viernes, 14 de septiembre de 2012

Venezuela: Capriles es mi candidato

Justo cuando las elecciones en Venezuela se acercan de manera acelerada, no puedo esconder ni un minuto más mis preferencias para lo que ocurrirá el 7 de octubre. El debate interior de un pequeño sector de la población de ese hermano país entra en su recta final.
Comienzo aclarando que no soy un especialista de la política venezolana, me limitaré apenas a ofrecer mi visión teniendo como base lo que he escuchado proponer a cada candidato en las elecciones de la nación suramericana, en la que dos candidatos se disputarán los votos de los venezolanos y venezolanas: Hugo Rafael Chávez Frías y Henrique Capriles Radonski.
El primero, llamado por sus compatriotas “candidato de la Patria” tiene como principal arma un número creciente de misiones sociales (la cifra pasa de 20) que promueven la inclusión de aquellas personas que durante muchos años quedaron en el olvido de anteriores gobiernos. Plantea mantener una Venezuela que piensa en los pobres que nunca tuvieron nada o casi nada y que durante su permanencia al frente de la Revolución Bolivariana ha elevado los niveles de vida de la población.
La Venezuela que Chávez propone intenta consolidar la unidad de Nuestra América a través de bloques cuyas relaciones están basadas en la solidaridad, el respeto y la cooperación entre sus miembros. Al carismático líder bolivariano se le debe la propuesta inicial de creación de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de América y muchas otras iniciativas regionales que hoy muestran resultados significativos.
Su gobierno ha invertido cifras millonarias en sectores en que la amortización se manifiesta en rostros agradecidos, en niños con un porvenir diferente, en hombres y mujeres que miran al pasado para construir su futuro y en seres humanos tratados como tal en toda su expresión. Su estrategia de gobierno respalda el deseo de las mayorías de construir un sistema social que destruya toda manifestación de explotación. Chávez enarbola, en síntesis, las banderas de un socialismo de nuevo tipo.
Su oponente en la contienda electoral, el joven Capriles muestra la cara opuesta de la política. Digamos en su favor que cuenta con la increíble habilidad para provocar que los que lo apoyan dejen de hacerlo cuando menos lo espera. Su proposición con vistas a una era post-Revolución Bolivariana llevan a los venezolanos y venezolanas a regresar al pasado sin necesidad de una máquina del tiempo. Descubrió la fórmula mágica para borrar de “golpe y porrazo” los años en que el pueblo ha tenido verdadero protagonismo.
Capriles propone construir una Venezuela de tranquilidad y oportunidades para todos por igual, cosas que ni él mismo se las cree y que hasta los que se unieron a su variante inicial de unidadlehan dado la espalda. Lo más reciente del candidato lo vincula a un escándalo relacionado con pagos ilegales a su campaña que comienzan a investigarse.
No hacen falta muchas más razones para que Capriles sea definitivamente mi CANDIDATO. Este hombre que tiene todas las sonrisas y gratificaciones de Washington con él, tiene asegurado el resultado el venidero 7 de octubre cuando los venezolanos y venezolanas en franco ejercicio democrático le propinen la más humillante y sonora trompetilla. Esa jornada ratificará en las urnas que yo tenía razón al asegurarles desde hoy que Henrique Capriles Radonski es mi candidato a una escandalosa DERROTA ante el Comandante Hugo Chávez.

 Por Luis Ernesto Ruiz Martínez.

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