hubieran vivido y trabajado en Estados Unidos, hombres con conocimiento de las costumbres y del idioma inglés, y capacitarlos para "pasar plenamente inadvertidos en cualquier parte del país".

* Recluta a los saboteadores

Kappe comenzó el reclutamiento el 10 de diciembre de 1941.

Primero consultó las listas que Heinrich Himmler, jefe de la Gestapo, le tenía de los repatriados de ese año.

Participó en las reuniones del Instituto Asuland, creado para afiliar al partido nazi a los alemanes residentes en el extranjero, y obtuvo un listado de éstos.

En la Wehrmacht se entrevistó con todos aquellos los que tenían aptitudes para hacer la tarea.

Tras estas indagaciones, el 10 de abril de 1942 reunió en una finca, en medio de un bosque en las afueras de Berlín, al grupo de voluntarios que se encargarían de dirigir la invasión alemana.

Entre otros estaba: George John Dasch, el de mayor edad, tenía 39 años, quien entró ilegalmente en EU en 1922 y quien en 1941 regresó a Alemania.

Werner Thiel, que llegó a EU en 1927 y permaneció allí 14 años, y había solicitado nacionalizarse.

Edward Kerling, que trabajó como chofer y sirviente en EU durante 11 años.

Hermann Neubauer, cocinero de profesión y miembro del partido nazi.

Herbert Hans Haupt, el más joven, tenía 22 años de edad y había permanecido en EU 16 años y se le consideraba ciudadano estadunidense por naturalización de sus progenitores.

Ernst Peter Burger, miembro del partido nazi, quien trabajó en EU como maquinista y prestó servicio en las unidades de la Guardia Nacional de Wisconsin y Michigan.

Heinrich Heinck, mecánico ajustador, quien había vivido 13 años en EU.

Richard Quirin, quien llegó a EU en 1927 y más tarde aprovechó la oferta hecha por el Tercer Reich de repatriar a los nacionales alemanes peritos en mecánica.

* El entrenamiento

En la finca de entrenamiento se les hizo hacer ejercicios físicos, atender conferencias sobre materiales incendiarios, explosivos, fusibles, reguladores de tiempo, escritura secreta, tiro de granadas, uso del fusil, lucha cuerpo a cuerpo y de todo tipo de maniobras de sabotaje.

Todo este entrenamiento y enseñanzas a cargo de un grupo de profesores expertos en las materias.

Al final del periodo de entrenamiento, los reclutados fueron conducidos a los patios de carga del ferrocarril de Berlín, donde se les mostró cómo un puñado de arena arrojado en la caja de cojinetes era suficiente para descomponer una locomotora y de qué manera una pequeña carga explosiva, colocada hábilmente, podía interrumpir todo un kilómetro de rieles por varios días.

Se les mostró lo fácil que era cortar un cable de alta tensión, echar a perder un transformador con un solo disparo de fusil y de esa manera privar de energía eléctrica a las fábricas estadunidenses durante ocho horas, tiempo suficiente para que solidificara el aluminio y echara a perder el intrincado sistema de hornos y baños, y así se necesitaban de varias semanas para instalar el nuevo equipo y reactivar la fábrica.

Tras las prácticas, los reclutados hicieron exámenes y a los que aprobaron, excepto dos que hicieron trampa, se les repartieron instrucciones selladas, integrándose en dos grupos.

* Las instrucciones

Al Grupo Uno, dirigido por Dash e integrado además por Burger, Heinck y Quirin, se les asignó la destrucción de las fábricas de aluminio, las de criolita y la voladura de las esclusas del río Ohio.

Y al Dos, compuesto por Kerling, Neubauer, Thiel y Haupt, volar puentes de ferrocarril y túneles, entre ellos el puente Hella Gate, en el East River de Nueva York, y destruir la red de abastecimiento de agua de esa ciudad.

Ambos grupos deberían colocar bombas en edificios públicos, con el objeto de provocar pánico entre la población.

La Era del Terrorismo ahí podría haber nacido.

* El desembarco

Al amanecer del 13 de junio de 1942, los dos grupos salieron de los submarinos U-201 Y U-202, y alcanzaron la playa y emprendieron camino hacia Long Island.

A las 6:15 a.m., el primer grupo desembarcado por el U-201 subió al tren que los llevaría a la estación Pensilvania, en NY, y se hospedaron en los hoteles Harold Governor Clinton y el Martinique.

El segundo grupo, que salió del U-202, desembarcó en las primeras horas del amanecer en la playa de Ponte Vedra, abordaron un autobús con destino a Cincinnati, Chicago y Washington.

* Se acobardan y delatan ante el FBI

Dash y Burget se acobardan, y el primero hace una llamada a las ocho de la noche de ese 13 de junio a las oficinas del Federal Bureau of Investigation, el FBI, y contacta con el agente especial Dean McWhorter, que no hace caso a la denuncia de la conspiración, pues en aquellos días en el FB se recibían cientos de esas falsas comunicaciones.

Sin embargo, el FB fue informado por los guardias costeros de haber descubierto cajas con explosivos que encontraron enterradas en las playas y entonces sí le hicieron caso a Dash.

* Sueltan "la sopa"

Dash se identificó: "Yo soy quien llamó a su oficina de Nueva York. Estoy hospedado en el Hotel Mayflower, cuarto número 351".

Al poco se presentaron los agentes especiales Duane Traynor y Thomas Donegan, y Dash comenzó a "soltar la sopa" durante varios días.

Los anteriores agentes fueron relevados por Frank Johnstone y Norval Willis, y varios taquígrafos recogían la declaración que estaba llena de divagaciones y disgregaciones, y finalmente se llenaron 254 páginas escritas máquina a espacio sencillo.

* La cacería de saboteadores

En los hechos, ninguno de los dos grupos llevó a cabo alguna acción de sabotaje, se dedicaron a pasear, visitar viejos amigos y familiares, y ligarse alguna chica y gastar el dinero que les habían dado para la operación en cines, restaurantes y bares.

A unos los agentes del FBI los arrestaron a la salida de un cine, a otros a la salida de un bar y restaurante, y sin mayor resistencia al arresto.

A Kerling, cabecilla del Grupo Dos, cuando fue a visitar a su esposa en Nueva York, junto con Thiel, que lo había acompañado, fueron detenidos.

Haup se había mudado a Chicago para vivir en casa de sus progenitores y ahí fue aprehendido. Haup fue el último de los ocho saboteadores.

* La condena

Finalmente, los miembros de la Comisión, tras hacerse las siguientes preguntas: "¿Era lógico, o por lo menos admisible, que una potencia militar de primera clase como la Alemania nazi enviara en un misión tan delicada a esos hombres neuróticos, volubles e irresponsables ante el cumplimiento de sus órdenes?", o ¿sería todo aquello parte de una pantomima cuidadosamente ensayada por los conjurados en caso de ser descubiertos?".

Entonces, el auditor general de Guerra, Myron Cramer, se dirigió a los ocho miembros de la Comisión y dijo: "Aceptar la versión de la defensa, sería admitir que los acusados vinieron aquí no como invasores, sino como refugiados".

El 8 de agosto de 1942, los presuntos saboteadores escucharon la sentencia, aprobada por el presidente Roosevelt.

Tomado de OEM en línea. Por  Edmundo Domínguez Aragonés

1 comentario:

  1. Un nuevo libro Charlas con Adolfo 1958 narra los últimos meses del líder de la Alemania nazi, en Argentina y descubre el secreto más buscado por los poderes de turno, a través de los años. Una increíble tecnología alemana que aún hoy, podría salvar la vida de millones de seres.

    Puede leerse gratuitamente en: http://narracionesenlinea.blogspot.com.ar/p/charlas-con-adolfo-1958-obra.html

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