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| John Baird |
El ministro canadiense de Asuntos Exteriores, John Baird, corroborando
las operaciones de espionaje de su país en Irán, afirmó el viernes que
Ottawa estaba implicada en la huida de algunos acusados y delincuentes
del país persa.
Baird afirmó que el ministro de Ciudadanía e Inmigración de Canadá, Jason Kenney, "trabajaba con grupos que actúan en ese campo y que ayudaron a un gran número de personas a venir a Canadá”.
De igual manera, al justificar las medidas de espionaje y la violación de leyes internacionales que cometió la embajada del país norteamericano en Irán, el canciller canadiense alegó: “Todas las personas que con la ayuda de la Embajada canadiense en Teherán han salido de Irán, son homosexuales”.
Con fecha anterior, unos informes habían revelado la implicación de la embajada canadiense en la fuga de un gran número de delincuentes relacionados con las revueltas ocurridas tras las últimas elecciones presidenciales del país persa.
El pasado viernes 7 de septiembre, Ottawa anunció el cierre de su embajada en la capital iraní e informó que sus diplomáticos ya habían abandonado el país. Además, ordenó a los representantes de la legación persa en Ottawa que abandonaran ese territorio dentro de un plazo de cinco días.
Adicionalmente, el Gobierno canadiense había congelado las cuentas bancarias de muchos ciudadanos iraníes que viven en Canadá y prohibido las transferencias de dinero a Irán.
La Cancillería de la República Islámica de Irán condenó la decisión unilateral del Gobierno de Canadá de romper relaciones con Teherán y la tildó de movimiento no profesional, poco convencional e injustificable.
msh/ybm/hnb
Baird afirmó que el ministro de Ciudadanía e Inmigración de Canadá, Jason Kenney, "trabajaba con grupos que actúan en ese campo y que ayudaron a un gran número de personas a venir a Canadá”.
De igual manera, al justificar las medidas de espionaje y la violación de leyes internacionales que cometió la embajada del país norteamericano en Irán, el canciller canadiense alegó: “Todas las personas que con la ayuda de la Embajada canadiense en Teherán han salido de Irán, son homosexuales”.
Con fecha anterior, unos informes habían revelado la implicación de la embajada canadiense en la fuga de un gran número de delincuentes relacionados con las revueltas ocurridas tras las últimas elecciones presidenciales del país persa.
El pasado viernes 7 de septiembre, Ottawa anunció el cierre de su embajada en la capital iraní e informó que sus diplomáticos ya habían abandonado el país. Además, ordenó a los representantes de la legación persa en Ottawa que abandonaran ese territorio dentro de un plazo de cinco días.
Adicionalmente, el Gobierno canadiense había congelado las cuentas bancarias de muchos ciudadanos iraníes que viven en Canadá y prohibido las transferencias de dinero a Irán.
La Cancillería de la República Islámica de Irán condenó la decisión unilateral del Gobierno de Canadá de romper relaciones con Teherán y la tildó de movimiento no profesional, poco convencional e injustificable.
msh/ybm/hnb
Tomado de HqispanTV
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