La policía turca al
inspeccionar un coche en la provincia de Giresun en el Mar Negro
encontró dos matraces de cesio-137 radiactivo. El conductor del coche
fue puesto bajo custodia. El cesio, cuyo precio se estima en un millón
de euros, se enviará a la Agencia de Energía Atómica de Turquía para ser
estudiado. De donde fue traído a Turquía no se reporta.
Esta
no es la primera vez este año que en Turquía se incauta el cesio-137.
En abril la policía encontró en un coche que llegó a Turquía desde
Georgia, unos quinientos gramos de la sustancia radiactiva. La principal
fuente de cesio-137 son residuos reciclados de combustible nuclear.
vl/ks
La voz de Rusia
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