Marta Beatriz Roque Cabello y la traición de los aguacates.

"¡Qué mal olor, carajo! ¡Qué peste, mi madre! ¡Esto no hay quien lo aguante! ¡Pa su madre!" Estas y muchas otras expresiones resuenan en el vecindario de Martha Beatriz Roque Cabello, luego de que la misma realizara una fabricada huelga de hambre. Ese olor nauseabundo, al que solo están acostumbrados los miembros del staff de Radio Martí, por las cosas que transmiten, ha invadido el barrio de la contrarrevolucionaria, al extremo de que muchos de sus vecinos aplaudirían que la misma saliera urgentemente para Miami, para soltar sus ventocidades en otro lado.

El problema realmente es muy serio. Según una de mis fuentes, Yohandry Fontana, los aguacates que se comió Marta, mientras hacia la parodia de huelguista, acabaron con su estómago, de forma tal que los cuescos que suelta semejan, por su ruido, a un intranquilo y permanente cañonazo de las 9. Por su olor, ni qué hablar. El propio Yohandry tuvo el desliz de quitarse la máscara antigases para asomarse a la ventana del pasillo y sufrió las consecuencias. Ahora se encuentra en un urgente proceso de reanimación por un grupo de especialistas.

Yohandry, recuperándose.

Los acompañantes de Martha salieron en estanpida, sin esperar siquiera por el money que mandaban la FNCA y el Directorio Democrático desde Miami. La propia Yoani y los funcionarios de la SINA se perdieron de por allí. La flaca provocadora solo atinó a decir por twitter que por TV eso no vale. ¿Será descarada?

Por su parte, Radio Martí calla cínicamente al respecto.

Ahora, puesta en ridículo nuevamente, ninguno de los usuales periodistas extranjeros que cubren los shows mediáticos se atreven a aparecerse por allí, so temor de que los gases se conviertan en una diarrea peligrosa para su salud.

De tal forma, la ridícula aventura de la nueva huelguita de esta mercenaria, culminó en un rotundo fracaso y la contrarrevolución salió, otra vez, mal parada.

Uno de los testigos tuvo la amabilidad de mostrar uno de los aguacates que se comió esta farsante durante su abstinencia de alimentos: ¡Véanlo, pues!

Por su parte, el Coco Fariñas, provocador especializado en estas lides, comentó dentro de un grupo de amigos muy cercanos: "¡Coño, esta Martha la cagó! ¡Mira que yo he hecho huelgas, pero nunca hubo un pedo por medio!"

"Menos mal que yo no comí aguacates. Si lo hubiera hecho, me botan de Placetas", comentó Antúnez, otro de los huelguistas de pacotilla de esta efímera aventura.

Mientras tanto, solo queda que la contrarrevolución anticubana entregue a Henrique Capriles Radonski una distinción que se piensa hacer para premiar la intransigencia de los huelguistas: "La Orden del Aguacate", como premio de consolación tras su fracaso electoral  el próximo 7 de octubre.

Y colorín, colorado, esta historia se ha acabado.

Percy Francisco Alvarado Godoy